El megáfono de Eleanor Coppola, la mansión extracurricular y otras curiosidades de 'Moonrise Kingdom'

Si las grandes estrellas siempre quieren repetir con Wes Anderson es por su tacto a la hora de tratar con ellos. El director era consciente de que la escena compartida entre Sam y Suzy en la playa bailando medio desnudos podía despertar el rubor de sus debutantes protagonistas, pero supo gestionar correctamente la situación. Anderson dejó para el final del rodaje la grabación de aquella escena para que el grado de confianza entre Jared Gilman y Kara Hayward fuera el suficiente para que su baile quedara natural. Además, los únicos presentes en el rodaje de esa secuencia fueron Anderson, el cámara y los dos actores.

El nacimiento artístico de Wes Anderson no se entendería sin su relación creativa con Owen Wilson. Ambos debutaron con 'Ladrón que roba a otro ladrón (Bottle Rocket)', escrita a cuatro manos entre los dos amigos. Y desde entonces Wilson siempre ha colaborado con Anderson, ya fuera como actor, doblador o guionista, pero 'Moonrise Kingdom' supuso una intermitencia en esa unión constante, ya que ha sido la única película en la que Wilson no tuvo hueco.

El rodaje de 'Moonrise Kingdom' se desplegó en Rhode Island, donde Anderson alquiló una mansión para compartirla con Robert D. Yeoman, director de fotografía, y Andrew Weisblum, montador, durante la grabación. Pero también hubo miembros del reparto, como Jason Schwartzman y Edward Norton, que quisieron trasladarse del hotel del reparto a la mansión. Bill Murray, con su sabiduría habitual, se rió del tema, ya que pensaba que era una excusa para hacer que los actores trabajaran "impías horas extra de cine independiente".

El estilo visual de Wes Anderson se distingue por los travellings, los planos cenitales y la milimétrica simetría de la composición, lo cual se traduce en perfeccionismo a la hora de rodar cada plano. Uno de los planos que más veces hubo que grabar fue uno aparentemente sencillo. Fue aquel en el que Sam le enseña los pendientes de escarabajos a Suzy. Sus manos se encontraban en primer término y su rostro en el centro de la imagen, y a Jared Gilman le costó cumplir con lo que buscaba el director. O no sujetaba los pendientes en la posición en la que debía o no los introducía del todo en el plano.

Para Jared Gilman y Kara Hayward el rodaje de 'Moonrise Kingdom' fue una experiencia de aprendizaje de lo más completo. Además, tuvieron a los mejores profesores. Mientras que Bill Murray enseñó a Gilman a hacerse el nudo de una corbata, Frances McDormand se rió de ambos por no haber visto en la vida una máquina de escribir. Los dos vivieron un aprendizaje vintage impagable.

Wes Anderson nunca ha sido un director que se exceda con los presupuestos, y con 'Moonrise Kingdom' regresó a sus orígenes. Su séptimo largometraje, que tuvo un coste de producción de 16 millones de dólares, fue su película con menor presupuesto desde 'Academia Rushmore', que costó 9 millones de dólares. Esa política de reducido gasto se mantuvo en 'El Gran Hotel Budapest', de 23 millones de presupuesto, y que recaudó la abultada cifra de 174 millones.

Aquel plano de Suzy y Sam bailando en la playa le dio ganas a todo el mundo de comprarse un tocadiscos, pero no fue lo único de la película que nos gustaría tomar prestado. Sus protagonistas pudieron cumplir con ese deseo, ya que cada uno se llevo algo del set. Mientras que Jared Gilman se quedó con la mochila de su personaje, Kara Hayward se quedó con su gato. Por lo que se llevaron la película a casa.

Roman Coppola recogió recuerdos de su infancia y los integró en el guion de 'Moonrise Kingdom'. Por ejemplo, el personaje de Frances McDormand bebió mucho de su madre, Eleanor Coppola. La matriarca de la familia Bishop llama a su familia a través de un megáfono, para que ninguno se escape de sus exclamaciones. Y la madre de Roman también recurría al megáfono para que él y su hermana Sofia no se escabulleran.

Los servicios sociales se convirtieron en personaje físico en 'Moonrise Kingdom', y como se ha convertido en costumbre, Tilda Swinton se hizo con un rol que había sido pensado para un hombre. Y como también es costumbre, la actriz ofreció una interpretación impecable. Los dos actores que habían sido considerados previamente fueron Jeremy Irons y Alan Rickman, pero ambos rechazaron la colaboración con Anderson.

Al tratarse de un film independiente de libro, Focus Features planteó un estreno escalonado, comenzando con tan sólo cuatro salas en Estados Unidos. En esos cines se hizo con una media de 130.749 dólares, posicionándose como la segunda mejor media de una película no animada, según datos de BoxOfficeMojo. 'Red State' todavía se mantiene en la primera posición, y muy cerca de ella se han introducido 'El Gran Hotel Budapest', 'La La Land' y 'The Master'.