comedia normalita para pasar un rato algo más que aceptable

Casi ocho meses después de su estreno en Francia, logrando posicionarse como la película más vista del país vecino, llega a nuestras pantallas "Les Seigneurs" (Los señores) que aquí se ha decidido traducir por "Un gran equipo".

La película cuenta la historia de Patrick Orbera, una antigua estrella de fútbol, que ve cómo a los cincuenta años ha fracasado estrepitosamente en su intento de dar un nuevo giro a su vida. Sin empleo, alcohólico y arruinado, ya no tiene ni siquiera el derecho de ver a su hija. Obligado por una jueza a encontrar un empleo estable, su única salida es ir a una pequeña isla bretona para entrenar al equipo de fútbol local. Si ganan los próximos tres partidos reunirán el dinero suficiente para salvar de la bancarrota la fábrica de la isla, en la que trabaja la mitad de la población.

El film parte de una premisa que promete y es la infalible historia del perdedor, con gran éxito en el pasado, que se redime de sus faltas y, con esfuerzo, lucha y actitud, logra un objetivo casi imposible de alcanzar, con el consecuente final apoteósico. Así de fácil. Lo malo es que la película se torna tan simple y sencilla como la premisa.

El arranque de la historia es muy bueno y te crea unas expectativas que poco a poco sabes que no va a cumplir. Los actores están bien pero son tópicos andantes, tanto los futbolistas como la gente de la isla. Tiene momentos muy divertidos y resulta en su conjunto entretenida pero, a medida que la historia avanza, tienes la sensación que le falta algo.