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'El niño 44': No hay asesinatos en el paraíso

Tom Hardy protagoniza junto a Naomi Rapace y Gary Oldman este thriller que lamentablemente resulta ser menos de lo que prometía. El 19 de junio llega a los cines

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 18 de Junio 2015 | 09:15

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Es extraño el contenido de 'El niño 44', en comparación al envoltorio de thriller de asesinatos que vende. Extraño por la descompensación entre lo que cuenta, con lo que debería contar y con el talento de sus narradores. Tom Hardy encabeza este reparto que completan Noomi Rapace (con quien ya coincidió en 'La Entrega'), Gary Oldman y Joel Kinnaman y aún teniendo algunos momentos de fuerte carga interpretativa y potente propuesta, el filme no cree en su verdadero potencial y se ve difuminado ante ese quiero y no puedo de mucho abarcar y poco apretar.

'El niño 44': No hay asesinatos en el paraíso

La sinopsis del largometraje nos lleva a la vida de Leo Stepanovich Demidov, un prometedor agente del MGB, el servicio secreto ruso, y su mujer Raisa cuando son acusados de un delito de traición que no han cometido. La pareja se refugia en las colinas y descubre que varios niños han sido brutalmente asesinados, un terrible episodio del que el Partido Comunista se desentiende. Leo decide emprender una investigación por su cuenta para esclarecer esas muertes, a sabiendas de que arriesga su vida y la de su mujer.

Uno de los grandes aciertos del filme es el de trasladar al espectador a los años 50 de la Rusia Comunista de Stalin. Todo el comportamiento de sus personajes, el ambiente de paranoia, violencia y desasosiego, el no poder fiarse de nadie... Todo ello provoca un poso de pesadumbre que hace realmente atractivo al filme, aunque no solo se puede vivir de la ambientación, y algunos de los fragmentos del filme no logran sostenerse en ritmo por mucho que la ambientación nos de todo el arsenal visual.

El metraje se presume demasiado dilatado para lo que se quiere contar: tarda una eternidad en entrar en escena el tema principal de la película. Este es el enorme escollo que contiene el filme, que se va demasiado por las ramas ante temas secundarios que tienen un interés, pero que no dejan de estar explotados del todo al tratarse de "entremeses" a lo que es el tema principal de los asesinatos de su sinopsis.

Lo que ocurre que es que esta expectación creada no llegua a nada cuando el tema principal no es lo suficientemente potente como para justificar la espera, en otras palabras: pasamos más de la mitad del metraje viendo una película que no tiene que ver con la que cuenta su sinopsis.

'El niño 44': No hay asesinatos en el paraíso

Potencial desaprovechado

El recalco de algunos momentos del filme con una música demasiado enfática rompe con el pulso que crean sus actores, sobre todo cuando se tiende a romantizar algunas secuencias o a dramatizar otras. Tampoco ayuda que las escenas de acción estén torpemente rodadas, siendo todo un cúmulo de planos donde no se llega a saber quién golpea a quién, quién va ganando o simplemente qué demonios está pasando.

Eso sí, cuando el filme encuentra su justo pulso, es capaz de ofrecer unas escenas especialmente potentes, casi siempre ligadas a unas sólidas interpretaciones y un Tom Hardy que merece la pena pagar por ver. Siento que esta película podía haber sido mucho más, sobre todo si se hubiera ido a fondo con su planteamiento inicial y hubiera querido abarcar menos de todo el mundo que propone.

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