å

CRÍTICA

'Beware the Slenderman': La realidad es más aterradora que la ficción

Crítica de 'Beware the Slenderman', el documental dirigido por Irene Taylor Brodsky. Estreno en HBO el 24 de enero.

Por Javier Parra González 24 de Enero 2017 | 10:30

Comparte:

¡Comenta!

Sábado 31 de mayo de 2014, Waukesha, Wisconsin. Un ciclista encuentra a una niña de 12 años junto a la carretera pidiendo auxilio. "Ayuda, por favor. Me han apuñalado". El nombre de la menor responde al de Payton Leutner, quien acaba de recibir la friolera de 19 puñaladas por parte de dos supuestas amigas, Morgan Geyser y Anissa Weier, de 12 y 13 años, respectivamente, las cuales han llevado a cabo tan atroz acto en nombre del Slenderman.

La posterior detención de sendas niñas, el juicio y el escándalo que se formó alrededor de tan truculento suceso, y el razonamiento sobre una serie de cuestiones éticas y morales que giran en torno al mal uso de Internet por parte de los más jóvenes, son los temas que trata Irene Taylor Brodsky en su segundo documental, 'Beware the Slenderman'. La realizadora posa su mirada sobre las cuestiones que más llamaron la atención a los medios y desgrana uno de los intentos de homicidio (milagrosamente, Leutner sobrevivió al ataque) más escalofriantes de los últimos años.

Beware the Slenderman

Hay que remontarse hasta 2009 para comprender la totalidad de una historia en la que juegan varios factores. El primero de ellos, y catalizador de los hechos, es la existencia de la figura del Slenderman en la cultura popular. Creado en dicho año por Eric Knudsen para el portal Something Awful, la criatura sin rostro que porta traje y que entre sus principales tareas está la de acechar a los más pequeños, se ha convertido para toda una generación en una nueva versión del arquetipo del Boogeyman (al que aquí conocemos como el Hombre del Saco), y al que Irene Taylor Brodsky compara con el Flautista de Hamelín, cuya historia comparte también ciertas semejanzas con la del Boogeyman común. Como creepypasta (las historias de terror circulantes vía online que han venido a sustituir a las leyendas urbanas), el Slenderman se convirtió en figura clave del nuevo imaginario junto a las historias de Jeff the Killer, Ted el Minero o Ben Drowned, siendo el que más trascendencia ha tenido en el espectro audiovisual, con claros ejemplos como los de la webserie 'Marble Hornets', posteriormente adaptada al largometraje con 'Always Watching: A Marble Hornets Story'.

Cómo y por qué llegaron Anissa y Morgan a cometer el crimen, es algo que conoceremos a lo largo de lo que nos plantea Taylor Brodsky. Siguiendo la estela de documentales judiciales en la línea de 'Making a Murderer', la directora condensa en poco menos de dos horas el largo juicio (el mediático y el real) al que fueron sometidas las dos niñas, el cual pretende alargarse durante un tiempo más hasta que se dicte sentencia en la corte de Waukesha. El horror ante un caso que escandalizó al mundo y el cuestionamiento acerca de cuál es el tipo de control que debería hacerse para que los más jóvenes no tuvieran libre albedrío para navegar por Internet, son elementos que deambulan en todo momento sobre el metraje.

Beware the Slenderman

"Era necesario apuñalar a Payton"

Con semejante afirmación por parte de una de las implicadas, autodenominadas como sirvientas/aprendices del Slenderman, dadas a navegar a través de la web para resolver tests del tipo "¿Eres un psicópata?", los posteriormente anunciados desórdenes mentales entre los que encontramos esquizofrenia, sociopatía, trastorno disfuncional y paranoia, son la guinda que corona el mal funcionamiento en algún lugar del engranaje que tenemos como sociedad. Y es que Irene Taylor Brodsky quiere hacer hincapié en ese descontrol que existe sobre la conexión a la red las veinticuatro horas del día, ya que estamos ante un caso en el que la no distinción entre lo que es real y lo que no llegó a convertir al Slenderman en una realidad que llega a superar a la ficción.

Dando voz a los familiares y amigos de las presuntas homicidas (juzgadas como adultas y no como menores), nos topamos con la sensibilidad de su realizadora a la hora de plasmar un momento de desconcierto e incertidumbre por parte de todos los allegados. "Pase lo que pase, estaré contigo", dice un amigo de una de las muchachas, en toda una declaración de intenciones en tanto en cuanto al intentar eximir de responsabilidad a lo que son dos personas enfermas supuestamente enajenadas por factores externos. Es decir: la culpa es de Internet.

Slenderman

Si bien cabe tener en cuenta que lo único que la documentalista pretende es mostrar al mundo la atrocidad del caso, es su apego al cinema verité lo que no le permite involucrarse, y es ahí donde hallaríamos uno de los pocos puntos flacos de 'Beware the Slenderman', pues más allá de poner sobre la mesa la problemática que existe sobre la citada sobreexposición a Internet, no ahonda en el control que los padres deberían hacer sobre sus respectivos hijos. Porque es tan terrible llegar a pensar que tu hijo puede convertirse en un psicópata por culpa de Internet, como el hecho de no hacer nada por evitarlo.

Aun así, cumple en cuanto a expectativas y, además de abrir un debate candente, conjuga toda una serie de elementos que van desde la entrevista al programa judicial, pasando por el cine de terror y la crónica de sucesos, sin caer en el sensacionalismo y demostrando que, una vez más, la realidad supera a la ficción en cuanto a cotas de horror.

Nota: 7

Lo mejor: La pulcra construcción de la historia y lo estremecedoras que resultan las declaraciones de todos los testimonios.

Lo peor: Esperarse algo que vaya más allá de un documental judicial al uso.

Películas