'Apocalypse Now': la borrachera de Martin Sheen, el descaro de Marlon Brando, el infierno de Francis Ford Coppola

Nadie puede dudar a estas alturas del talento y la entrega que ha mostrado a lo largo de su trayectoria un intérprete de la talla de Martin Sheen. Y aquellos que lo hagan, que le pregunten directamente a Francis Ford Coppola, director que no tardó demasiado en descubrir el compromiso del actor con su personaje. Incluso el espectador menos atento sería capaz de detectar el estado en el que Sheen aparece en la escena en la que su personaje se encuentra tirado en una habitación de un hotel perdido en Saigón.

Efectivamente, el actor apareció completamente borracho en el set de rodaje, lo que suma todo un plus de realismo al momento. De hecho, su inspiración alcohólica le llevó a improvisar el golpe al espejo que podemos ver en pantalla, lo que provocó que se fracturase un dedo. Una situación a la que no llegó, por poco, Sam Bottoms, quien aseguró que se pasó gran parte del rodaje bajo los efectos de la marihuana, el LSD o las anfetaminas, dependiendo del día. Aquellos locos setenta.

A Francis Ford Coppola le costó muchísimo trabajo encontrar a su coronel Kurtz pero, finalmente, mereció la pena. Más o menos. Es evidente que contar con un actor de la talla de Marlon Brando, uno de los más grandes de la historia, es mucho más que un seguro de vida, pero no es menos cierto que hablamos de un tipo que casi nunca ponía las cosas fáciles antes, durante y después de los rodajes. En el caso de 'Apocalypse Now', tampoco fue una excepción.

Para empezar, Brando recibió un adelanto de un millón de dólares al comprometerse a dejar de fumar y mantener su peso, ideal para el personaje. Promesa rota, el actor se incorporó tarde al rodaje y lo hizo con un sobrepeso de 40 kilos, borracho y confesando que no había leído ni una sola línea del guión ni del libro en el que se basaba la película, 'El corazón de las tinieblas'. Aun así, el problema real vino cuando leyó el libreto y decidió no hacer la película. Coppola, ya completamente desesperado, estuvo luchando contra viento y marea para mantener a Brando, lo que solamente consiguió tras asegurarle que aparecería siempre entre sombras. Hay leyendas que es mejor no conocer.

Dentro del baile de nombres que se produjo en las primeras fases del proyecto, Harvey Keitel parecía una de las apuestas más seguras por parte de Francis Ford Coppola. Según el director, el actor era el más idóneo para meterse en la piel del capitán Benjamin L. Willard. Hasta que empezó el rodaje. Y es que, solamente dos semanas después de gritar acción por primera vez, Coppola se dio cuenta del error que había cometido fichando a Keitel por lo que le despidió y le reemplazó por Martin Sheen.

Vayamos por partes. Todo comenzó, poca sorpresa aquí, con un guión. ¿Su título? 'Apocalypse Now'. ¿Su autor? John Millius. ¿El primer director en interesarse por él? George Lucas. Empiezan las sorpresas. El creado de 'Star Wars' se fijó en el libreto original y pensó en filmarlo como si se tratara de un falso documental en el sur de un Vietnam en plena guerra. Más adelante, cuando la idea se vino abajo, Francis Ford Coppola, que en un principio se iba a encargar de producir el proyecto de Lucas, intentó llegar a un acuerdo con Warner Bros. para hacerse con los derechos de la historia. Tras la negativa del estudio, Coppola se puso manos a la obra con otra película, 'El Padrino', con la que, básicamente, pasaría a formar parte de la historia del cine con letras de oro.

Años después, el proyecto volvió a las manos de un Lucas que tuvo que renunciar a él al estar demasiado ocupado con la primera entrega de su saga galáctica. La segunda opción, el propio John Millius, no tenía interés alguno en adaptar su guión a la gran pantalla por lo que ambos decidieron que fuera Coppola el encargado de dirigir finalmente 'Apocalypse Now'. Final feliz.

Con lo complicado que es ganar un Oscar y el poco valor que le dan algunos de los afortunados. Por ejemplo, un Francis Ford Coppola que desató su ira y rabia contra algunas de las estatuillas que había conseguido. Una situación de desesperación total a la que el director había llegado durante la fase de selección del reparto de 'Apocalypse Now', a priori, una de las etapas sencillas del proyecto.

