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CRÍTICA

'13 Horas: Los soldados secretos de Bengasi': Pretencioso drama de acción

Nueva película dirigida por Michael Bay basada en los atentados ocurridos en Libia el 11 de septiembre de 2012.

Por Jaime Fernández Gómez 25 de Febrero 2016 | 17:04

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Libia, un país consumido por la guerra, deteriorado como muchos países de Oriente Medio e inmerso en un caos difícil de solucionar a corto plazo. Tras la sombra de Gadafi, el pueblo Libio debe enfrentarse a una nueva situación que le dé las suficientes esperanzas para seguir adelante. Pero bajo las tinieblas de todo este relato se encuentra un hombre capaz de reescribir la historia, un hombre que podría asaltar los cielos si se lo propusiese. Sí, les estoy hablando de Michael Bay.

 John Krasinski en una escena en '13 Horas: los soldados secretos de Bengasi

'13 Horas: Los soldados secretos de Bengasi' narra la historia, basada en hechos reales, de seis miembros de un equipo de seguridad estadounidense que lucharon para proteger el complejo diplomático de los Estados Unidos en Libia el 11 de septiembre de 2012. Una sorprendente hazaña heroica que lamentablemente terminó siendo trágica. Estos valientes soldados son interpretados por un reparto acertado de actores como John Krasinski, James Badge Dale, Pablo Schreiber, David Dennam, Dominic Fumusa y Max Martini que, sin embargo, no sacan el máximo partido de sus posibilidades. El metraje comienza con una escena que resume, de una manera superficial, todos los acontecimientos ocurridos en Libia después de la muerte de Gadafi, aunque sirve para poner en situación al espectador. La cinta está ambientada en la ciudad de Bengasi, con unos escenarios dignos de una superproducción, creados en un gran set de filmación construido en Malta y Marruecos. En este apartado artístico los detalles están muy bien cuidados y la ambientación es meritoria, acorde con una película de estas dimensiones. Dicho esto, la trama es incoherente, confusa y algo chapucera, no se entiende cómo se pretende profundizar en la soledad humana al enfrentarse a un peligro como la guerra y no desarrollar mínimamente los sentimientos de los personajes, solo vemos su capa superficial repleta de clichés.

13 horas

La película se presenta como un drama de acción en el que Michael Bay se centra demasiado en hacer una película seria, y es precisamente en esto en lo que falla. Pretende ser un film reflexivo pero con diálogos fríos, insustanciales y situaciones inverosímiles. Es imposible tomarse la trama con seriedad si se siguen utilizando los mismos arquetipos de buenos y malos que funcionan en películas que son completamente de acción y en los western, pero no en este caso, puesto que los acontecimientos son lo suficientemente graves para haberlos manejado con ese desapego. En la primera parte se podía reconocer una cierta inspiración en 'Asalto a la comisaría del distrito 13' de John Carpenter, una excelente película de acción en la que aparecen villanos por todas partes para atacar el cuartel policial sin ningún tipo de explicación, porque no la necesita. Al final la comparación se va por el desagüe, solo comparte el 13 en el título de la cinta que esta vez si ha cumplido su papel de mal augurio, al menos en el apartado técnico, ya que en taquilla promete dar mucho que hablar. Todo lo que hace Michael Bay se convierte en oro, en oro literalmente.

Por otro lado, las escenas de acción son bastante notables. El director esto lo sabe hacer muy bien, como nos demostró en 'La Roca', que es una de sus mejores cintas junto con 'Pearl Harbor'. Los intérpretes podían dar más de sí, pero compensan las carencias evidentes del guión. En resumidas cuentas, no es sino una mímesis de una infinidad de obras del mismo calibre, con la única baza de que está producida con unos cuantos millones de más, por personas que sienten el deber de realizar, una vez más, una clara y directa propaganda pronorteamericana. Si el planteamiento se hubiera centrado en las secuencias de acción sin haberlas maquillado tan descaradamente con ese toque dramático y lacrimógeno, el resultado hubiera sido distinto. Esto sin contar las numerosas tomas en cámara lenta, que pretenden realzar a los héroes y sacar lo peor de sus enemigos. Todo finalmente insustancial.

13 horas

Sempiterno argumento

En el Séptimo Arte, la originalidad se premia solo con aplausos, pero las taquillas parecen valorar otras cosas. El panorama está marcado por películas que no contribuyen a la concepción del cine como arte, pero sí funcionan como productos de entretenimiento, que no deja de ser importante. Al final el cine es una forma de amenizar tu tiempo de la manera que prefieras, ofreciéndote que visualices lo que más te guste. Este film no es ni lo mejor ni lo peor de Michael Bay, simplemente es uno más, no se le puede calificar de otra manera, un quiero y no puedo. El grado de interés que ponga el público estadounidense ante esta película será mayor por el sentimiento patriótico que en el resto del planeta, pero es lógico. Lo que no se entiende es como este tipo de propuestas no agotan al espectador, es un ciclo eterno de películas con distinto envoltorio pero mismo contenido.

Nota: 5

Lo mejor: El oficio del director en las escenas de acción

Lo peor: Un guión sin profundidad tratado desde un punto de vista dramático que no funciona.