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CRÍTICA

'Un verano con Fifi': Momento de adolescencia prestada

Crítica de 'Un verano con Fifi', ópera prima de Jeanne Aslan y Paul Saintillan. Protagonizada por Céleste Brunnquell y Quentin Dolmaire. Premio Nuevos Directores en el Zinemaldia 2022.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 25 de Agosto 2023 | 13:25
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Imagen de 'Un verano con Fifi'
Imagen de 'Un verano con Fifi' (Sideral Cinema)

Edward Zwick, director de 'El último samurái' y 'Diamante de sangre', dijo: "La adolescencia es el momento para vivir y experimentar la vida antes de la monotonía de la adultez". Tras realizar varios cortometrajes y estar del guion de 'Vacaciones con mamá', el tándem de directores formado por Jeanne Aslan y Paul Saintillan se lanzan a dirigir su ópera prima, 'Un verano con Fifi', ganadora del Premio Nuevos Directores del 70 Festival de San Sebastián.

Un verano con Fifi

La manera con la que comienza 'Un verano con Fifi' rompe con lo que inicialmente puede esperarse de ella, con su protagonista, una adolescente de 15 años, viviendo en un piso procedente de un barrio popular, haciéndose cargo de su sobrino, un bebé de apenas unos meses. Su madre no tiene trabajo, su padrastro es un bueno para nada, su hermana mayor está buscando empleo para dejar el piso familiar e irse con su novio y padre su vástago (el cual también vive en el piso); además de aguantar a otra hermana y otros dos hermanos pequeños.

Un auténtico 'piso patera', con la pobre Fifi haciéndose cargo de tareas que otras chicas de su edad no haría. Aslan y Saintillan, quienes también firman el guion, configuran su película cual drama social propia de Guédiguian o el dúo Grozeva-Valchanov. Es más, tiene una secuencia digna de una película de los Dardenne, con Fifi yendo al centro de la ciudad en bicicleta para hacer recados.

Un verano con Fifi

Pero Aslan y Saintillan buscan hacer también una coming-of-age movie. De ahí, que introduzcan una situación que trastoca los planes de verano de la muchacha (para bien, dado que la adolescente no tenía nada planeado más que sobrevivir). Lo interesante de que el film transite por ese género es que aprovecha los elementos de las cintas adolescentes para mostrar algo inusual en los filmes de denuncia social: el derecho de los adolescentes a vivir su propia adolescencia.

Céleste Brunnquell y Quentin Dolmaire brillan este refrescante debut

Esto lo consigue Fifi entrando a hurtadillas en el chalé de una antigua amiga del colegio, cuya familia se ha ido de vacaciones en verano. Lo que no esperaba la joven es encontrarse al hermano mayor de su amiga, Stéphane, quien estudia en París y ha vuelto a la residencia familiar por una crisis personal. En este cruce de vidas, entre la joven de origen humilde y el universitario procedente de una familia de clase media burguesa, la cinta evita los lugares comunes para este tipo de historia, provocando que una incipiente historia de amor y autodescubrimiento sea hecha desde la perspectiva social.

Un verano con Fifi

Porque Fifi, dada su realidad, es más madura y pragmática que el bohemio Stéphane, quien representa a esa generación a la que se le ha vendido que no hay futuro. En el caso de Fifi, se trata de una cuestión de supervivencia. Por ello, ese choque de mundos, llama la atención y le da al film una complejidad inesperada, que lo eleva gracias a un buen trato de guion con los personajes.

También es fundamental las actuaciones de sus actores protagonistas. Céleste Brunnquell ya destacó en 'Les Éblouis' y se le pudo ver recientemente en 'El origen del mal'. Su estilo fresco y espontáneo evoca al que tuvieron en su momento brillantes actrices como Louane Emera o Lou de Laâge. Magnífico papel protagonista que demanda muchos más para la intérprete. Mención también para Quentin Dolmaire, quien sabe defender el papel de un joven vacío, cuyo espíritu fue enterrado por una familia con tendencia a cortar los sueños rápidamente, dado que esos 'no aseguran un sueldo fijo'.

Con un final que reivindica la mirada social a través de las coming-of-age movies, 'Un verano con Fifi' brilla y resulta ser una ópera prima deliciosa, con actores que encarnan una nueva generación de intérpretes que traen un aire fresco a la industria.

8
Lo mejor: El difícil equilibrio que consigue entre ser una cinta de denuncia social y una coming-of-age movie
Lo peor: Quizás ciertos momentos son algo previsibles.
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