Todos y todas sabemos lo que Pedro Almodóvar significa para el cine y la cultura española, casi 50 años dedicados al séptimo arte desde 'Salomé', su primer trabajo audiovisual en 1978, hasta 'Amarga Navidad', su vuelta a la lengua española después de su aventura exprés en el idioma inglés con 'La habitación de al lado' y el cortometraje 'Extraña forma de vida'.

Para su regreso al castellano, idioma que tantos diálogos icónicos nos ha dejado en su filmografía, el director ha vuelto con un reparto que bien podrían ser "Los Vengadores" españoles. Bárbara Lennie, Patrick Criado, Victoria Luengo, Leonardo Sbaraglia, Aitana Sánchez-Gijón, Milena Smit, Quim Gutiérrez, Rossy de Palma, Carmen Machi y Gloria Muñoz. Un All-Star de intérpretes nacionales que han recibido una sorpresa por parte de Almodóvar.
Con el fin de rodaje, el director manchego ha tenido un detalle con cada uno de ellos y ellas regalando ramos de flores, aplausos, sombreros y muchos abrazos y besos en un emocionante cierre que, con todo el metraje ya en las memorias de las cámaras, pasará ahora a las manos de Teresa Font, montadora de las últimas obras de Almodóvar.
Según la claqueta de Almodóvar, agosto se anuncia con el fin de rodaje en Lanzarote de 'Amarga Navidad', que siguiendo la lógica de las últimas películas de Almodóvar, se ceñirá a la depuración que el director ha mostrado desde 'Dolor y gloria' y continuará explorando esta etapa tan madura del realizador.
La historia transcurre cuando Elsa (Bárbara Lennie), una directora de publicidad, se refugia en el trabajo sin permitirse vivir el duelo tras la muerte de su madre. Una crisis de pánico la obliga a hacer una pausa y viaja a Lanzarote con su amiga Patricia mientras su pareja Bonifacio permanece en Madrid. La narración se entrelaza con la del cineasta Raúl Durán (Leonardo Sbaraglia), mezclando ficción y realidad.

Los regalos, un ritual
Aunque la producción de 'Amarga Navidad' destaca por su gran reparto, lo cierto es que Almodóvar acostumbra a hacer de los regalos o tener gestos con los actores en todas sus películas. En 'Volver', a Penélope Cruz le regaló algo muy personal: un libro encuadernado de sus últimos cinco años de relación.
Al margen de regalos, la relación entre el director y su reparto suele ser muy estrecha. Durante el rodaje de 'Los amantes pasajeros', el cineasta instaló una sala con mesa de ping-pong para relajarse entre tomas, mientras que en su última película alabó a Julianne Moore y Tilda Swinton, a quienes calificó como "un milagro y un regalo".