Muchas cosas salieron bastante mal en la última gala de los Oscar, pero lo que se llevó la palma fue entregar el premio gordo de la noche, el de mejor película, antes de los galardones de mejor actriz y mejor actor. Aunque no es algo nuevo (en las primeras galas de los Oscar se hacía así), este año la decisión parecía estar preparada para cerrar con un homenaje a Chadwick Boseman, claro favorito para la estatuilla al mejor actor. Sin embargo, los académicos acabaron decantándose por Anthony Hopkins, que ni siquiera estaba presente.

De hecho, el protagonista de 'El padre' se enteró de su triunfo al día siguiente porque ya estaba durmiendo (literal, confirmado por su agente). "Después de un año de cuarentena, y de estar doblemente vacunado, por fin pudo volver a Gales y a sus 83 años es un gran alivio después de un año tan difícil. Pero le encantó su papel en 'El padre', es la interpretación de la que más orgulloso está, y de ser el actor más mayor en ganar en esa categoría significa mucho para él", explicó su agente a People. Hopkins agradeció el premio al día siguiente con un video fardando de la campiña galesa y dedicándoselo a Chadwick Boseman: