Aubrey Plaza ha hablado en el podcast 'Good Hang', conducido por su amiga y también actriz Amy Poehler, sobre el proceso de duelo que atraviesa tras la muerte de su marido, el cineasta Jeff Baena, el pasado mes de enero.
Plaza reconoció que, aunque intenta mantener la calma y la energía en su vida diaria, la pérdida sigue siendo un peso constante. "En este instante tan presente... estoy feliz de estar contigo... estoy aquí, funcionando. Me siento agradecida de estar moviéndome por el mundo. Creo que estoy bien, pero es una lucha diaria, obviamente", confesó antes de comparar su situación con la película 'El abismo secreto'.
"Hay un precipicio a un lado y otro al otro, y en medio un abismo lleno de monstruos tratando de alcanzar a los protagonistas. Siento que así es mi duelo: hay un océano gigante de horror que siempre está ahí... a veces quiero sumergirme en él, otras veces lo observo o intento alejarme, pero nunca desaparece. Y esos monstruos... están tratando de atraparme".

Plaza reconoció que ha encontrado en sus amigas un refugio imprescindible. "Mis amigas más cercanas... tenemos un grupo de mensajes, hacemos Zooms y viajes. Esas chicas me hacen reír muchísimo", explicó, agradeciendo sinceramente ese apoyo que está siendo tan importante en su recuperación.
Toca seguir luchando
Aubrey Plaza y Jeff Baena habían compartido más de una década juntos, desde que comenzaron su relación en 2011. En marzo, el informe forense confirmó que Baena murió por suicidio. La primera aparición pública de la actriz tras la tragedia fue en el especial del 50º aniversario de 'Saturday Night Live', donde rindió un discreto homenaje a su marido. Meses después, en mayo, regresó a los focos en el Festival de Cannes para presentar 'Honey Don't!'.
La actriz continúa enfrentándose día a día a ese "abismo lleno de monstruos" que representa su duelo, pero sus palabras reflejan un proceso en el que la vulnerabilidad convive con la fortaleza.

Desde España, si necesitas ayuda o quieres saber más sobre este tema, tienes a tu disposición el Teléfono de la Esperanza (717 003 717) o el Teléfono Contra el Suicidio (911 385 385).