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CRÍTICA

'Spider-Man: Un nuevo universo': Una telaraña sin límites

La película de animación centrada en Miles Morales es la película más guay del año, y un homenaje maravilloso a Spider-Man como símbolo. Está llena de humor y emotividad, y cuenta con un apartado visual alucinante.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 28 de Noviembre 2018 | 14:00
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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2018 será recordado como un año negro para los amantes de los cómics, de los superhéroes, y de Marvel. Nuestro amigo y vecino se ha quedado huérfano de sus dos padres, Steve Ditko y Stan Lee. Y nosotros también. Pero el destino ha querido que el año termine con la que posiblemente es la película más Spider-Man de Spider-Man.

Spider-Man: Un nuevo universo

'Spider-Man: Un nuevo universo' es la primera película de animación del personaje realizada por Sony Animation. A pesar de haber visto ya seis largometrajes (de carne y hueso) sobre el personaje, el estudio ha querido buscar su propio camino alejándose, sin olvidarse, de Peter Parker. Lo hacen poniendo como protagonista a Miles Morales, un chico de Brooklyn de ascendencia afroamericana y latina, que se convirtió en emblema de una cada vez mayor diversidad en el universo de los cómics, y la cultura pop en general. Ponerle a él en el foco hace que la historia no vuelva a ser la misma de siempre, aunque en parte también un poco sí (y bien que juega con eso la película). Porque tenemos araña radiactiva, tenemos el descubrimiento de los poderes y la aceptación de los mismos, tenemos conflictos familiares... y tenemos lecciones importantes para todo héroe, como ese "gran poder que conlleva una gran responsabilidad" o que no se puede salvar a todo el mundo.

Es precisamente esos puntos en común con Peter Parker lo que lleva a 'Un nuevo universo' a convertirse en una película de Spider-Man como símbolo. Aunque sea la historia de Miles, también es la historia de lo que significa ser Spider-Man, independientemente de quién esté bajo la máscara. Y aquí entra uno de los grandes atractivos de la cinta: no tenemos un Spider-Man, tenemos seis. Por fin una película de esta era del cine de superhéroes se mete en el tema de los multiversos, algo que ha servido a los cómics para reinventar a sus personajes una y otra vez, y que esta vez lleva a seis Spideys diferentes a convivir en el mismo Nueva York: el de Miles. Pero como todo debe tener un orden, el mundo les rechazará, haciendo peligrar su existencia en cualquier realidad, así que ya tenemos misión.

Spider-Man: Un nuevo universo

Los cinco Spider-Mans que completan el elenco protagonista son bien diferentes entre sí, pero todos están en la película con un mismo propósito: acompañar y ayudar a Miles en su camino de niño a héroe. Cada uno cuenta con momentos muy remarcables, pero ninguno de ellos le llega a robar el protagonismo porque, al igual que su Nueva York es el escenario, esta es su película. Igualmente, el equipo de guionistas liderado por Phil Lord ('La LEGO película') ha sabido darnos cinco Spider-Mans distintos pero muy carismáticos y con sus propias personalidades y conflictos, y con el tiempo justo para que ni siquiera los escépticos puedan decir que Peter Porker llega a resultar cansino. Desde Spider-Gwen, que es tan interesante que ojalá le den algún día película propia, a Peter B. Parker, la versión "loser" de Peter Parker, que representa la caída del héroe (y cómo nos puede afectar el fracaso), todos ellos cumplen con creces su función de apoyo, pero sin quitarle el protagonismo al nuevo Spider-Man.

Tampoco es que Miles necesite apoyo de nadie para convencer, porque ha venido para quedarse. Miles es un personaje de este siglo, y eso le hace muy diferente a Peter, y muy atractivo para la audiencia actual. Aunque tenga muchos puntos en común, Miles es un chico extrovertido, inteligente y con un punto rebelde que no tenía el anterior Hombre Araña. Al ser un chaval de barrio, la película se deja llevar por un aire urbano, con una banda sonora con la que sientes cada "beat" y mucho visual que bebe de los grafitis. Miles es un chico guay, y su película no se podía describir con un adjetivo mejor que guay.

