Descubrir a Paul Thomas Anderson a estas alturas está de más. Por si acabas de llegar, resumiendo mucho, estamos hablando de un genio. Total y absoluto. Uno de los grandes cineastas que nos ha regalado el cine americano en las últimas décadas, un tipo con, al menos, tres obras maestras bajo el brazo, 'Boggie Nights', 'Pozos de ambición' y, especialmente, 'Magnolia', su cima. Alrededor de ellas encontramos un notable debut y otros cuatro trabajos tan polémicos como arriesgados, la desconcertante, para bien, 'The Master' y las desconcertantes, a secas, 'Embriagado de amor' y 'Puro vicio'.

El cine de Paul Thomas Anderson, de peor a mejor
7 'Puro vicio'

Para encontrar algo parecido a un error grave en la carrera de Paul Thomas Anderson tenemos que echar la vista atrás hasta llegar a 'Puro vicio', la adaptación de la novela firmada por Thomas Pynchon. Aquà estamos ante la primera decepción mayúscula, el primer disparo al pie de un autor en toda regla que, en esta ocasión, se dejaba llevar más de la cuenta. Todos los elementos están en pantalla, todos los personajes se presentan como piezas de una delirante partida de ajedrez entre estúpidos y, sin embargo, por el camino perdemos precisamente al que deberÃa haber sido cabeza visible de todo el conjunto: Thomas Anderson.
Prescindiendo de manera voluntaria de la épica formal marca de la casa, el director estadounidense se lanza de lleno al universo Pynchon sin aportar una pizca de su desbordante personalidad, obsesionado con transmitir ese aroma psicodélico y atontado de una historia que no deja de ser un romance clásico y algo tópico adornado, eso sÃ, por diálogos pedantes y excesivo; somnÃferos automáticos que, tras una primera media hora que en absoluto parece anticipar el despropósito posterior, terminan haciendo su efecto.
Puro vicio en eCartelera6 'Embriagado de amor'

A estas alturas no existen dudas a la hora de celebrar a Paul Thomas Anderson como uno de los directores más atrevidos y personales nacidos en el seno de la industria en los últimos años, una evidencia tan grande como el incontestable talento que atesora y que le permite jugar en la liga de los clásicos contemporáneos. Sus pelÃculas siempre se han ubicado en arenas movedizas, esquivando géneros y etiquetas.
El mejor ejemplo de ello lo tenemos en 'Embriagado de amor', terrible traducción del evocador tÃtulo original, 'Punch Drunk Love', en la que el cineasta convirtió lo que a todas luces parecÃa una comedia romántica clásica en un ejercicio de cine marciano marcado por una historia tan absurda como imprevisible, tan deslumbrante a nivel visual, marca de la casa, como indescifrable en términos argumentales. Con la mejor versión posible de Adam Sandler, impecable de inicio a fin, 'Embriagado de amor' está muy lejos de ser una pelÃcula perfecta, de hecho se trata de uno de los trabajos menores del cineasta, pero cuesta no aplaudir su valentÃa y riesgo aceptado.
Embriagado de amor en eCartelera5 'Sydney'

Tras probar suerte en el mediometraje ('The Dirk Diggler Story' y 'Cigarettes & Coffee'), Paul Thomas Anderson se estrenaba en el largometraje con 'Sydney', una propuesta cuyo principal mérito residÃa en convertir los tópicos y lugares comunes más reconocibles del cine negro en algo nuevo y apasionante.
Partiendo de una trama mucho menos compleja de lo que parece, firmada por el propio Thomas Anderson, la pelÃcula camina siempre con paso firme, mostrando una seguridad y una libertad marca de la casa que se ha mantenido intacta desde entonces, permitiendo que la cámara se mueva siempre a su antojo, buscando siempre la mejor solución posible a nivel visual y engrandeciendo con su elegancia el resto de elementos narrativos. En definitiva, 'Sydney' funciona a la perfección como debut deslumbrante, golpe de la mesa inicial con el que situarse en el mapa a lo grande. Paul Thomas Anderson habÃa llegado para quedarse. De los casinos al infinito.
4 'The Master'

La historia de estas dos bestias salvajes, de dos animales impulsivos, atormentados, tÃteres en manos de una idea o un trauma, profundamente doloridos, escondidos tras alcohol y discursos, terapias y torturas, golpes y soledad, sigue resonando como un eco en medio del desierto. Uno no sabe de donde proviene la potencia de una obra como 'The Master' pero no ceja en su empeño de intentar encontrarla. Sabe que está viendo algo magnÃfico y, al mismo tiempo, profundamente repulsivo. El Lancaster Todd que crea el inmenso Philip Seymour Hoffman, un encantador de serpientes dominado por una cobra cerebral y aterradora (espectacular, otra vez, Amy Adams) no necesita más que su voz para penetrar en las mentes derrotadas tras la cobardÃa, la ingenuidad o la guerra que nunca termina.
El Freddie Quell que crea ese gigante llamado Joaquin Phoenix, un perro salvaje, borracho, primigenio, impulsivo, refugiado en el sexo salvaje y enfermizo, refleja en su mirada la cárcel mental en la que se encuentra encerrado, la esperanza por buscar una solución, un reencuentro, una compañÃa en la butaca de al lado. Su relación, fraternal, tóxica, tierna, infantil, enferma, es el centro de una pelÃcula que utiliza el origen de la CienciologÃa como mera excusa para profundizar en el cerebro de dos mentes destruidas, convertidas en restos de un naufragio emocional que jamás podrá superarse. Todo el mundo necesita agarrarse a algo para no caer, un paraguas para soportar la tormenta, una voz para aguantar el silencio. 'The Master' no es una obra para todo el mundo, está claro, pero no es menos cierto que se trata de una obra maestra. De inicio a fin.
The Master en eCartelera3 'Boogie Nights'

