Choque de Roberts.

Entro al cine me siento en uno de los asientos designados y me propongo comodamente a ver una película que, en efecto, pienso que va a ser una gran película, pero distinta a lo que pensé en un principio. Pensé, es Robert Downey Jr. tendrá muchos toques de comedia, lo enfocarán de un modo cómico y todo saldrá bien al final y todos vivirán felices y comerán perdices... NO. En este drama no hay personajes con un final feliz (esto es algo que me sorprendió a la vez que me agradó de la película). Hank Palmer (Downey Jr.) es un excéntrico abogado con unos toques humorísticos mur propios del actor que lo interpreta, abogado el cuál sólo representa a personas como estafadores de hacienda o políticos corruptos, las únicas personas que le pueden pagar. En medio de un juicio Hank recibe una llamada para comunicarle que trágicamente su madre ha fallecido. Hank inmediatamente viaja solo al pueblo que le vio nacer y que le vio irse de un trágico modo. Hacía años que no veía a su padre, el juez del lugar (Duvall) por resentimientos pasados. Después del intierro de su madre Hank se dispone a irse del pueblo, pero recién embarcado en el avión Hank recibe una llamada de su hermano mayor, este le dice que su padre está en comisaría por presuntos cargos de asesinato. Inmediatamente Hank baja del avión y se embauca en la defensa judicial mas reveladora de su vida. El Juez es un drama diferente, el choque interpretativo entre Duvall y Downey es grandioso así como el principio, nudo y desenlace de la película.