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CRÍTICA

'Redención': "Vas a besar la lona"

'Redención' es una película que, pese a no contar con una historia especialmente original, sí consigue brillar por la interpretación de los actores.

Por Mérida Miranda Navarro 24 de Marzo 2017 | 13:59

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Quien ha venido siguiendo la estela de Jake Gyllenhaal desde hace tiempo sabe que va a acabar viendo una supernova. Y no es para menos. Los papeles de personajes amargados, lúgubres y agrios son precisamente de los más difíciles, y el intérprete que nos enterneció con 'El chico de la burbuja' ahora nos golpea con la izquierda en el corazón hasta dejarnos contra las cuerdas.

La magistral actuación de Gyllenhaal nos recuerda una vez más que por muy poca idea que podamos tener sobre un tema específico, en este caso, el boxeo, no significa que no vayamos a disfrutar con cada minuto de 'Redención'.

La película se centra en la vida de Billy 'The Great' Hope, un campeón de peso ligero-pesado que, pese a ser un pobre muchacho de orfanato, ha logrado alcanzarlo todo en la vida: enormes lujos, su posición invicta en el podio, y una familia a la que adora. Sin embargo, tras un trágico accidente en el que su mujer, interpretada por Rachel McAdams, muere entre sus brazos, su vida se desmorona por completo, llevándolo a la ruina. Su decadencia se convierte en una bola de nieve que termina por mandar a su hija a un centro de servicios sociales, momento en el que Billy toca fondo. Será entonces cuando el boxeador deberá enfrentarse a su vida, su pasado, y remontar hacia la victoria, no sólo en el ring, pero por su hija, lo único que le queda.

'Redención'

'Redención' es, sobre todo, una película sobre estar a la altura; estar a la altura de las circunstancias, estar a la altura de las expectativas, y estar a la altura de las situaciones que nos impone la vida. Bien es cierto que no es la mejor obra del director, Antoine Fuqua ('Training Day (Día de entrenamiento)', 'Los Siete Magníficos'), pero sí se mantiene a la altura. Los planos durante las peleas son un regalo para la vista, ya que lejos de resultar estas pretenciosas, se muestran tan brutales como sencillas, sin mareos, sin trampas. Podrías cerrar los ojos y seguir sintiendo los puñetazos en tu propia mandíbula, y la sangre y el sudor salpicándote por todas partes. Puede que no suene demasiado apetitoso, pero los sonidos tan logrados que te cogen por sorpresa en los primeros cinco minutos de la cinta hacen que te enganches inmediatamente a la película. Sin embargo, mantenerse a la altura y en el podio es realmente difícil, tanto dentro como fuera del ring, y la película poco a poco empieza a menguar en intensidad, al mismo tiempo que el interés del público.

Lo que los primeros planos nos vendían como que sería una película abrumadora y diferente, no es más que una ilusión para cautivar al espectador. Al fin y al cabo, se trata de una película de superación, de redención, como tantas otras que hemos visto, y al final, por mucho que nos guste y nos haga salir de la sala de cine convencidos de querer ser campeones de los pesos pesados, es una película que acabas olvidando.

Pero 'Redención' tiene un as en la manga, y no piensa dejarnos ir tan fácilmente. Lo que puede perder de frescura, lo gana con las interpretaciones de los actores. La soberbia interpretación de Gyllenhaal llega hasta eclipsar a un Forest Whitaker cuyo personaje de amargo entrenador de Billy le permitía darse el lujo de poder brillar, pero no fulminantemente.

Lo realmente destacable de la actuación del actor de 'Donnie Darko' es su capacidad de transmitir tanta cantidad de arrolladora testosterona como ternura y compasión. Resultan impactante tantos cambios de registro en márgenes tan breves de tiempo, y llega a confundir un poco al espectador, que no sabe si tanta testosterona le acaba de dejar embarazado, o si esa cosita que se le ha metido en el ojo no es más que lágrimas de emoción contenidas.

Finalmente, la combinación de las dotes interpretativas de Gyllenhaal con la magistral labor de edición y realización nos dejan con unas maravillosas escenas de boxeo que nos cautivan con los brillantes colores y los increíblemente realistas golpes.

Por otro lado, Whitaker ('El último rey de Escocia') demuestra que no precisa de un gran personaje o una profunda historia para probar el increíble talento que tiene. Sus últimos trabajos en 'V3nganza' o 'Black Nativity' señalaban alarmantemente a un declive inminente, pero demuestra estar a la altura en una película sobre remontar y llegar a lo más alto.

'Redención'

Besando la lona

Si sumamos por un lado las fabulosas escenas de boxeo, la excelente elección de música, la inflexible y constante apelación a nuestras emociones con la historia padre-recupera-hija, y una actuación estelar, nos queda una película decentemente recomendable y entretenida. Sin embargo, no debemos dejar de lado los puntos negativos que le hacen fallar a 'Redención': las secuencias de entrenamiento terminan por volverse repetitivas y largas, y en algunos momentos el intento de mantener al público emocionado y vulnerable se vuelve ridículo al contar historias que poco importan y que no se desarrollan lo suficiente como para tocarnos el corazón. Si estás buscando una película potente y con la que pasar un buen rato, 'Redención' te está esperando. Si, por el contrario, tu intención es sorprenderte y enriquecer tus visitas al cine con frescura y originalidad, mejor quédate en casa o gasta tu dinero en otra película.

Nota: 6

Lo mejor: La sublime interpretación de Jake Gyllenhaal que te dejará K.O.

Lo peor: La falta de originalidad y frescura

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