Cuando los juguetes cobran vida más que nunca.

De siempre, me encantaba la idea de que (después de ver "Toy Story" y "Toy Story 2") se realizara una tercera película; y después de varios años, lo hicieron. Lo mejor de todo no fue el hecho de realizar la tercera parte de una de mis película favoritas y que más recuerdos me traía; lo mejor de todo fue que la tercera parte superaba con creces a las dos anteriores. Además, fui a verla al cine el día de su estreno, lo que hizo que entrara en la sala con más expectativas que nunca; y cuando salí, salí más contento que nunca. Habían conseguido lo imposible; las secuelas no suelen superar a la original (y menos una tercera parte) pero "Toy Story 3" se llevó la enhorabuena del mundo entero. A parte de que, claramente, a todos los niños les habrá encantado la película, a los más adultos les hacía viajar atrás en el tiempo, a su infancia, consiguiendo que vivieran una experiencia inexplicable, con unos niveles de felicidad altísimos. No puedo hacer nada más que elogiar y aplaudir a esta maravillosa película; y decirle gracias, gracias por este regalo inolvidable.