El infernal e interminable rodaje de 'La maldición (Cursed)' y otras curiosidades

Fue en el año 2000 cuando Kevin Williamson escribió el guion de 'La maldición (Cursed)', el cual pronto salió adelante como un de los proyectos clave de Dimension Films.

En el 2002, se anunciaba que Wes Craven volvía a formar equipo con Williamson (tras las dos primeras entregas de 'Scream') en un film que se había concebido como una vuelta de tuerca y modernización del subgénero de hombres lobo.

La intención era la de estrenar la película en verano del 2003.

En la primavera de 2003, el rodaje debía comenzar según lo previsto, contando con el Torrance High School (el Sunnydale High de 'Buffy, cazavampiros') como uno de sus principales emplazamientos.

Christina Ricci, Jesse Eisenberg y Skeet Ulrich iban a ser el trío protagonista, quienes tras un accidente de coche en las colinas de Hollywood eran atacados por un hombre lobo.

Todo parecía ir bien hasta que empezaron a llegar las reescrituras de guion y el rodaje se tuvo que paralizar.

Los problemas de producción y las constantes reescrituras del guion hicieron que el rodaje empezase a tener parones cada vez más prolongados en el tiempo. Debido a los compromisos contractuales con otros proyectos, la gran mayoría de los actores que ya habían empezado a trabajar en la película tuvieron que dejar el proyecto a medias.

Esa fue una de las razones por las que, cuando se llevó a cabo un nuevo guion, varios personajes fueron directamente eliminados y el trabajo de los intérpretes no se tuvo en cuenta. Entre los nombres que dejaron de formar parte del proyecto, estaban los de Skeet Ulrich, Heather Langenkamp, Corey Feldman, Mandy Moore, Illeana Douglas y Scott Foley.

Tras cerca de dos años de trabajo, Wes Craven sintió cómo Dimension volvía a echar por tierra su trabajo cuando decidieron que la película se estrenaría con calificación PG-13 en lugar de R.

Tal y como aseguró el director, el contrato inicial de la película era para hacer un producto con calificación R, por lo que podían tener cierta carta libre a la hora de representar violencia en pantalla y no escatimar en sangre.

Desde la productora, la cual no confiaba del todo en la película, se optó por ir a lo seguro y estrenar una película que llegase a más público, de ahí la decisión de cortar varias secuencias para así adaptarla a la calificación PG-13.

Teniendo que adaptarse a la nueva calificación de la película, fueron varias las secuencias que se tuvieron que eliminar del montaje final.

Una de ellas era la de la muerte del personaje de Shannon Elizabeth, a quien partían por la mitad y que para rodarla se había tenido que enfundar en un pantalón verde que servía como croma. Además, se elaboró un torso de la actriz que finalmente no apareció debido a los recortes.

Otra de las escenas censuradas fue aquella en la que Christina Ricci mordía en el cuello a Joshua Jackson, que originalmente era totalmente explícita.

Tras haber remontado la película casi desde cero, con actores nuevos y cambiando muchos de los elementos del guion, Wes Craven parecía ver la luz al final del túnel cuando Bob Weinstein le dijo que estaba muy contento con resultado final.

Sin embargo, el productor cambió de idea y mandó al director que tenían que volver a rodar para cambiar el final de la película, apostando por uno en el que el personaje de Joshua Jackson atacaba a Christina Ricci y Jesse Eisenberg, con el cual Craven estuvo en total desacuerdo.

Por si el rodaje no estuviese siendo lo suficientemente complicado, Wes Craven vio otra complicación cuando se presentó ante él la filmación de la secuencia en el parking.

En esta, el personaje de Jenny Tate, al que interpretó Mya en sustitución de Mandy Moore (quien había llegado a rodar varias tomas en la primera etapa del rodaje), tenía que huir de la criatura (para lo que tuvo que ponerse en forma y dar la talla durante la filmación) a través de los coches. Las cosas no salieron según lo previsto y al final costó un total de tres días para que todo saliese como Craven quería.

Durante el primer rodaje de la película, Rick Baker fue contratado para diseñar a las criaturas, pero cuando Dimension decidió empezar a realizar reescrituras y que se tenía que volver a rodar, el trabajo del artista se eliminó por completo y optaron por no seguir contando con él.

Tuvieron que pasar los años para que el propio Baker fuese el encargado de compartir a través de su página personal, el diseño de la mujer lobo de la película, el cual acompaña el presente texto y que rememora el aspecto que tenían las criaturas que hizo para 'Un hombre lobo americano en Londres' y 'Aullidos' a principios de los ochenta.

Con Rick Baker fuera de la película, el equipo de efectos y maquillaje tuvo que ponerse las pilas para diseñar a los licántropos desde cero.

Para ello, se contrataron los servicios de KNB, la compañía especializada en prótesis fundada por Greg Nicotero. Para el aspecto definitivo de las criaturas, se optó por mezclar los diseños que hicieron los artesanos y mucho trabajo de CGI, el cual acabó sopesando por encima del resto en el resultado final.

Teniendo en cuenta la odisea por la que pasó la película, no es de extrañar que en el momento de su estreno (el cual tuvo lugar en Estados Unidos el 25 de febrero de 2005) la crítica no tuvo ningún tipo de compasión.

Y, pese a que desde Dimension intentasen demostrar que el guion final era el realmente bueno, lo que más se criticó fue este, el cual iba a la deriva entre poner sobre la mesa lo peor del terror mainstream de la época y reírse de las películas de hombres lobo.

Por lo referente a la taquilla, y habiendo costado 38 millones de dólares, el film no llegó a alcanzar ni los 30 en todo el mundo, siendo un rotundo fracaso que pocos de los que estuvieron implicados quieren recordar.