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CRÍTICA

'Migas de pan': Doloroso recuerdo

Manane Rodríguez torna la mirada hacia los tiempos de opresión en Uruguay con 'Migas de pan, protagonizada por Cecilia Roth y Justina Bustos.

Por Alejandro Rodera Herrero 7 de Diciembre 2016 | 11:46

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El cine nos recuerda en cada momento los errores cometidos en el pasado. Hay películas tremendamente reflexivas acerca de los conflictos más determinantes del siglo XX, y otras que pasan a pies puntillas por ellos, tratando de explotar el factor dramático del suceso sin adentrarse en él. 'Migas de pan' se mete de lleno en la dictadura que rigió Uruguay en las décadas de los setenta y los ochenta, con una joven activista como protagonista. Vivimos su detención y las repugnantes consecuencias de sus actos. La película uruguaya enviada a los Oscar expone una relevante situación del último cuarto de ese siglo tan violento, pero no consigue atrapar al espectador dentro del drama que vive su protagonista.

Cecilia Roth en 'Migas de pan'

La cinta se sustenta en el recuerdo de Liliana, interpretada por Justina Bustos y Cecilia Roth en dos etapas diferentes de su vida. Mientras que Bustos vive la verdadera catástrofe de ser detenida, violada y recluida por su ideología, Roth tiene que lidiar con el trauma y con las distancias familiares que supusieron sus decisiones en aquella turbulenta época. Las dos realizan un buen trabajo, aunque en algunos momentos la trama del presente pueda parecer demasiado luminosa o idílica, a pesar de lo que más adelante se nos mostrará que ocurrió en el pasado. Las conversaciones a través de Skype suelen arrebatarle todo el sentimiento y la conexión a los actores que intervienen en ellas, y este es el caso. '10.000 Km es la maravillosa excepción a esa peligrosa regla. En este caso se palpa la brecha entre unos personajes que no llegan a conectar del todo.

En cuanto a los eventos que suceden durante la juventud de una idealista Liliana, también los vivimos con cierta distancia, aunque se nos invite a ser testigos de ellos, no se nos introduce del todo en esos sucesos tan traumáticos. A diferencia de la inmersión total en la tortura que conseguía Costa-Gavras en 'La confesión', Manane Rodríguez no tiene tanta osadía, o carga con demasiado respeto, como para llegar tan lejos. Vemos los efectos que tiene esa represión física y psicológica en Liliana, pero no acabamos de atisbar lo que se sentiría. Aun así, la denuncia de lo sucedido es muy legítima y francamente necesaria, ya que no debemos dejar atrás este tipo de eventos, aunque sería recomendable mostrarlos con más crudeza, ya que nuestra mente difícilmente va a recomponer algo que, afortunadamente, nunca ha vivido en primera persona.

Justina Bustos en 'Migas de pan'

De dos en dos

La reconciliación con el pasado es la meta, tratar de recoger los quebrados pedazos de Liliana y cargarlos con dignidad. Roth encarna a una mujer ya mucho más fuerte y dispuesta a luchar por lo que le fue privado en aquel momento. Por lo tanto, queda patente la evolución del personaje, que en su etapa anterior lo vivía todo de forma más directa y después tiene que asimilar cada uno de los pasos que la han llevado hasta ahí. Este esquema recuerda ligeramente a 'Julieta', la última película de Pedro Almodóvar, en la que también se emplearon dos actrices para el personaje titular, cada una con sus tragedias, teniendo que cargar la más mayor con el pasado y con el demoledor presente. En cambio, en 'Migas de pan' no se profundiza de manera tan efectiva en el interior de Liliana, conocemos todo lo necesario de ella, pero siempre se mantiene una barrera entre nosotros. Los dramas de las dos películas son diferentes en cierta manera, pero el distanciamiento de los hijos es el mismo, no tan bien llevado en una como en otra.

La visión de Rodríguez es madura, pero demasiado neutra y basada en la cotidianeidad de algo que no tiene nada de normal. Evita adentrarse en exceso en la terrorífica rutina de la tortura, quizá para no excederse tanto en las consecuencias físicas y sacar a relucir las emocionales, pero al final, en esta cinta ambas van de la mano. 'Migas de pan' se mueve a medio gas, con excelentes actrices y una historia que podría haber dado mucho más de sí, pero con un planteamiento demasiado respetuoso y lejano.

Nota: 5

Lo mejor: Recordar lo sucedido en Uruguay en aquella complicada época, en un siglo en el que las dictaduras latinoamericanas estaban a la orden del día.

Lo peor: El exiguo interés que despierta el personaje protagonista, a pesar del gran trabajo de las dos actrices que interpretan a Liliana.

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