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CRÍTICA

'Las aventuras de Peabody y Sherman': La madurez de DreamWorks

Los sketches animados de los años 60 se convierten en una aventura muy entretenida que pretende despertar la curiosidad de los niños por la Historia, y tiene las claves para lograrlo.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 4 de Marzo 2014 | 10:13
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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El sector del cine de animación se está poniendo muy interesante. Pixar y Ghibli siguen siendo las favoritas de los más exigentes, pero hay muchos estudios pisando fuerte muy cerca, sobre todo de la primera, que se encuentra en un "parón" forzoso, y que ha vuelto a abusar de las secuelas últimamente. DreamWorks ha sido siempre la oferta más blockbuster, plagada de aventuras llenas de chascarrillos y poco más, efectivos, pero simples. Sin embargo, propuestas como 'Cómo entrenar a tu dragón' y 'Los Croods' invitan a pensar que el estudio está despertando, y piensa plantar cara con todo lo que tienen.

Las aventuras de Peabody y Sherman

'Las aventuras de Peabody y Sherman' sigue, por suerte, en esa línea de calidad que la aleja de la aventura poco original, destinada a vender juguetes en los restaurantes de comida rápida. Basada en una series de sketches emitidos en los 60, esta película está protagonizada por el perro más inteligente del mundo. Ganador del Nobel e inventor en sus ratos libres, este simpático genio quiso buscar un nuevo reto y se lanzó a la aventura de ser padre. Es el primer día de colegio de Sherman, y ya ha conseguido meterse en líos. Peabody organizará una cena con los padres de Penny, la niña que se metió en una pelea con su hijo, para arreglar las cosas sin involucrar a servicios sociales. Pero las travesuras de Penny y Sherman alcanzarán proporciones cronológicas.

Rob Minkoff, codirector de 'El rey león', firma esta película en la que por fin, DreamWorks no toma a los niños por idiotas. Acostumbrados a sus películas vacías de todo intento de retar al intelecto de los más pequeños, este largometraje deja siempre patente su intención de despertar el interés de los niños por la Historia, trayendo de vuelta un argumento con tantas posibilidades como son los viajes en el tiempo. A lo largo de la película viajaremos por distintas épocas, del Antiguo Egipto al Renacimiento o la Revolución Francesa, y conoceremos a sus protagonistas. Todos ellos se mezclan en una aventura entretenidísima, con muchos guiños a la aventura clásica al estilo Indiana Jones.

Las aventuras de Peabody y Sherman
Ese espíritu de acción ha dado resultado a un ligero descenso del humor. Aunque por supuesto seguiremos teniendo chistes para los más pequeños, guiños para los mayores (ojo a Bill Clinton) y personajes secundarios con mucho carisma, la aventura se ha comido gran parte de los momentos absurdos, tan típicos en el cine infantil. Reiremos lo suficiente, pero pesarán mucho más los líos en los que se meten Sherman y Penny (y por extensión Peabody) en esta historia. Aunque no deja de ser una cinta bastante centrada en el público infante, los adultos podrán meterse de lleno en el "vuelta atrás" con sus hijos para disfrutar de una película amena, predecible, pero curiosa y bien narrada. Técnicamente, la animación de la película está muy lograda, con escenarios llenos de detalles y personalidad propia. Los personajes cumplen también con nota, quedando bien compensados el realismo con el estilo de dibujo animado.

Cultivar la mente (por fin)

La gran baza que traen este perro y su hijo es la recuperación del enfoque de película educativa para niños. Muchas otras películas infantiles han sido creadas para educar el alma de los más pequeños, con moralejas que aprender, pero por fin tenemos el ejemplo de un filme que pretende cultivar el intelecto de los niños. Y lo hace de una forma muy interesante, daría para muchas secuelas descubriendo nuevas épocas del pasado. Los personajes históricos están bien incluidos en el argumento, dando pinceladas de su personalidad y la razón por la que se estudian en los colegios. El "elenco" de 'Las aventuras de Peabody y Sherman' está bien equilibrado con el cuasi humor británico de Peabody, la inocencia de Sherman y los chistes más típicos de los secundarios. Eso sí, les falta un poco de chispa para convertirse en la nueva moda en el patio del colegio.

'Las aventuras de Peabody y Sherman' es una cita cinematográfica más que recomendable para aquellos padres que quieran que sus hijos sean picados por el gusanillo de la curiosidad. El enfoque más educativo se mezcla muy bien con el toque aventurero, sin perder la oportunidad de mostrar diferentes valores o la realidad de las familias con hijos adoptivos. Esta película mantiene la línea que DreamWorks abrió con 'Cómo entrenar a tu dragón', situándoles de nuevo en una posición preferente en lo que a aventuras animadas se trata. Este camino les puede dar muchas alegrías, y también nos las darían a nosotros. Pero, en este caso, si al menos un niño sale de la sala con miles de preguntas sobre el Renacimiento o la guerra de Troya, eso ya será todo un triunfo.

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