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CRÍTICA

El sueño americano se traslada a eBay en 'Girlboss', la serie de Netflix producida por Charlize Theron

La serie narra las peripecias de Sophia Amoruso en San Francisco, donde emprendería su propio e innovador negocio de moda online: Nasty Gal.

Por Alejandro Rodera Herrero 20 de Abril 2017 | 18:30

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'Fargo', 'House of Cards', 'The Night Of', 'Mozart in the Jungle', 'Mr. Robot'... Actualmente, la oferta televisiva de calidad es insondable y cada vez emana de más fuentes de producción original. Para aquellos que tratan de mantenerse al día con las novedades seriéfilas, la abundancia de títulos llamativos puede alcanzar un nivel de exigencia cercano al agobio. Por lo tanto, para tomarse un respiro y recobrar fuerzas, también son imprescindibles las ficciones televisivas menos intensas, sin perder la calidad del producto.

La política de producción original masiva de Netflix contempla esa diversidad, ya que están desarrollando todo tipo de proyectos para abarcar el vasto espectro del público en su totalidad. Su nueva serie, 'Girlboss', se enmarca en el apartado de comedia, donde nos encontramos con polos tan opuestos como 'Master of None' y 'The Ranch'. La ficción producida por Charlize Theron halla su propia identidad con un acertado formato que potencia sus virtudes y diluye sus carencias.

'Girlboss'

'Girlboss' es la adaptación de las memorias de Sophia Amoruso, la joven empresaria que pasó de rebuscar en los contenedores para ahorrar en comida a fundar la exitosa web de moda juvenil Nasty Gal. La serie se centra en la concepción de aquella compañía online, prestando especial atención a los miedos y los momentos bajos de Amoruso, en los que el glamour tiene mayor cabida que el dramatismo, al mismo tiempo que se incide en su personalidad emprendedora y avispada. Para indagar en aquella etapa la ambientación se asienta en el San Francisco del año 2006. El show trata de captar al detalle la atmósfera de esa vital metrópolis californiana, que vio nacer a Amoruso e influyó sustancialmente en sus aspiraciones creativas.

El personaje interpretado por Britt Robertson podría haber salido perfectamente de la mente de Diablo Cody, ya que se encuentra en ese período previo a la madurez, cuando todavía se rechazan las ideas de estabilidad ligadas a la edad adulta. La lucha personal de Sophia tiene como objetivo tumbar convenciones, por lo que su potencial negocio se aleja totalmente de lo establecido. Tanto el espíritu de su negocio como el estilo de la propia serie se mueven al ritmo de la espontaneidad de su protagonista, interpretada con habilidad por Robertson, que ya había llamado la atención con su rol protagónico en la infame 'Tomorrowland: El mundo del mañana'. Aquí despliega una labor totalmente diferente, mucho más dinámica y magnética, y que refuerza su imagen de promesa en ciernes.

Esa espontaneidad a la que se hacía mención tiene su influencia positiva y negativa en la serie. Lo mejor es lo imprevisible del planteamiento, ya que cada uno de los primeros capítulos muestra una diferente aventura en esa irrupción de Sophia en eBay, siendo especialmente destacable el tercero de ellos, una declaración de amor a San Francisco. Sin embargo, la absoluta entrega del tempo de la serie a la batuta de la protagonista les resta relevancia a los demás personajes, relegados a un papel más secundario de lo que cabría esperar por sus personalidades tan definidas. Aun así, Johnny Simmons llama la atención en el inicio de la temporada. El aspirante a batería original de 'Whiplash', que encarnó al personaje de Miles Teller en el cortometraje que inspiró a la película, ofrece un carisma equiparable al de Robertson, que nunca se convierte en muleta de un personaje masculino. En ese sentido su relación se plantea de forma original, sin caer en romanticismos baratos, ya que el genuino amor de Sophia es la moda.

'Girlboss'

El cuento de siempre

'Girlboss' es la historia de una buscavidas ajena a las normas que la rodean, que consigue hacerse a sí misma gracias a su descaro y a la fidelidad que mantiene con respecto a su propia actitud. Es decir, es el relato de una estadounidense que traza y define su propio sendero hasta el éxito. El cuento de superación que tanto engancha a una sociedad ansiosa por alcanzar la cima y que tan a menudo nos encontramos tanto en el cine como en la televisión. Solo que en este caso las referencias se acercan más a 'The OC' o 'Dando la nota' -esta última comparte creadora con 'Girlboss', Kay Cannon-, dotando a la serie de un tono más liviano y, sobre todo, entretenido. Así se opaca la carga dramática propia de alguien que sufre cada mes por poder pagar el alquiler, y se opta por el humor más agradable y accesible.

En definitiva, 'Girlboss' consigue adoptar la naturaleza adictiva a la que aspira Netflix y deja un buen sabor de boca con sus primeros episodios, pero queda lejos de las grandes comedias de la compañía, que comparte su carácter ecléctico con Amoruso.

Nota: 6,5

Lo mejor: Los capítulos se pasan volando, su formato de 25 minutos es todo un acierto, ya que no se da tregua para que el interés se mantenga vivo.

Lo peor: La odisea del sueño americano ha sido retratada con tal asiduidad que la historia de Sophia no se sale de los márgenes de lo habitual, aunque se incida en su imagen de pionera.

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