¿Puede una historia de amor romper los esquemas del género y ser trascendental para la historia de la humanidad? Ya no hablo del cine porque puede que la película no sea una maravilla y sea abierta para todo tipo de público porque no lo es, pero sí cuenta una historia universal y real para los que vivieron esa época y para lo que ha servido esa unión conyugal que se ahorra flashbacks de como se conocieron y esas cosas. La película trata de la fuerza del amor ante todo lo legal y lo que pueda significar para el resto del mundo. La fuerza que supone mantenerse firmes y unidos pese a las pruebas que vengan y toda esa relación y química se ve forjada en Ruth Negga y Joel Edgerton quienes ambos están inmensos aunque ella esté un pelín por encima. Una película contenida, ya caracterizada por el estilo de Jeff Nichols que una vez más vuelve a contar con su actor fetiche Michael Shannon quien es breve su aparición pero memorable. No quiero hablar de la trama porque aunque cocida a fuego lento logra mantener en vilo al espectador, aunque entiendo que no todo el mundo pueda aguantar el tipo de cine de Nichols. Un estupendo drama que enseña todo lo que conlleva el amor y sobretodo el racismo que al igual que otras cintas académicas como Figuras ocultas lo han tratado muy bien en ese apartado. Cine para reivindicar el amor y el estar en contra del racismo.
El director de 'Take Shelter', 'Mud', y más recientemente, 'Midnight Special' cuenta en 'Loving' una historia de modo que se siente actual y moderna, y no como una lección de historia.
En su mayor parte trata de una relación sin control y a la vez sosegada, el drama encuentra su poder real en las dos fuertes interpretaciones de los protagonistas.
Aquí tenemos una película con el corazón en el lugar adecuado, una corrección anatómica coexistiendo con una convicción franca y directa y una creencia admirable en virtud de lo simple y minimalista...Pero este control a veces decae en ausencia, y significa que la película en sí misma no tiene la potencia retórica que promete.
Al parecer esta película de Nichols está menos interesada en su gloria que en representar lo que está bien, y aunque ofrece dos de las mejores interpretaciones en Estados Unidos de los últimos años, por parte de Joel Edgerton y Ruth Negga (ninguno de los cuales es de EEUU, siendo de Australia y Etiopía respectivamente), su impacto emocional precisamente viene dado por lo sencillo y discreto de las mismas interpretaciones.