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65 ANIVERSARIO

Hollywood frenopático: 65º aniversario de 'El crepúsculo de los dioses'

Recordamos la película más ácidamente sarcástica sobre los fantasmas de Hollywood, 'El crepúsculo de los dioses', en el 65º aniversario de su estreno.

Por Israel Calzado López 10 de Agosto 2015 | 18:41

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Hasta la llegada de Billy Wilder y 'El crepúsculo de los dioses', Hollywood nunca había tenido que hacer frente a sus propios fantasmas del pasado. O al menos, no de manera tan descarnada. Todo eso cambió el 10 de agosto de 1950, cuando, tras varios pases de prueba y algún que otro cambio en el montaje, llegaba a las salas esta película mordaz, satírica, entrañable y melancólica; un relato de humor negro y palpitante cinismo que cumple ahora sesenta y cinco años como un indiscutible clásico del Séptimo Arte.

1El ocaso y las estrellas

Billy Wilder

El título original, 'Sunset Blvd.', hace referencia a una de las avenidas más famosas y populares de Los Ángeles: en ella se estableció el primer estudio cinematográfico allá por 1911, y durante la década de 1920 y el boom del star-system fue la zona residencial por excelencia de las primeras estrellas del cine mudo. A finales de los años cuarenta, sin embargo, era una zona casi fantasmal, poblada de viejas mansiones decrépitas sin el esplendor de tiempos pasados. El director Billy Wilder y su guionista y productor Charles Brackett pensaron que ese era el lugar ideal para ambientar el negro retrato de Hollywood que estaban planeando. Además, el nombre les venía al pelo para el juego de palabras, ya que "sunset" significa "ocaso" o "crepúsculo".

2 Un reparto cómplice

Erich Von Stroheim, William Holden y Gloria Swanson

Con un primer tratamiento de sesenta páginas (pero aún sin guion definitivo), Paramount les dio luz verde para comenzar la preproducción y la búsqueda de actores. Para el papel de Norma Desmond, la vieja estrella de la pantalla incapaz de asumir que sus días de gloria han quedado atrás, Wilder pensó en un principio en Mae West, Pola Negri o Mary Pickford. Finalmente, por recomendación de su amigo George Cuckor, contactó con Gloria Swanson, cuya vida guardaba ciertas similitudes con la del personaje (aunque, al contrario que Desmond, Swanson sí había asumido con naturalidad su incapacidad de adaptarse al cine sonoro). Una maniobra similar se empleó para buscar a quien encarnaría al personaje de Max, el fiel mayordomo de la diva que oculta celosamente un pasado como reputado cineasta y descubridor de talentos. De nuevo realidad y ficción se confundirían en este personaje, que fue a parar a manos del austríaco Erich Von Stroheim. Como Joe Gillis, el joven y escéptico guionista que no tiene donde caerse muerto (y que termina aceptando ser el gigoló de una decrépita estrella por unos míseros cientos de dólares), en un principio fue contratado Montgomety Clift, aunque finalmente se desentendió de la película a pocas semanas del rodaje. William Holden, un actor en nómina de la Paramount sin trabajos demasiado destacados desde que debutara en 1939 con 'Sueño dorado', convenció a Wilder de que él era el candidato idóneo para el papel. El cuarto personaje principal, para el que el director buscaba "una cara nueva y fresca", recayó en la joven actriz de veintiún años Nancy Olson, que interpretaría a Betty, la colaboradora accidental (y después amante) de Gillis.

3 Hollywood vs Hollywood

Hollywood frenopático: 65º aniversario de 'El crepúsculo de los dioses'

Wilder, mucho más cínico y corrosivo que en otras ocasiones, toca diferentes teclas en 'Sunset Blvd.'. Por un lado, es evidente que quiere rendir un cariñoso homenaje a aquellas figuras que permanecían olvidadas y que hasta hacía no mucho protagonizaban los sueños de la pantalla y los grandes estrenos de alfombra roja. Por otro, sacude a la propia industria hollywoodiense, precisamente por la facilidad con la que elevan y denuestan a sus estrellas según su conveniencia económica, y lo hace sin paños calientes ni metáforas semánticas: no son pocos los nombres de actores y directores de la vida real que se nombran en el film, e incluso la propia productora de la película (y en cuyos estudios se desarrollan algunas de las mejores escenas del film), no sale excesivamente bien parada: "Si no fuera por mí, hoy Paramount no existiría", sentencia Desmond/Swanson en un momento determinado...

