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CRÍTICA

'Cuento de invierno': El peor regalo para San Valentín

Akiva Goldsman debuta en el campo de la dirección con este engendro que mezcla una historia de amor cursi con unas intenciones de transcendencia ridículas. Ya en cines.

Por Adrián Lavado Moreno 15 de Febrero 2014 | 09:00

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El día de San Valentín ha llegado y como cada año la cartelera nos tiene preparado un producto destinado a llevar al cine a las parejas de enamorados. 'Cuento de invierno' supone el debut en la dirección de Akiva Goldsman, uno de los guionistas más poderosos de Hollywood, gracias al éxito de muchas de sus producciones aunque pocas veces hayan destacado éstas por su calidad. La pluma detrás de películas como 'Batman y Robin' o 'Soy leyenda' ha conseguido sacar adelante la adaptación a la gran pantalla de la novela de Mark Helprin, contando para ello con un conocido reparto y un holgado presupuesto, para ofrecer una película que con toda seguridad se encontrará entre las peores de 2014.

'Cuento de invierno'

Estoy seguro que el material del que parte Goldsman tendrá gran parte de culpa del resultado final, pero la incapacidad del guionista de sacar algo provechoso del batiburrillo de ideas diversas sobre el amor y la misión intrínseca de cualquier ser humano de ayudar a los demás y ser buenas personas es imperdonable. En 'Cuento de invierno' veremos una gran cantidad de sinsentidos, con demonios, ángeles y milagros incluidos, que parecen jugar en una liga completamente aparte de la historia de amor central.

La historia de amor de un ladrón huérfano y como no, de gran corazón, que se enamora de una chica enferma, casta y virginal puede hacer una idea al espectador del tipo de romance que ofrece la película. Lugares comunes plagados de azúcar acompañados por unas situaciones y diálogos cursis y melifluos. Clama al cielo, que una película que dedica dos tercios de su metraje a desarrollar una historia de amor no sepa ni tan siquiera transmitir un poco de ternura y compasión por las desventuras de la pareja de enamorados. El romance es tan cursi y trivial que, pese a los eternos minutos, no es más que una postal.

Los obstáculos vendrán de la mano de un tipo con cara de malote y sus esbirros que harán todo lo posible por dar caza al ladrón con el corazón roto por la joven tísica. Para darle un poco de emoción al asunto, este villano se nos presenta como un demonio a los servicios de Lucifer que intenta impedir una de las resoluciones más bochornosas para una historia vista jamás. La impostada transcendencia de baratillo estará subrayada por una voz en off, y es que la trama está tan llena de situaciones que te dejan descolocado, que es mejor que alguien recuerde al principio y al final cuál es el objetivo último de esta película.

Como director Goldsman cumple la mera función de poner la cámara delante de los actores y recrearse en la notable dirección artística y vestuario que el holgado presupuesto le ha brindado. 'Cuento de invierno' también cuenta con unas injustificadas escenas de acción que poco aportan y que parecen estar ahí para animar un poco el cotarro y que la gente no acabe echándose la siesta.

'Cuento de invierno'

¿Alguien se había leído el guion?

Da pena ver en este berenjenal a los actores que forman parte de su reparto. No sé si la necesidad de trabajar en una gran producción o la amistad que les une con Goldsman ha sido la culpable de que ninguno haya rechazado participar en 'Cuento de invierno' después de leerse el libreto. Aunque ninguno de ellos esté mal, lo que tienen entre manos no hay por dónde cogerlo. Colin Farrell haciendo de joven bondadoso de 21 años, Jennifer Connelly que pasaba por allí y se quedó, Russell Crowe en el papel más ridículo de su carrera y Eva Marie Saint, actriz a la que llevábamos bastante tiempo sin ver y que tiene que defender el personaje de una mujer que trabaja como editora jefe en un periódico con 109 años...

Mención especial merece Jessica Brown Findlay, joven inglesa conocida por la serie 'Downton Abbey', que insufla algo de ternura a su personaje y deja constancia que puede llegar a ser una gran estrella en el futuro. Esperamos que le envíen guiones mejores. En definitiva, si vuestra pareja os propone ir al cine a ver 'Cuento de invierno', sería el momento de plantearse romper la relación que pasar por el aro de ver semejante despropósito.