Las infinitas posibilidades de la animación

Aquí entra la importancia de haber optado en esta ocasión por la animación y no por la acción real. La animación permite ciertas licencias que en una película con actores de carne y hueso resultaría imposible de creer, nuestro cerebro enviaría señales de que eso no puede ser. Con la animación no pasa, porque el cerebro sabe que estamos hablando de un lenguaje distinto y lo acepta, así que es un lienzo en blanco en el que todo es posible. Por eso aquí se integra tan bien el lenguaje visual de los cómics, o el dotar a cada Spider-Man de guiños a distintos tipos de animación (las gloriosas caras de anime de Peny Parker, el 2D cartoon de Peter Porker...) y el jugar con lo tridimensional y bidimensional para que la película adopte mil formas y se convierta en un despliegue visual que jamás podremos ver en una película de acción real. Ese toque granulado, esos colores vivos, esa mezcla de viñetas y arte urbano hace que cada plano merezca estar plasmado en un póster o una camiseta (y por supuesto debe ser visto en pantalla grande). Y no llega a cansar a la vista, aunque no podamos pestañear en toda la cinta. Es un delirio, pero un delirio que no podía molar más. La batalla final es algo tan bestia e intenso a nivel visual que ya solo por eso ha merecido la pena que hayan apostado por la animación. 'Un nuevo universo' vuelve a dejar claro que es un error considerar la animación como un género menor. Ya les gustaría a muchas cintas de superhéroes en acción real ser tan fieles al personaje y sorprender tanto como lo hace esta.

Spider-Man: Un nuevo universo

Esta capacidad sin límites de 'Un nuevo universo' se plasma también en la historia. El abrir la puerta a realidades paralelas permite al equipo volverse un poco locos y llenar la película de referencias y homenajes a los cómics y películas, además del tradicional cameo de Stan Lee, por supuesto (genial, por cierto). Permite dar a Nueva York vida propia. Permite que los villanos sean reconocibles pero también sorprendentes. Ojalá los multiversos hayan venido para quedarse, porque otorgan una frescura y abren el abanico narrativo del género como nunca antes lo habíamos visto ('Vengadores 4', te toca mover ficha). Cierto es que hay detalles que requerirán un segundo visionado para ordenarlos, y aún así hay algunos que no terminan de tener sentido. Pero la historia en general funciona a las mil maravillas, con un ritmo frenético que mezcla mucho humor con una sorprendente carga emotiva.

Y es que 'Spider-Man: Un nuevo universo' esconde entre tal despliegue visual mucho sentimiento, y mucho amor por el Hombre Araña. Esa emotividad se ve en la historia de crecimiento de Miles como héroe y en cómo se relaciona con los miembros de su familia, sobre todo con su sobreprotector padre y con su molón pero desapegado tío. Es gracias a esos momentos que acabaremos cayendo rendidos ante este nuevo Spider-Man, y nos daremos cuenta de que el atractivo de este personaje traspasa la identidad de quién lo encarne. Dado que en el cine de superhéroes eso no lo hemos llegado a ver todavía muchas veces, es todo un triunfo que haya funcionado tan bien. La película pretende enviar ese mensaje de que "todos podemos ser Spider-Man", porque un héroe no nace, se hace, y ese mensaje llega alto y claro, y a un nivel que encantará a pequeños y a mayores, a espectadores casuales del Hombre Araña y a los fans de toda la vida (para los que, además, hay bastantes Easter Eggs, y una escena post-créditos, que les va a alucinar).

Spider-Man: Un nuevo universo

Todos los que están detrás han querido hacer una carta de amor a Spider-Man como símbolo, a todo su legado, a Peter, a Miles, a los Spideys que vinieron y los que están por venir. Y les ha quedado una película maravillosa que demuestra que todavía nos queda mucho por ver en el cine de superhéroes y que hay gente que conoce muy bien al personaje y sabe darle una aventura a su altura. Que esta película, con un simbolismo tan grande hacia el Hombre Araña, haya llegado en el año en el que han fallecido sus dos creadores, hace que la despedida sea menos amarga. 'Spider-Man: Un nuevo universo' demuestra que nuestro amigo y vecino tiene todavía mucho que contar, y que está en buenas manos.

Nota: 8

Lo mejor: Hasta la tía May es súper molona, y como ella lo son sus personajes, el apartado visual, la banda sonora... Hace reír cuando tiene que hacerlo, y emociona cuando tiene que emocionar. Las infinitas posibilidades que permite la animación.

Lo peor: El jugar con los multiversos hace que ciertas cosas no terminen de tener mucho sentido cronológico.

PD: Quedaos hasta el final de los créditos. Merece mucho la pena que esperéis. Coged pañuelos primero, y esperad a la guinda después.