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CLUB DE CINE

'El truco final': un obsesivo duelo por la perfección

Christopher Nolan enfrenta a dos magos en busca del éxito en este sugestivo film injustamente considerado menor en su filmografía.

Por Jorge R. Tadeo 19 de Julio 2012 | 10:30

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En vísperas del estreno en España de 'El caballero oscuro: la leyenda renace' recordamos uno de los más sugerentes, originales y también infravalorados films de la corta pero interesantísima filmografía de Christopher Nolan. Fue justamente entre el rodaje de las dos primeras entregas de la nueva saga de 'Batman' cuando Nolan emprendió, junto a su hermano y habitual colaborador Jonathan, la adaptación de la novela 'The prestige' escrita por el británico Christopher Priest en 1995.

Ambientada en Londres a finales del siglo XIX, 'El truco final' cuenta el enfermizo duelo de dos magos por superarse y alcanzar fama y reconocimiento. Robert Angier (Hugh Jackman) es un ilusionista consagrado, mientras el creativo y esforzado Alfred Borden (Christian Bale) carece de la habilidad para materializar sus ambiciosas ideas. Tras colaborar juntos con resultados fallidos, intentarán por separado superar al otro, entrando en un obsesiva espiral de ambición sin límites por imponerse al adversario, que irá más allá del mero espectáculo.

 Christian Bale y Rebecca Hall

La película tiene un acabado visual impecable (su fotografía y su dirección artística fueron candidatas al Oscar), algo que no es nuevo en el cine de Nolan. Como tampoco es nuevo en él un guion complejo, con múltiples lecturas, y unos protagonistas atrapados en una obsesión autodestructiva y traumática como los de 'Memento', 'Origen', 'Insomnio'... Y como también es tradición en el cineasta que nos atañe, 'El truco final' es un film que conviene ver en más de una ocasión para captar todos sus matices, detalles y sutilezas.

Tildado de 'menor' en la filmografía de Nolan, contiene sin embargo muchas de las virtudes de su cine. Por encima de todas la complejidad conceptual, pues más allá de ser un mero relato de época alrededor de los misterios del mundo de la magia (lo que se limitaba a ser la aceptable pero mucho menos ambiciosa 'El ilusionista', estrenada el mismo año), 'El truco final' va desplegando sus sorpresas y sus capas de manera dosificada hasta el desenlace, que algunos consideran previsible, pero al mismo tiempo se erige en un estimulante juego de espejos entre los trucos que llevan a cabo sus personajes y la propia estructura del film, que funciona como un espectáculo de magia (maniobras de distracción incluídas).

 Los protagonistas de El truco final

Magos con reflejo real

Y siguiendo con los juegos de espejos, no es un detalle menor en el film, ni una subtrama casual, la que atañe al físico Nikola Tesla. El duelo entre magos se convierte en un reflejo del enfrentamiento real acontecido entre el propio Tesla y Edison en la misma época en la que transcurre la película y conocido 'La Guerra de las Corrientes'. Edison y Tesla (como Angier y Borden) colaboraron y pusieron en comun sus conocimientos para posteriormente entrar en un intenso enfrentamiento por aplicar sus respectivos descubrimientos sobre almacenamiento y distribución de la electricidad (la corriente continua frente la corriente alterna).

Tesla, interpretado en el film por David Bowie, irrumpe en la narración como inventor de un aparato eléctrico utilizado en sus trucos por el personaje de Jackman, que permite la teletransportación, aunque con algun problemático efecto colateral que no desvelaremos y que permite a Nolan ahondar en otro de sus temas favoritos: el de las identidades múltiples. Y el cinéfilo avispado, puede aventurar también viendo la deriva del film, un probable guiño autoreferencial de los hermanos Nolan, divertidos con la idea de verse ellos mismos reflejados en la trama de la novela que adaptan (de nuevo el juego de espejos).

 Hugh Jackman en El truco final

Por si no fuese suficiente tan sugestivo material, Nolan demuestra en 'El truco final' que sabe cómo añadir a sus relatos alambicados y conceptualmente complejos, el componente emocional necesario (por ejemplo la preciosa historia de amor 'bipolar' entre Bale y Rebecca Hall) para que el resultado no sea un artefacto brillante pero frío. Si la historia interesa y el espectador se deja fascinar por sus secretos y sus giros, es porque sus personajes (y los estupendos actores contribuyen) nos resultan cercanos, reales y sus sentimientos nunca nos son ajenos, aunque quizá estemos durante gran parte del metraje más alejados del personaje de Bale que del de Jackman, pues el primero no muestra todas sus cartas hasta el revelador desenlace.

Es por tanto 'El truco final' un film muy notable, reivindicable y que no conviene olvidar dentro de la filmografía de uno de los cineastas mas brillantes del actual panorama hollywoodiense. Un elaborado truco en el que importa tanto resolución como su presentación y elaboración previa. En definitiva, una estupenda película. Puro Nolan.