Los papeles culpables fueron los de los personajes de Willard y Kurtz, los cuales pasaron por las manos de, respectivamente, James Caan y Steve McQueen, quienes dijeron que no por considerar que estaban mal pagados, o Jack Nicholson, que no pudo sumarse al proyecto para interpretar a Willard por problemas de agenda, al igual que Robert Redford, que se encontraba finalizando un rodaje.

Harto de recibir negativas, Coppola acudió directamente a Al Pacino para pedirle por favor que aceptara el papel de Kurtz. En un principio, el actor se mostró interesado pero, en una conversación telefónica con el director semanas después, terminó diciendo que no ya que no podía comprometerse. En ese instante, Coppola colgó, cogió cuatro de sus cinco Oscar y los lanzó por la ventana. Una respuesta muy madura por su parte.

En esa apasionante ronda de llamadas previas que realizó Francis Ford Coppola antes de ponerse manos a la obra con 'Apocalypse Now', una de las más destacadas tuvo como protagonista al otro lado de la línea al actor y director Roger Corman, uno de sus amigos y consejeros esenciales. La cuestión es que, si el cineasta buscaba palabras de aliento y ánimo, se encontró con todo lo contrario. A la pregunta de Coppola sobre qué le parecía que viajara con su equipo a rodar en Filipinas, Corman fue contundente: "No vayas".

Lástima que el director de 'La conversación' no le hiciera caso, lo que provocó que el rodaje sufriera, entre otras cosas, un tifón que acabó con la mayoría de decorados y que ocasionó que el trabajo se paralizara durante dos semanas.

Ni en los últimos momentos de 'Apocalypse Now' nos libramos de la confusión y las dudas. Y es que, a falta de una, Coppola y su equipo crearon tres versiones diferentes de los créditos que aparecían al final de una película que, a esas alturas, ya no necesitaba innovar para convertirse en una cima. En cualquier caso, las alternativas que se barajaron fueron las siguientes:

- Versión de 35 mm.: créditos apareciendo después de un conjunto de explosiones.

- Versión de 70 mm.: créditos en los que solamente aparece un aviso de copyright al final.

- Tercera versión: créditos sobre un fondo negro.

Con algunas de las anécdotas que hemos descubierto a lo largo de este especial, sorprende más bien poco saber que Francis Ford Coppola sufrió, además del peor rodaje de toda su carrera, una de las experiencias físicas y psicológicas más duras a las que se ha enfrentado jamás durante todo el proceso de creación de 'Apocalypse Now'. Resultado de este estado constante de nervios y sufrimiento, el cineasta adelgazó 16 kilos durante la filmación de la película y amenazó con suicidarse en numerosas ocasiones.

Martin Sheen también sufrió de lo lindo trabajando en 'Apocalypse Now', por más que usara casi a diario el alcohol y el tabaco para soportarlo de la mejor manera posible. Por eso, no es de extrañar que ese "refugio", sumado al estrés constante, le provocara un grave ataque al corazón durante la madrugada de uno de los días de rodaje. Una situación de salud extremadamente delicada que llegó a provocar que un cura de la zona le diera la extremaunción pensando que moriría de forma inevitable.

Una madrugada de marzo del 76, Martin Sheen, que por aquel entonces tenía 36 años, sufrió un grave ataque al corazón fruto del estrés del rodaje y de la gran cantidad de tabaco y alcohol que consumía. Un cura que no hablaba inglés le dio la extremaunción porque se temía que iba a morir. Afortunadamente, todo quedó en un enorme susto y en el abandono del actor durante tres semanas. En su ausencia, Coppola decidió seguir adelante y rodar el mayor número de escenas posibles en las que su personaje pudiera aparecer de espaldas. No había tiempo que perder.

Los plazos, desde luego, tampoco fueron un tema sencillo dentro de 'Apocalypse Now'. En este sentido, el mejor ejemplo de todos lo encontramos en la mezcla de sonido de la película, para la cual se necesitaron, nada más y nada menos, que nueve meses hasta alcanzar la versión definitiva. Mejor dicho, la versión que le gustaba a Francis Ford Coppola. Además, la cinta fue la primera que usó el sistema de sonido Dolby Stereo surround de 70mm. Innovación y perfección unidas.