Teatro, puro teatro

Cuando los norteamericanos o ingleses se ponen a hacer teatro en cine siempre lo bordan. Son los maestros de una larga tradición en los escenarios, y unos virtuosos en trasladarlo al cine o televisión. Esta obra de Woody Allen la enmarcaría en este saber hacer que nos proporciona placer, pero que también nos enseña o recuerda mucho de la naturaleza humana más genuina y por ende nos incomoda y hace pensar. Eugene O´Neil, Arthur Miller o Tenesse Williams podrían haber firmado esta película con orgullo.