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CRÍTICA MOWGLI

'Mowgli' o cómo contar por enésima vez una misma historia

'Mowgli', la versión oscura y violenta de 'El libro de la selva' que ha estrenado Netflix, nos ha dejado muy fríos.

Por Jonathan Espino Aparicio 5 de Diciembre 2018 | 09:45

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'De donde no hay, no se puede sacar'. ¿Cuántas veces has escuchado decir eso a tu abuela cuando ha querido zanjar un tema que no tenía mayor discusión? Es un callejón de salida, el punto y final de toda conversación, y también el límite fronterizo de una cuestión a acotar: ya nos hemos dicho todo, lo que digamos de aquí en adelante será redundante. Y eso es lo que, sin duda, pasa en 'Mowgli'.

La nueva adaptación de 'El libro de la selva' que ha preparado Andy Serkis para Netflix es el ejercicio técnico del alumno aventajado de la clase al que se le da de maravillas las nuevas tecnologías, pero tiene poco o nada nuevo que contar. En 'Mowgli', no solo volvemos a encontrarnos la enésima versión del niño perdido en la jungla, sino que visualizamos decenas de películas en una: aquellas en las que un grupo de humanos se dispone a destrozar el habitat de de seres vivos que se revelan al verse amenazados.

'Mowgli' tiene un prólogo muy parecido al de la versión Disney de 'Tarzán': un niño huérfano por el ataque de un tigre es recogido por una pantera para ser llevado junto a su nueva familia, una manada de lobos. En adelante, conocemos el funcionamiento de ese 'Juego de tronos' que es la jungla: el territorio de los lobos, sus límites, su jefe y la restricción de acceso a Shere Khan, el villano de la función, que cuenta con la maravillosa voz de Benedict Cumberbatch.

 Mowgli

El conflicto llega cuando Mowgli se hace mayor y tiene que hacer la prueba definitiva para poder formar parte de la manada: atravesar la jungla sin ser cazado; sin embargo, algo no sale bien y acaba en el pueblo de los hombres donde descubre a otros como él.

Las comparaciones son odiosas

Y más cuando tenemos tan reciente otra versión del mismo cuento. Lo primero que llama nuestra atención es que, aún estando en manos del gran gurú del CGI, 'Mowgli' se queda muy por detrás en la recreación de animales con respecto a su antecesora: los lobos se quedan cerca del dibujo animado, el tigre parece más una caricatura que algo real y el pelaje de Baghera no convence en absoluto.

El único que sale ganando en esta nueva versión es, curiosamente, el personaje que interpreta Serkis, Baloo, cuyas facciones son espectaculares: las arrugas del hocico, el pelo, los movimientos de la boca,... Es como si el actor y director hubiera puesto más parte del presupuesto en hacer real a su personaje que al resto.

 Mowgli

En cuanto a las voces, como ya he dicho antes, Cumberbatch se lleva la palma en este reparto lleno de caras conocidas en el que podemos encontrar a Christian Bale, como Bagheera, o a Cate Blanchett como la narradora del cuento, la sibilina Kaa, el personaje más desdibujado de toda la cinta, que se queda en un mero cameo cuando parece, en un principio, que va a llevar mucho más peso en la trama.

Muerte y sangre en La Jungla

Lo más sorprendente de esta redundante adaptación es la frialdad con la que está contada. Es curioso que, por su tecnología, es más cercana a la animación que su predecesora pero, lejos de ser destinada a los más pequeños, es una cruda visión de la vida de Mowgli en la que los animales sangran tras los zarpazos y son cruelmente mutilados o disecados para impacto del espectador.

En cualquier caso, 'Mowgli, la leyenda de la selva' podría haber tenido alguna oportunidad entre el público si Disney no hubiera realizado ya la versión definitiva hace un par de años; ahora recibimos ésta como un nuevo viaje a la jungla en el que ya sabemos todo lo que va a pasar y, aunque con un par de escenas impactantes, nos deja con la sensación de haber vivido un deja vú: una visión efímera que nos recuerda a algo mejor y que olvidaremos a los dos segundos.

Nota: 5

Lo mejor: La interpretación de Cumberbatch y alguna escena frenética.

Lo peor: La tecnología, que pretendía ser su mejor baza, se nos antoja poco pulida.