'Le llaman Bodhi': las escenas de riesgo que le costaron cuatro costillas a Patrick Swayze y otras curiosidades

No cabe duda de que Patrick Swayze era un hombre de acción y de que, a juzgar por todo lo que hemos visto y leído sobre él, le iban las emociones fuertes. Es por ello que le encantaba hacer paracaidismo. Por supuesto, no se quiso perder con dobles o ayuda externa la gran escena de paracaidismo de la película. En total, hizo unos 55 saltos.

Como hemos dejado claro, a Patrick Swayze le iban las emociones fuertes. Pero no solo en el paracaidismo, sino que, además, en el surf también se apuntaba a un bombardeo. El intérprete, para la mayoría de las escenas en las que tenía que estar sobre una tabla, rechazaba usar dobles. Lo mismo hacía con las escenas de lucha o las persecuciones en coche.

Hemos hablado de lo intrépido que era Patrick Swayze, y lo mucho que parecían agradarle los deportes en los que hubiese implicado un alto nivel de adrenalina. Pero, desde luego, hacer tus propias escenas de riesgo tiene, valga la redundancia, sus riesgos. Y, es que, lamentablemente, el actor se rompió cuatro costillas al grabar algunas escenas de surf.

El personaje de Keanu Reeves guarda cierto parecido con el propio actor. Sus vidas corrieron suertes similares. Johnny Utah se convertía en agente del FBI al verse truncado su sueño de jugar al fútbol profesional tras una lesión de rodilla. Reeves se hizo actor después de no poder continuar su carrera como jugador de hockey tras, también, una lesión en una rodilla.

En cierto momento, Tyler le explica a Johnny Utah que el personaje de Patrick Swayze se llama Bodhi, el Bodhisattva. Este término, en la religión budista, se emplea para hablar de un ser iluminado que, únicamente por compasión, renuncia al Nirvana para salvar a otras personas. Bodhi vendría a significar algo así como "desvelo" o "vigilia".

Keanu Reeves se suele tomar muy en serio su trabajo, y no hizo ninguna excepción al rodar esta película. El actor estuvo un tiempo observando a Agentes del FBI de verdad en Los Ángeles para prepararse su personaje. También estuvo entrenando con los preparadores de los quarterbacks de UCLA para la escena de fútbol.

Cuando Keanu Reeves consiguió el papel, esta película iba a llamarse como el nombre de su personaje: 'Johnny Utah'. Cuando Patrick Swayze fichó por el film, se iba a llamar 'Riders on the Storm', como la canción de The Doors. No obstante, la cinta no tenía nada que ver con la letra de la canción, por lo que, al final, su título original fue 'Point Break' (el punto en el que rompe la ola).

Está claro que los actores no querían hacer el ridículo sobre una tabla y, para ello, quisieron acudir al mejor. El reparto se tiró dos meses entrenando junto al célebre surfista profesional Dennis Jarvis en la isla de Kauai. Éste recordaba lo siguiente del trío protagonista: "Patrick dijo que se había subido a una tabla un par de veces, Keanu definitivamente no había surfeado antes, y Lori no había estado en el océano en su vida".

¡Qué ajetreada es la vida de los artistas! Y, si no, que se lo dijeran a Patrick Swayze. El intérprete tenía muchos compromisos, y eso lo llevó a no poder participar en la escena de la persecución a pie. El que llevaba puesta la máscara de Reagan era su doble, Scott Wilder. Mientras tanto, la estrella se encontraba atendiendo a la prensa en Europa, por su célebre 'Ghost, más allá del amor'.

Cuando existe una película tan mítica como esta, no es nada fácil imaginar que el reparto hubiese sido otro. Mucho menos si pensamos en el protagonista. Pero, como suele pasar con la mayoría de productos audiovisuales, el que acabó siendo el protagonista no era la primera opción. El papel de Keanu Reeves podían haberlo interpretado actores tan distintos como Matthew Broderick, Johnny Depp, Charlie Sheen o Val Kilmer.