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CRÍTICA

'15 años y un día': La familia y sus traumas

Gracia Querejeta ganó el festival de Málaga con un estimable film dedicado a su fallecido padre, en el que reincide en sus temas habituales: la familia, la adolescencia y el pasado mal enterrado.

Por Jorge R. Tadeo 13 de Junio 2013 | 23:00

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Hace unos días conocíamos la triste noticia de la muerte de Elías Querejeta, uno de los productores más importantes de la historia del cine español. Caprichos del destino, su fallecimiento llegaba el mismo fin de semana en que su hija, la interesantísima directora Gracia Querejeta, estrenaba en los cines españoles su último y premiado trabajo '15 años y un día', precisamente dedicado a su padre en un rótulo pre-créditos finales, siendo además el primero de los films que la directora rodaba sin contar con el apoyo paterno en la producción.

La película, triunfadora en la última edición del Festival de Málaga, vuelve a los lugares comunes, los intereses y obsesiones de su directora; principalmente la familia -con sus miserias y grandezas- la adolescencia y el miedo a afrontar el pasado que genera traumas presentes. Temas que ya trataba en otros de sus títulos clave como 'Héctor' o 'Siete mesas de billar francés'.

'15 años y un día': La familia y sus traumas

Cuenta de nuevo con Maribel Verdú como inestimable aliada. La actriz da vida a una madre esforzada pero llena de dudas y que arrastra un trauma familiar contra el que lucha mientras lo oculta. Tiene que hacer frente a su rebelde hijo adolescente (un más que correcto Arón Piper), un joven conflictivo al que expulsan del instituto tras una serie de actos violentos y al que su madre decide enviar a pasar una temporada con su abuelo ex-militar.

Aquí entrará en juego el jugoso personaje de Tito Valverde (estupenda recuperación para el cine de este conocido rostro televisivo), un hombre fiel a unos firmes ideales que parecen de otra época, moralmente insobornable, pero que no escapa a la enfermedad común del miedo cuando se trata de avanzar en su relación con una agente de policía más joven que él, interpretada por una notable Belén López.

Cine a ras de suelo

Surge de esta amalgama de personajes aquejados de dudas, temores e impotencias, pero que nunca pierden la esperanza, un retrato humano real y (casi siempre) creíble, que se atreve a ahondar en temas sociales sin dejar de afirmarse como relato emocional de peso. Quizá lo único que flaquea un poco en el guion, es la irrupción de la trama criminal, o más bien su desarrollo un tanto abrupto en la escritura, que aleja el film de ese agradecible nivel 'a ras de suelo' que la directora nos ofrece en el resto del film.

'15 años y un día': La familia y sus traumas

Es interesante cómo Querejeta plantea la idea de la adolescencia como una etapa de incertidumbre futura, retroalimentada por unos adultos que les ocultan acontecimientos pasados con supuesta intención de protegerse. Esta contraposición de la que surge finalmente una homogeneidad en las dudas y miedos entre el mundo adulto y la etapa previa a la madurez, resulta reveladora y muy bien expuesta por la cineasta.

Y es en resumen '15 años y un día' una muestra de buen cine español, de buen cine en general, escrito con sentimiento y coherencia, interpretado con convicción por un elenco notable y llevado con buen ritmo por su directora. Recomendable.

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