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CRÍTICA

'Underworld: Guerras de sangre': La ambición del poder

Quinta entrega de la saga 'Underworld', donde Kate Beckinsale vuelve a dar vida a Selene, una de las guerreras de la muerte más infalibles. En cines el 13 de enero.

Por Diego Alfonso Pizarro Da Costa 13 de Enero 2017 | 12:45

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Tras una espera de varios años, llega la quinta parte de 'Underworld'. Es cierto que esta franquicia cinematográfica siempre ha estado marcada por dejar un intervalo de 3 años entre una parte y otra, pero por fin tenemos la última parte sobre las aventuras de Selene. Anna Foerster ha sido la encargada de dirigir 'Underworld: Guerras de sangre'. Kate Beckinsale vuelve a ponerse en la piel de la famosa vampiro. Junto a ella, volvemos a ver caras que vimos en filmes anteriores como Theo James o Charles Dance.

La película retoma la historia tiempo después de los eventos ocurridos en 'Underworld: El despertar'. Selene se ha convertido en el objetivo tanto de licántropos como de vampiros, ambas especies buscan algo en común: a Eve, la hija de Michael y Selene. Los vampiros van perdiendo terreno, en especial tras la llegada de Marius, el nuevo jefe de los licántropos. Una sucesión de intrigas y traiciones harán que Selene tenga que volver a poner en riesgo su vida en una guerra que puede que nunca tenga fin.

 'Underworld: Guerras de sangre'

Tener una saga cinematográfica es un proceso complejo, en especial cuando se estira demasiado el chicle. 'Underworld' empezó muy bien en su primera entrega, pero tras cinco películas, en total, ya se ha hecho demasiado notorio el desgaste que tiene la franquicia. 'Underworld: Guerras de sangre' se ha convertido en una sucesión de eventos por sorpresa que no terminan de cuajar ni de convertirse en verosímiles en la línea narrativa de la historia. Da la sensación que al haberse terminado las ideas principales, han tenido que sacarse de la manga nuevos detalles de los personajes que anteriormente no existían y que curiosamente, ahora llegan a su memoria. Unos vacíos de guion que se hacen demasiado visibles en la historia, provocando una película bastante floja a dicho nivel. Y si falla la historia, poco se puede hacer con el resto.

Se puede observar que las intenciones han sido buenas, pero se quedan en un cometido que no llega a buen cauce. El ritmo de la historia comienza paulatinamente, pero acaba acelerándose en el clímax de la película, lo que da la sensación de que terminaron el film con prisas y como pudieron. Y como siempre se suele decir, siempre es mejor despacio y con buena letra que entregar un trabajo mal hecho. 'Underworld: Guerras de sangre' podría convertirse en la peor película de la saga, pero no se puede negar que 'Underworld: La rebelión de los licántropos' es la más olvidable de todas y la que realmente no encaja con la franquicia. Aun así, para ser, en un principio, el final de esta serie de películas, deja mucho que desear su resultado y no está a la altura de lo que se ha ido prometiendo durante todos estos años. Se sabe que ya flaqueó bastante la saga en su cuarta película, pero aun así, podrían haberse replanteado esta última entrega, que es peor que su predecesora.

 'Underworld: Guerras de sangre'

Kate Beckinsale se convierte en lo mejor de la película con diferencia. Tal vez sea la única razón por la que merece ir al cine a ver 'Underworld: Guerras de sangre'. Como si no hubieran pasado más de 10 años desde el primer film, Beckinsale sigue estando estupenda como Selene. La actriz no deja la esencia de ese personaje en ningún momento y aunque la historia flaquee y sea un sinsentido en algunas ocasiones, su interpretación ayuda bastante en la acción. Como película de ciencia ficción y acción, no faltan las escenas de peleas, batallas y violencia por doquier, pero sin duda, las mejores batallas son las que libra Beckinsale, aunque cabe decir que hay alguna que otra muerte que no está a la altura de anteriores películas. Hubiera sido interesante aprovechar la capacidad de la actriz de 'Absolutamente todo' para traernos una Selene más fuerte, más madura y más profunda, pero desgraciadamente, se queda en un plano superficial.

Su partenaire Theo James, que vuelve a interpretar a David, pese a no chirriar y ser una buena contraparte, hay algo que hace que siga sin cuajar con la película. Tal vez es el intento que han querido darnos durante la cuarta y esta parte de posible sustituto de Michael. Le falta esencia propia y el actor no parece estar cómodo con su personaje. No se puede negar que su esfuerzo es visible, pero ya recuerda a personajes que realizado anteriormente como Cuatro en 'La serie Divergente'. No otorga una actuación distinta, algo que haga que pienses que James es ese David, sino que perfectamente podrías trasladarlo a otra película y sería igual. Esto no pasa con Tobias Menzies, que interpreta a Marius, el nuevo líder licántropo. El actor británico recoge perfectamente el testigo de anteriores villanos de la saga, es tal vez, junto a Beckinsale, de lo mejor de la película. Una interpretación fuerte, un personaje interesante, que no se saca partido, y alguien que puede hacer frente a la presencia de Selene en pantalla.

Una imagen impactante

En el plano técnico, se puede ver que se trata de una realización de gran envergadura y se ha aprovechado este presupuesto. La imagen nos vuelve a transportar a ese gélido universo gobernado por vampiros y licántropos. Los escenarios son impresionantes, en especial la comunidad de vampiros del Norte. Los efectos especiales han mejorado muchísimo y se puede observar el gran avance tecnológico entre las películas anteriores y esta. No se puede decir que haya una realización de planos muy rebuscada, pero a nivel de dirección artística, iluminación, maquillaje y vestuario, se puede ver un gran trabajo que ha obtenido sus frutos. Si 'Underworld: Guerras de sangre' hace aguas por todos los lados a nivel de historia, a nivel técnico demuestra que está a la altura de superproducciones de Hollywood. Una pena no haberlo aprovechado.

 'Underworld: Guerras de sangre'

Profundizando en las escenas de acción, la realidad es que han perdido un poco el fuelle que tenían anteriormente. Antes eran enfrentamientos que podían mantenerte pegado a la silla, pero en esta quinta entrega son bastante predecibles y con un desenlace rápido y nada espectacular. Ha faltado esa tensión necesaria, dar mayor juego con los personajes que intervienen en ello y sobre todo, ser sinceros con la esencia del film. Si no va a ser una buena historia, por lo menos centrarse en la parte de entretenimiento, pero también ha estado descuidada. Es cierto que nunca hemos presenciado batallas que fueran a quedar en los anales de la historia del cine en esta saga, pero por lo menos tenían una gran importancia dentro de su película, mientras que aquí no se ha trabajado lo suficiente en ellas.

'Underworld: Guerras de sangre' es la película más floja de todas las protagonizadas por la historia de Selene. Un guion que tiene incoherencias narrativas palpables, una historia demasiado accidentada y con elementos puestos con calzador para poder continuar la saga. Un ejemplo muy claro de lo desgastada que esta ya esta franquicia y la necesidad de dejarla morir o reinventarse totalmente. Un ritmo acelerado en las partes importantes y neutral en la primera parte de la película. Una quinta parte que prometía ser el final de toda una saga, pero que se convierte en una más, como lleva ocurriendo en esta franquicia desde el tercer film. Tal vez sea hora de dejar descansar a Selene y dar una nueva oportunidad a otra saga de vampiros y licántropos. Una retirada a tiempo es una victoria.

En cines el 13 de enero de 2017.

Nota: 4

Lo mejor: Kate Beckinsale y Kate Beckinsale.

Lo peor: Los grandes agujeros y vacíos que tiene la historia.

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