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CRÍTICA

'Oscuro y lucientes': El enigma de Goya

Crítica de 'Oscuro y lucientes', documental dirigido y escrito por Samuel Alarcón, sobre el misterio que ronda la desaparición de la cabeza del célebre pintor Francisco de Goya.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 16 de Noviembre 2018 | 16:08
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Francisco de Goya dijo: "La fantasía, aislada de la razón, solo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos". El director Samuel Alarcón logra crear uno de los documentales más fascinantes vistos no solo sobre arte o sobre una figura célebre, sino también uno de los más hipnóticos, al ofrecer una mirada diferente y convirtiendo la historia es una auténtica novela negra de intriga. Así es 'Oscuro y lucientes', mostrado en el 15º Festival de Cine Europeo de Sevilla y que narra uno de los episodios más desconocidos de la vida (o mejor dicho, muerte) del célebre pintor de 'La maja desnuda'.

Oscuro y lucientes

El 16 de abril de 1828, en la ciudad francesa de Burdeos, falleció el pintor español Francisco de Goya. Exiliado lejos de su patria, el célebre retratista murió acompañado por su fiel compañera Leocadia Zorrilla, su nuera y su nieto Javier. Enterrado en el cementerio de Burdeos, el cuerpo del pintor más importante de su tiempo quedó olvidado completamente durante décadas. Sesenta años después de su fallecimiento, la lápida del pintor es encontrada en estado ruinoso por el cónsul español en Burdeos. Logrado ya el propósito de exhumar el cadáver para darle un entierro con honores en Madrid, al abrir la tumba se descubrirá un perturbador hallazgo: el cuerpo del pintor no tiene su cabeza. La desaparición de la cabeza de Goya será el enigma que protagonice este largometraje.

Un homenaje a una de las figuras más importantes del arte español

La vida de Goya fue fascinante, como lo fueron aun más sus obras y sus diferentes etapas, pasando de un costumbrista neoclasicismo a pinturas previas al romanticismo y, sobre todo en su última etapa, un estilo que sería pionero y serviría posteriormente de referencia para los pintores de vanguardia. Como sabrán los curiosos de la Historia, Goya fue enterrado en Burdeos en el exilio autoimpuesto tras el regreso del absolutismo por parte de Fernando VII. Ahora bien, 'Oscuro y lucientes' no apunta a su extensa obra y vida, sino más bien a lo que sucedió tras su muerte, la misteriosa desaparición de su cabeza después de ser enterrado en el cementerio de la ciudad gala en abril de 1828.

Oscuro y lucientes

Alarcón construye un hipnótico relato, narrado con la profunda voz del actor Féodor Atkine, que se convierte en una especie de conversación a uno, en la que la voz de Atkine le desvela a un Goya muerto qué sucedió tras su deceso, envolviendo con su entonación al público en una película que se asemeja más a una novela negra o gótica, describiendo con sumo detalle los hechos históricos que se narran, desde la muerte del célebre autor de 'El tres de mayo de 1808 en Madrid' hasta el espeluznante descubrimiento de la profanación de su cadáver, así como todo lo que desencadenó descubrir tal perturbador suceso.

Sin duda, a este documental convertido en largometraje de suspense se unen una cuidada selección de imágenes, combinando fotografías de época con los escenarios reales mostrados cómo son en la actualidad. Fascinante en las metáforas de las escenas que describen detalladamente momentos exactos de la muerte del pintor, como también de las teorías acerca al robo de su cabeza, en la que entran en escena un Vanitas de Dionisio Fierro, como también estudiantes de Medicina de la Universidad de Salamanca. Acertada también la música, compuesta por Eneko Vadillo, que es capaz de trasladar al público a ese enigma que lleva siendo una incógnita desde 1828. Vadillo capta la esencia del romanticismo del siglo XIX para traerlo a la actualidad.

Una auténtica novela gótica convertida en cine

Pero el filme no solo es la narración de una historia gótica, puesto que 'Oscuro y lucientes' rinde homenaje a la figura de Goya, a sus últimas épocas, las de 'Las pinturas negras', a la decadencia de la salud del artista. También es igual de fascinante la visión que tenía Goya de la propia muerte en sí, de cómo de premonitorios llegaron a ser sus lienzos, sus grabados, sus bocetos. Deslumbra, una vez más, cómo Alarcón ejecuta su tributo al gran pintor español.

Oscuro y lucientes

Entrando en divagaciones propias de los misterios que han quedado sin resolver, 'Oscuro y lucientes' es un cuidado documental que, realmente, es una narración gótica convertida en largometraje, ni siquiera una película de ficción hubiera logrado tan altas dosis de intriga. Una película llena de personalidad y una admiración apasionada a la figura de Francisco de Goya, un hombre que tuvo una vida tan cautivadora y deslumbrante como, curiosamente, su propia muerte. Nunca una muerte hubiera dado para una verdadera novela de misterio, solo podía ser Goya.

Nota: 8

Lo mejor: Su narración, la música y cómo se ejecuta el enigma, que provoca el inmediato interés en el espectador.

Lo peor: Infravalorar el esmerado trabajo de Alarcón por su condición de documental.

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