Un insulto al espectador

Una auténtica tomadura de pelo y ridiculez vendida al espectador como una nueva Pretty Woman o El Diablo viste de Prada. Un fiasco en todos los sentidos, empezando aunque me de rabia decirlo por una pésima Sarah Jessica y un pasado Hugh Grant que debería empezar a pensarse si retirarse del cine para dejar de hacer bodrios y cargarse su poca categoría.

En las comedias románticas hay humor, aquí nada, si un mísero chiste de los que sientes verguenza ajena, ni eso. Patética labor del director Marc Lawrence. Casi desde el principio la película se hace aburrida, insoportable y con unas situaciones previsibles. Cansa y aburre.

Una burla al espectador que me alegro haya sido el fracaso que se merecía.