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CAMINO A LOS OSCAR

'Australia', el camino del exceso

La hibridación de géneros a modo de homenaje de Baz Luhrmann termina recayendo en un contínuo exceso que acabará con la paciencia de más de un espectador.

Por Óscar Martínez 20 de Febrero 2009 | 08:44

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Dirigida por Baz Luhrmann y protagonizada por Hugh Jackman, Nicole Kidman, David Wenham, Bryan Brown, Bruce Spence y Jack Thompson entre otros, 'Australia' ha sido uno de los grandes fracasos en taquilla de este año.

La película se encuentra ambientada en el Norte de Australia durante la Segunda Guerra Mundial, centrándose en una aristócrata inglesa que hereda un rancho del tamaño de Meryland, propiedad de su marido fallecido. Cuando los grandes ganaderos ingleses trazan un plan para hacerse con sus tierras, ella se alía de mala gana con un tosco conductor de ganado para conducir 2000 cabezas a través de centenares de millas de la tierra más implacable del país, solo para encontrarse con el bombardeo por parte de los japoneses a Darwin, Australia.

El camino del exceso

Nominada únicamente al mejor vestuario en la presente edición de los Oscar, 'Australia' es una película extrema en la mayoría de sus aspectos, por lo que no resulta extraño que haya desatado opiniones completamente enfrentadas.

El director de 'Moulin Rouge' ha vuelto a jugar las mismas bazas que en su galardonado musical, adaptándolo a una concepción casi megalómana de la edad de oro de Hollywood. Con ello, Australia resulta ser una curiosa hibridación de géneros, una suerte de 'Lo que el viento se llevó' o 'Lawrence de Arabia' de las Antípodas. Con el sempiterno eco del Somewhere over the Rainbow de Judie Garland como telón de fondo, Baz Luhrmann nos ofrece baldosas amarillas, un nuevo 'Pearl Harbour' y mucho más, si bien su epopéyica hibridación flirtea en extremo con la mescolanza, llegando a saturar al espectador con su constante vaivén de homenajes genéricos.

Lo cierto es que la primera mitad de 'Australia' bien podría haber dado para una sola película, quedando mortalmente escindida de su segundo arco argumental, casi una segunda parte a modo de saga familiar en la que los efectos especiales y la crítica al racismo en pro de los aborígenes -en un trasfondo ya tocado por directores como Herzog- se erige como principal temática, por encima del espectacular aunque superfluo entertainment inicial. Por desgracia, dicha crítica adornada de misticismo autóctono que fluye a lo largo y ancho de la película, no termina de funcionar del mismo modo con los diversos géneros con los que debe sometizarse, tales como el western, la comedia, la épica, el drama, el cine de aventuras o el espectacular y grandilocuente ejercicio bélico final, por lo que 'Australia' nos deja un sabor más bien agridulce, si bien una vez dejamos reposar su mastodóntico metraje, la película de Baz Luhrmann gana ciertos enteros.

Mención aparte merecen las interpretaciones tanto de Hugh Jackman como Nicole Kidman, certero y cómodo en su papel el primero, cansinamente histriónica la segunda, siendo el declarado hombre vivo más sexy del mundo el principal eje en torno al cual la película de Baz Luhrmann funciona, ejerciendo indistintamente de rudo cowboy o galán aventurero.

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