4 Metacine

Gloria Swanson y Cecil B. DeMille

'El crepúsculo de los dioses' no solo los cita, sino que incluso contó con la participación de algunas de esos inolvidables (pero entonces aparcados) nombres que en su día escribieron los orígenes de Hollywood con letras de oro. En una breve pero hilarante escena, Gillis representa ese menosprecio hacia las antiguas estrellas presentando a los amigos de Desmond como "las figuras de cera"; entre ellas se encuentran Buster Keaton, H.B. Warner y Anna Q. Nilsson. Hay otros momentos en los que, con toda determinación, Wilder diluye la línea que separa realidad y ficción. Destaca el momento en que Desmond y Gillis ven una de las viejas películas mudas de la estrella: las escenas que ven (vemos) pertenecen realmente a 'La reina Kelly', una accidentada producción de 1928 que protagonizó Swanson y que había dirigido... Erich Von Stroheim. También es muy notable la secuencia en la que el director Cecil B. DeMille, interpretándose a sí mismo, recibe a la olvidada estrella en uno de los platós de Paramount, en una pausa del rodaje real de 'Sansón y Dalila', film que estrenaría en 1949 y que a punto estuvo de protagonizar, curiosamente, Nancy Olson.

5 Rompiendo las reglas

William Holden

Aunque el recurso del flashback ya se había inventado en películas anteriores, Wilder rompió deliberadamente una convención narrativa al poner como narrador de la historia a un personaje que está muerto en tiempo presente. Otra de las grandes novedades fue el plano contrapicado desde dentro de la piscina con el que se nos presenta al personaje de Gillis, una toma que requirió gran destreza e imaginación por parte del director artístico, John Meehan, y del equipo de fotografía. Y, aunque no era una regla estricta, no era habitual que los actores miraran a cámara: sin embargo, en el inolvidable plano final, Norma Desmond, en pleno delirio, se dirige y habla directamente a "ese maravilloso público que permanece en la oscuridad".

6 Reacciones

Hollywood frenopático: 65º aniversario de 'El crepúsculo de los dioses'

Como cabría esperar, hubo reacciones de lo más diversas cuando se presentó el film. De entrada, Wilder decidió cambiar el prólogo, que originalmente se desarrollaba en una morgue donde los cadáveres empezaban a conversar entre ellos: esta situación provocaba tal nivel de hilaridad entre el público que rompía con la atmósfera irónica del resto de la película. Dicen que Louis B. Mayer, jefe de la Metro-Goldwin-Mayer, se abalanzó sobre el realizador tras un pase en los estudios Paramount, acusándole de escupir la mano que le daba de comer. Actrices como Mae Murray se sintieron ofendidas, pero otras como Barbara Stanwyck se rindieron ante el film y ante su compañera Swanson. Por lo general, crítica y público respondieron con entusiasmo: los primeros alabaron 'El crepúsculo de los dioses' por su descarnado retrato de un mundo de cartón-piedra (hubo quien ya vaticinó que sería una obra imprescindible en años posteriores), y los segundos respondieron en taquilla convirtiéndola en la sexta película más exitosa de 1950. Sin embargo, tal éxito no se vio refrendado en los premios de la Academia: ganó tres de los once Oscar a los que aspiraba, siendo derrotada por 'Eva al desnudo' (que partía con catorce candidaturas) en categorías principales, como Mejor Película o Mejor Director.

7 Legado

Hollywood frenopático: 65º aniversario de 'El crepúsculo de los dioses'

Tan sólo dos años después del estreno de 'Sunset Blvd.', Gene Kelly y Stanley Donen tratarían igualmente (aunque de un modo mucho más amable y optimista) el traumático paso del mudo al sonoro en la inolvidable 'Cantando bajo la lluvia' (1952); François Truffaut, heredó esa mirada cínica y antiglamourosa en 'La noche americana' (1973); Robert Altman hizo su particular puesta al día de lo que esconde la industria entre bambalinas en su aclamada 'El juego de Hollywood' (1992); y la oscarizada 'The Artist' (Michel Hazanavicius, 2011) muestra no pocas influencias del clásico de Wilder.

'El crepúsculo de los dioses' está considerada como una de las veinte obras imprescindibles del cine americano de todos los tiempos, y, desde su estreno hace seis décadas y media, cualquier película que hable de cine dentro del cine (y sobre todo, de las miserias e imperfecciones de quienes trabajan en el mundo del entretenimiento) inmediatamente es comparada con el mordaz film de Billy Wilder.

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