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CRÍTICA

'Héroes en el infierno', un sólido entretenimiento... para otra época

Las secuencias de acción levantan una película impropia para los tiempos que corren debido sobre todo a los numerosos clichés y a un argumento muy manido.

Por Roberto Álvarez Pardo 2 de Marzo 2018 | 09:50

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La Granite Mountain es una brigada municipal de bomberos forestales comandada por el superintendente Eric Marsh (Josh Brolin), un bombero veterano que quiere llevar a la brigada a conseguir el título de "Hotshots", una distinción que solo alcanzan los mejores. Para ello, someterá a su equipo a un duro entrenamiento y tratará de que congenien con Brendan McDonough (Miles Teller), un nuevo integrante que está tratando de superar su adicción a las drogas.

Cualquiera que haya visto 'Oficial y caballero', 'Top Gun. Ídolos del aire' o 'The Guardian' puede imaginarse hacia dónde se dirige argumentalmente la película, y es que prácticamente no abandona el esquema de este tipo de films. La diferencia que aporta se encuentra en el tono, mucho más serio y lleno de épica, como si de una película bélica se tratase (algo reflejado hasta en los pósters promocionales).

El film sabe muy bien a qué público se dirige. Presenta una historia basada en hechos reales que, aunque se aleja de cualquier forma de patriotismo, ensalza a los bomberos forestales como héroes americanos en un derroche de testosterona que, de hecho, falla perpetuando unos estereotipos que no tienen cabida hoy en día. Estos "machos alfa" salvan continuamente a la nación de peligros devastadores, mientras las mujeres se quedan en casa cuidando de los niños o preparando la comida. La escena en la que dos hombres no son capaces de hacerse cargo de un bebé, y tienen que llamar a unas amigas para que cuiden de él mientras ellos se beben unas cervezas con los amigos, es una de todas las muestras del machismo implícito en el guion.

'Héroes en el infierno'

La película está llena de lugares comunes, por lo que sabemos perfectamente lo que va a pasar en cada momento exceptuando, quizá, en el último tercio del film. Ojalá se hubiera optado por algo más de arrojo en el resto del metraje, tanto por parte de los guionistas como por la dirección de un Joseph Kosinski que, aunque da pequeñas muestras de querer ser algo más, en general es bastante corriente. Algo decepcionante teniendo en cuenta que viene firmada por una persona que ha dirigido films como 'Tron Legacy' y 'Oblivion'. Películas que a pesar de fallar también en lo argumental, contaban con un look visual excelente.

Sin embargo, en este apartado hay detalles que sobresalen: cumplen con creces unos efectos especiales que aprovechan al máximo los 38 millones de presupuesto. Salvo en contadas ocasiones, el fuego y los peligros lucen muy realistas. Vemos a los actores tan cerca de las llamas que la amenaza se siente real. Además, la puesta en escena aprovecha a la perfección el rodaje con cámaras IMAX para algunas secuencias. Y es que cuando la película se entrega a la adrenalina y al espectáculo, es cuando mejor funciona.

Un gran reparto que salva a la película de la quema

Lo más destacable de la película es un Miles Teller que nos hace desear que su faceta de chico problemático y drogadicto se hubiera explotado más a lo largo del metraje para que, al menos, se rompiera un poco la dinámica lineal que establece la película, y que llega a aburrir por momentos (las dos horas y cuarto de metraje pesan). El resto de las interpretaciones están a un gran nivel, sobre todo la de un Josh Brolin muy entregado, y de Jennifer Connelly que, con cada portentosa aparición, pide más minutos para un personaje que ojalá los hubiera tenido.

'Héroes en el infierno'

Son, de hecho, los actores y las estupendas secuencias de acción lo que salva a la película de ser poco más que un telefilm mediocre a causa, principalmente, de un guion inundado de clichés y que transita por caminos que otras películas ya han contado de manera más efectiva. El desenlace es potente, pero no lo suficiente como para que el resto del viaje merezca la pena.

Nota: 6

Lo mejor: Las interpretaciones y la épica de sus imágenes y de una efectiva banda sonora.

Lo peor: El guion.