El camino sencillo para hablar de 'Boogie Nights' es citar a Martin Scorsese como luz y guÃa de un Paul Thomas Anderson desatado que, tres años antes de cumplir los treinta, firmó la primera obra maestra de su carrera. Incontestable.
Ambientada en los comienzos de la industria del cine porno en los Estados Unidos, finales de la década de los setenta, el cineasta se descubre como un narrador excelso capaz de equilibrar cada una de las historias que nos vamos encontrando a lo largo de casi tres horas, que pasan como un suspiro, con un pulso maestro, entregando alguna de las escenas más memorables de toda su trayectoria y haciendo del virtuosismo una pieza fundamental dentro del conjunto. Nada falta y nada sobra en una pelÃcula que crece y crece en su camino hacia el inevitable infierno para concluir en el principio de todo: el talento de Paul Thomas Anderson. Ya no se trataba de pistas e intuiciones, estábamos ante un genio.
Boogie Nights en eCartelera2 'Pozos de ambición'

Adaptando una novela de Upton Sinclair, Paul Thomas Anderson entregó con 'Pozos de ambición' una lección sobre como dar forma un guion soberbio y como manejar de manera perfecta el ritmo de los acontecimientos. Un logro absoluto que se extendÃa, por supuesto, a su labor detrás de las cámaras, donde el director parecÃa sentirse como pez en el agua frente a una historia de excesos, amor paternal, sufrimiento, tensión, y sobre todo, constantes luchas psicológicas en las que no existe la piedad ni la compasión.
Y es ahÃ, en el lugar en el que otros directores habrÃan sucumbido, donde Paul Thomas Anderson emerge de nuevo como un cineasta con mayúsculas, capaz de construir, con la inestimable ayuda de la impresionante fotografÃa de Robert Elswit y la obsesiva, compleja y fascinante banda sonora de Jonny Greenwood, escenas tan maravillosas como el viaje en tren de un memorable Daniel Day-Lewis, el incendio de la base petrolÃfera o la conversación final entre el padre e hijo. A estos momentos habrÃa que añadir muchÃsimos más en la que es una de las direcciones más perfectas que se han visto en las últimas décadas, ejemplificada en unos primeros veinte minutos convertidos en toda una celebración del cine en estado puro. Un golpe en el estómago que mantiene intacto su poder de conmoción.
Pozos de ambición en eCartelera1 'Magnolia'

'Magnolia' llegó en el tiempo de descuento para convertirse, de manera automática, en una de las mejores pelÃculas de la década de los noventa, la confirmación de un cineasta, Paul Thomas Anderson, como una de las voces más interesantes, atrevidas y deslumbrantes de su generación. Casi doscientos minutos de historias cruzadas repletas de instantes de una emoción extraña pero profundamente conmovedora, capaces de generar instantes de un poder indescriptible a través de un conjunto de personajes memorables interpretados por uno de esos repartos tan espectaculares que cuesta creer que sea de verdad.
AsÃ, Thomas Anderson se sirve de las mejores versiones posibles de, atención, Tom Cruise, John C. Reilly, William H. Macy, Julianne Moore, Philip Seymour Hoffman o Alfred Molina, entre muchos otros, para construir un monumento narrativo repleto de sorpresas, risas, lágrimas, canciones y lluvia de ranas. 'Magnolia', con un paso del tiempo que no le ha afectado en absoluto, ha crecido año tras año desde su estreno en 1999 hasta convertirse en una de las pelÃculas más importantes de los últimos tiempos. Las mayúsculas son obligatorias: Obra Maestra.
Magnolia en eCarteleraEn cualquier caso, pese a esos pequeños baches, cuando uno se acerca a la nueva pelÃcula de un director como Thomas Anderson, espera (absolutamente) todo de ella. Teniendo en cuenta su evolución, al puro placer visual, impecable, se suma un desafÃo como espectador, un reto admitido por ambas partes, un pulso en el que siempre sale ganando el cinéfilo, aunque esa victoria simplemente sea en forma de opción para la polémica y el debate. En definitiva, se trata de un cine siempre dispuesto al debate, el análisis y la reflexión. Joyas (muy) por encima de la media.
A continuación, repasamos todas y cada una de ellas ordenándolas de peor a mejor. Aunque, para ser honestos, lo justo serÃa decir que están calificadas del notable a la matrÃcula de honor. Es lo que tiene ser un clásico contemporáneo de la talla de Paul Thomas Anderson. Nunca es tiempo perdido acercarse a sus excelsas creaciones.