
Un capítulo caótico que pide un descanso
Sin spoilers
Santiago Segura presenta la quinta parte de la saga Padre no hay más que uno. La trama, en sí, apenas tiene fundamento, ya que abre varios frentes y se vuelve algo caótica. Los niños han crecido un poco y se sienten muy forzados, perdiendo la gracia de entregas anteriores. Sin embargo, los más pequeños recuperan parte del encanto de las versiones previas.
El arranque de la película es muy lento y aburrido, pero, conforme pasan los minutos, la trama se vuelve algo más interesante y divertida.
Tiene un par de gags simpáticos que sostienen la película hasta el final.Lo mejor que podría hacer Santiago es darle un descanso a la saga para que regrese con más fuerza y guiones más frescos.Para pasar un rato divertido y entretenido con los niños, está bien.
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