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CRÍTICA

'Julieta': la insospechada virtud del dolor

Crítica de 'Julieta', nuevo trabajo de Pedro Almodóvar y regreso a uno de los géneros que más premios le ha granjeado: el melodrama.

Por Pedro Gómez Alberdi 8 de Abril 2016 | 11:27

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'Julieta', nueva película de Pedro Almodóvar, está basada en tres relatos de la autora ganadora de un Nobel Alice Munro: 'Destino', 'Pronto' y 'Silencio'. Conviene recordar que en un principio la película iba a llamarse 'Silencio', pero que en el último momento decidió cambiarse al título actual por diferentes razones. Aquel título descartado acaso resumía mejor el alma de esta película profundamente emocional que habla sobre los límites del dolor y sobre las tretas a las que recurrimos para enfrentarlo.

El nuevo título hace referencia al nombre de su protagonista, un 'Julieta' que recuerda a la trágica obra de teatro shakespeariana. Haya o no una conexión con la obra de Shakespeare, la realidad es que Julieta es una mujer que parece siempre acechada por la fatalidad. Su trabajo como profesora de literatura clásica, su afición por las tragedias griegas, contribuyen a envolverla en esa nube de desastre inminente. A lo largo de la película descubriremos como nuestras premoniciones más pesimistas apenas se aproximan a la realidad que Julieta terminará viviendo.

 Julieta 1

'Julieta' nos cuenta la historia de una hija, amante, madre y más tarde abuela, y lo hace a través de las pérdidas que van marcando su vida. El grueso de la película lo ocupa un extenso flashback en el que 'Julieta' libera a los fantasmas del pasado; mediante la escritura de una suerte de diario la Julieta del presente nos va contando cómo llegó a su situación actual. Un encuentro fortuito con Beatriz (Michelle Jenner) destruye el delicado equilibrio que se había construido. Un interrogante se le lanza al espectador: ¿por qué la mención de esa hija ausente altera tanto a la protagonista? Sus ojos se inundan de emoción al escuchar su nombre y acto seguido cancela todos sus planes de trasladarse a vivir con su pareja Lorenzo (Dario Grandinetti) a Portugal. En algunas imágenes promocionales de la película podíamos ver cómo Emma Suárez colocaba un dedo sobre los labios de Adriana Ugarte. Este silencio simbólico que Julieta le ha impuesto a su pasado será clausurado cuando el personaje empiece a redactar el diario.

La vida de Julieta se cimenta sobre ausencias. Primero la de su madre, que se consume por la enfermedad ante la aparente indiferencia del padre, después la de Xoan, su amor, y por último la de su hija, esa ausencia que ha conseguido enterrar durante años pero que inexorablemente regresa. Uno de los mayores méritos de la película es el de narrar todos estos hechos devastadores manteniendo en todo momento un tono muy sobrio, una especie de depuración emocional que acaso la hace parecer más verdadera y que apunta a una rigurosidad alejada de sentimentalismos.

Se escribe sobre esta película que quizá sea la película de Almodóvar más perfecta, y puede que sea así, pero su refinamiento puede terminar resultando insatisfactoriamente convencional. 'Julieta' es una buena película, pero no una película excelente, y no sorprende como en su día lo hicieron 'Todo sobre mi madre' o 'Volver'. Se intuye un Almodóvar maduro, menos transgresor, más contenido y dominante de su estilo, pero quizás por eso también más aburrido.

 Julieta 2

El Almodóvar más preciso

Considero que esta puede ser una de las películas de Almodóvar más difíciles de valorar objetivamente, puesto que si bien su calidad es indiscutible, precisamente se echa en falta un poco del caos y la espontaneidad inherente a la filmografía del manchego, aquellos rasgos que lo colocaron en la posición que ahora ocupa. Es evidente la evolución del director hacia un cine más preciso, en el que da la impresión de que no sobra ni falta nada, pero que en última instancia parece un poco frío.

La historia de 'Julieta', de una intensidad que pugna por no decaer en ningún momento, puede terminar por cansar al público. El problema de renunciar a los puntos álgidos en la estructura, a querer mantener la tensión dramática durante cada instante de la película, es que puede que el espectador se acostumbre a esta sensación y termine por sentir indiferencia cuando un suceso pretendidamente desgarrador se desarrolle en la pantalla.

Aún así, el film es un compendio de virtudes: aunque el argumento podría resultar no demasiado innovador o interesante, sí es cierto que el guión de Almodóvar es magistral. La estructura funciona perfectamente, y a pesar de los saltos en el tiempo el espectador no pierde en ningún momento el curso de la narración. Como siempre en el cine de Almodóvar hay algún dialogo que chirría por su impostura o su cadencia más cercana a lo literario, pero en general las interpretaciones son absolutamente convincentes. Se aprecia una dirección de actores exquisita, en la que cada integrante del elenco tiene oportunidad de lucirse sin grandes aspavientos ni discursos. Y es que si el guión de 'Julieta' se caracteriza por algo es por su concreción.

 Julieta 3

Tanto Emma Suárez como Adriana Ugarte están magníficas, y es cierto que el director consigue que a partir de cierto punto las aceptemos sin dificultad como una única persona, a pesar de las evidentes diferencias físicas de las actrices.

Fotografía impecable, montaje certero, música de Alberto Iglesias particularmente bonita, minucioso diseño de producción, la película aúna una serie de elementos exteriores categóricamente irreprochables. En cualquier caso, si por cualquier motivo no consigues conectar con la historia, cabe la posibilidad de que el flamante envoltorio no te conmueva.

Algunas críticas han señalado que la película podría haberse beneficiado de algún tipo de contrapunto cómico, pero desde mi punto de vista a la narración le falta suspense. El estilo con el que se nos cuenta la historia, eminentemente expositivo y renunciando a la sorpresa, puede provocar que inevitablemente perdamos interés por lo que se nos está contando. Creo que un tipo de historia como la de 'Julieta' puede aprovechar más sus elementos de misterio para capturar la intriga del espectador.

Al final de este tortuoso viaje si alguna certeza nos queda es que la desgracia puede sobrevenir en cualquier momento, y que si el dolor tiene el poder de alejar a las personas finalmente también tiene el poder de volver a unirlas.

Nota: 6/10

Lo mejor: Su precisión.

Lo peor: Que puedas echar de menos al antiguo Almodóvar.

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