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CRÍTICA

'Mandíbulas': Dos idiotas y esto

Crítica de 'Mandíbulas', dirigida y escrita por Quentin Dupieux. Premio al mejor actor en el Festival de Sitges y Selección Oficial del Festival de Venecia. Con Grégoire Ludig y David Marsais.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 2 de Julio 2021 | 15:20
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Si hay un exponente del surrealismo y el absurdo cinematográfico, ese es Quentin Dupieux, también conocido como Mr. Oizo. Músico y compositor de música tecno y electrónica, su pasión por la música no le ha impedido tener una notable carrera como cineasta, en la que ha destacado con propuestas atrevidas y arriesgadas siendo 'Mandíbulas', mostrada fuera de competición en la Selección Oficial del 77 Festival de Venecia y doble premio para sus intérpretes masculinos protagonistas en el 53 Festival de Sitges, uno de sus filmes más accesibles para el público general.

Mandíbulas

Aunque la palabra accesible sea la que mejor defina a 'Mandíbulas', eso no impide que esté al mismo nivel de calidad que los anteriores trabajos cinematográficos de Dupieux. La propuesta es una refrescante apuesta veraniega -la pandemia ha provocado que su estreno original en invierno se trasladase a una temporada más acorde a su estética- en la que Dupieux ha creado un cóctel que combina elementos de 'La mosca' de Cronenberg con propuestas tan dispares como la emblemática 'E.T., el extraterrestre' de Spielberg con 'Dos tontos muy tontos' de los hermanos Farrelly.

El resultado es deliciosamente disfrutón. La combinación de ciencia ficción con la comedia de brocha gorda parecía una mezcla imposible, que Dupieux sabe resolver, mostrando su experiencia en crear historia completamente inverosímiles como 'Réalité', 'Bajo arresto' o 'La chaqueta de piel de ciervo'. Al igual, Dupieux ha mostrado agudeza para narrar de forma cómica situaciones inhóspitas y tremendamente espeluznantes, como puede ser la aparición de una mosca gigante que parece la sobrina de Mothra.

Mandíbulas

Una experiencia psicodélica

A pesar de que su premisa fantástica hubiera dado pie a una propuesta de terror clásica, Dupieux opta por introducir a dos idiotas como protagonistas (sublimes Grégoire Ludig y David Marsais), provocando que la perplejidad y desconcierto que producen sus acciones desencadenen carcajadas entre el público, al ser situaciones tan inverosímiles y carentes de lógica, que dan completamente la vuelta, mostrando la maestría de Dupieux. A ello se le añade la introducción de varios personajes secundarios que le agregan mayor dosis de surrealismo, especialmente el caso de Adèle Exarchopoulos, cuyo histrionismo le da un toque de pimienta a este explosivo cóctel.

Mandíbulas

Gracias también a su breve duración, 'Mandíbulas' es como un viaje psicodélico. Una experiencia muy similar a la que se siente cuando se escuchan álbumes del realizador como 'All Wet' o 'The Church'. Como le sucedió a otros directores como Bruce LaBruce y su 'Gerontophilia', 'Mandíbulas' es la perfecta introducción al extraño universo cinematográfico de Dupieux. Descabellada y estrambótica propuesta cinematográfica, tan sumamente eficaz en su resultado final, que enlazan a Dupieux con las propuestas más extremas de Bruno Dumont.

Nota: 8

Lo mejor: La secuencia final de la trama en la casa del personaje de India Hair.

Lo peor: No es apta para aquellos poco cercanas a la comedia absurda.

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