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CRÍTICA

'Al filo del mañana': Electrizante paradoja temporal

Tom Cruise y Emily Blunt protagonizan una frenética aventura de ciencia ficción con alienígenas y trajes robot, todo en un mismo e infinito día a modo de 'Atrapado en el tiempo'.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 29 de Mayo 2014 | 09:30

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¿Qué harías si repitieras el mismo día una y otra vez? Esta temática fue tratada de manera magistral en la genial 'Atrapado en el tiempo', ese largometraje de comedia protagonizado por el inmortal Bill Murray y que aún hoy puede sacarse a colación en una conversación cinéfila y no serán pocas las sonrisas que provoque el recordarlo. Sin duda, 'Al filo del mañana' es comparada desde su primera sinopsis con la obra de Harold Ramis, solo que en esta ocasión todo se vuelve más oscuro y es una auténtica delicia para los amantes de la ciencia ficción al sumar tres pilares en uno: alienígenas, trajes robotizados y paradojas temporales. Pero que no nos engañe solo su premisa sobre el papel, sino que también nos encontramos con una de las películas más acertadas de Tom Cruise de los últimos años, además de demostrar que Emily Blunt es una brillante heroína y sobre todo, porque cuenta con escenas que harán que no podamos despegarnos de la butaca por su ritmo endiablado. Que gustazo es saber cuando va a caer la primera bomba.

'Al filo del mañana': Electrizante paradoja temporal

La sinopsis del filme, basado en el manga 'All You Need Is Kill' reza: El Teniente Coronel Bill Cage es un oficial que, sin haber participado nunca en combate, es repentinamente enviado a una misión poco menos que suicida. A Cage le matan en unos minutos, y después se encuentra inexplicablemente metido dentro de un bucle del tiempo, condenándole a revivir el mismo combate brutal una y otra vez. Pero con cada repetición, Cage llega a ser más habilidoso en la lucha contra los adversarios, junto con la combatiente de las Fuerzas Especiales Rita Vrataski. A medida que Cage y Rita combaten contra los alienígenas, cada batalla repetida se convierte en una nueva oportunidad para vencer al enemigo.

La evolución de Tom Cruise a lo largo de todo el metraje es apabullante, no solo por un comienzo donde literalmente deseamos verle muerto, sino porque poco a poco logra ganarse la simpatía del espectador cuanto más sabe de lo que va a ocurrir, siendo las escenas en las que el personaje sabe en todo momento lo que va a pasar lo más ágil y entretenido de su trabajo, que no solo logra convencer, sino también atrapar y consigue que lo que le ocurre en pantalla sea digno de mención.

Lejos de una interpretación más plana, en esta producción se nota que el actor está con un realizador que sabe dirigirle, que le ofrece momentos realmente acertados y lejos de hacer de su imagen algo repelente, consigue otorgar a su personaje de una carisma especial, y logra que nos identifiquemos con él gracias a un guión que no pone en pantalla a un superhombre, sino más bien a un tipo normal ante una situación excepcional. Y para todos aquellos que no tengan especial apego hacia la figura del señor Cruise, tiene su punto verle morir una y otra vez.

'Al filo del mañana': Electrizante paradoja temporal

Hay que ver como llena la cámara Emily Blunt. La actriz desprende una fuerza y un saber hacer en esta largometraje que ensombrece en muchas escenas al propio Cruise, un acostumbrado a la acción por su saga 'Misión Imposible', pero que en esta ocasión tiene que pedir más que un consejo a Blunt, quien no solo ha hecho un gran trabajo físico para el metraje, sino que expone a una heroína carismática, fuerte, femenina, decidida y sin duda, un gustazo verla en pantalla y que hace lógico que no queramos verla morir nunca, ya que logra llegar al espectador de un modo muy sincero y contundente. La intérprete se muestra concentrada en todas las escenas, muy precisa y creíble, y es el contrapunto perfecto para el personaje de Cruise, con todo ello es también una de las heroínas de cine más eficaces de los últimos años, y una muestra más de su carisma natural y versatilidad interpretativa: todo un hallazgo.

El largometraje cuenta con una puesta en escena apabullante: desde el diseño de los extraterrestres hasta los trajes de los soldados, pasando por aeronaves futuristas y un campo de batalla a la altura. Se nota que el peso de su producción, de unos 178 millones de dólares, que han dotado a toda el filme con una gran consistencia y variedad de escenarios, y todo ello hace que sea mucho más fácil adentrarnos en el futuro en guerra que nos plantea. Uno de los mayores aciertos del metraje es su ritmo endiablado, que durante algunas partes hará que estemos a punto de saltar de la butaca ante todo lo que ocurre en pantalla, que no nos dejará un segundo de tregua y donde es el entretenimiento puro y duro lo que nos mantiene concentrados sin parpadear.

Esto no solo ocurre en los momentos de acción, sino que su verdadera baza son las estrategias que idea el protagonista para salvarse, lograr escapar, o simplemente adelantarse a las conversaciones: aquí reside el verdadero atractivo de este día de la marmota futurista.

'Al filo del mañana': Electrizante paradoja temporal

El día más largo

Aún con todo ello, sí es cierto que esta fórmula va perdiendo algo de su frescura a medida que avanza el largometraje, lo que hará que cada vez interese menos esa repetición que al principio resultaba tan atractiva. Sabiendo también que esto puede pasar, poco a poco los fragmentos de historia pura y dura irán ganando más peso, y estas repeticiones serán más ágiles y menos tediosas, siendo un buen arreglo ante una historia que requiere este deja vú constante, y que logra salvarlo en muchos momentos. Es todo un espectáculo el vivir el despertar y muerte de Cruise durante todo el metraje.

La historia también resuelve muchas de las dudas que van surgiendo a lo largo de su metraje, haciendo que dentro de la ilógica propia de la ciencia ficción, tengamos un oasis explicativo que hará que lo que ocurre no nos chirríe del todo, y mediante algunos cambios de rumbo inteligentes y bien ejecutados, estemos ante una película bastante redonda, llena de adrenalina, con unas interpretaciones sólidas y un ritmo realmente endiablado y satisfactorio en muchas de sus secuencias.

Nos encontramos ante un blockbuster que podía haber salido mucho peor parado en otras manos, pero que en cambio ofrece un entretenimiento puro y duro, escenas inteligentes, acción apabullante y ese enorme atractivo del repetir siempre el mismo día, porque ¿quién no lo ha soñado?