Hace siete años, la popular saga literaria 'Los Futbolísimos', escrita por Roberto Santiago, dio el salto a la gran pantalla con las aventuras de Pakete y sus compañeros de equipo, bajo la dirección de Miguel Ángel Lamata, para adaptar la primera aventura de los jóvenes futbolistas y aventureros dónde tenían que resolver el misterio de los árbitros dormidos.
Tras una larga espera, el 8 de agosto los chicos del Soto Alto F.C. vuelven a la acción, adaptando el décimo libro, para enfrentarse al mayor reto hasta la fecha: después de una estafa inmobiliaria que deja a su pueblo en la ruina, el equipo de fútbol está a punto de perder su campo de fútbol. Para conservarlo, tendrán que derrotar a Los Justos, un equipo imbatible liderado por una misteriosa capitana con métodos muy poco convencionales.
Enredados en una trama que incluye el robo a un banco, malentendidos y secretos que amenazan con separarlos, Los Futbolísimos se verán envueltos en una nueva aventura repleta de acción, humor y compañerismo, donde el fútbol es solo el punto de partida...
Una aventura perfecta para toda la familia
Miguel Ángel Lamata ('Tensión sexual no resuelta', 'Isi/Disi: Alto voltaje') repite como director en esta segunda adaptación y, lo cierto, es que parece estar encontrando el pulso al cine familiar e infantil, un terreno en el que no tenía tanta experiencia. Tal como nos confesó en la entrevista que pudimos hacerle, se supera a sí mismo en esta nueva entrega. El resultado final mejora respecto a su precuela y se convierte en una gran opción para disfrutar en familia durante un día de verano en vacaciones.

Al igual que en la primera adaptación, el misterio al que tienen que enfrentarse el grupo de jóvenes es complejo, pero Lamata logra hacer de la complejidad, algo ameno y muy bien llevado. El director consigue que esta segunda entrega mantenga el espíritu fresco de la primera, pero con un humor más afinado y un ritmo que apenas da respiro.
Los problemas que propone la trama, y en los que se ven envueltos los futbolistas aventureros, se va despejando poco a poco, mediante una serie de catastróficas desdichas en la que los jóvenes protagonistas rompen todo a su paso, y están dispuestos a lo que sea para resolverlo. El misterio, más enrevesado que en su predecesora, se dosifica con habilidad, y logra mantener el interés incluso para el público adulto.

Además, la película, sin caer en sermones, transmite mensajes claros y necesarios ya tratados en la primera adaptación: la importancia de la diversidad, el compromiso y la amistad, ahora ampliados con una mirada directa a los prejuicios y a la integración de quienes no siempre encajan en la sociedad. Y, lo cierto es que se ha de agradecer, pues son muchas las producciones que lo intentan, pero pocas lo consiguen sin perder ligereza.
Sin embargo, la película peca un poco en su estructura, al calcar el esqueleto narrativo de su precuela. Por lo que si antes de decidir ver esta película decides hacerte una maratón con su precuela, tal vez pueda verse un poco repetitivo, y te hagas una idea clara de cómo van a transcurrir los hechos.
El humor y el corazón, las grandes bazas de la película
Aunque el misterio es el eje narrativo, lo que realmente da vida a la película son las emociones. Y en este terreno, los protagonistas brillan especialmente al transmitir humor y amor con total naturalidad, dotando a la historia de una calidez que va más allá de la trama.

La comedia recae, en gran medida, en los actores más veteranos. La química entre Carmen Ruiz (Juana) y Joaquín Reyes (Emilio) sigue funcionando con naturalidad, a la que se suma el carisma de Arturo Valls (Salvatierra) y el toque excéntrico de William Miller, responsable de algunos de los momentos más hilarantes. Además, la película incluye guiños pensados para quienes ya no somos tan jóvenes, que apelan con acierto a esa nostalgia infantil e ingenua que, de un modo u otro, seguimos buscando allá donde vamos.
Por otro lado, el amor también juega un papel importante en esta secuela, y no solo a través de la relación entre Alicia (Norma Ruíz) y Felipe (esta vez interpretado por Miguel Ángel Muñoz), que en esta ocasión se encuentran en una fase más madura de su historia. También entre los jóvenes protagonistas surgen vínculos y sentimientos que aportan ternura y autenticidad a la trama.

Tanto Pakete (Nicolás Rodicio), Helena (Cosette Silguero) y Almudena (Nerea Pascual), que se incorpora en esta entrega como la temible capitana de Los Justos, como el resto del reparto infantil, logran conectar con el espectador a través de gestos sencillos pero profundamente honestos. Un recordatorio de que, a veces, son los más pequeños quienes mejor encarnan valores esenciales como la empatía, la honestidad, la amistad o el respeto. Y quizá también un reflejo necesario para una sociedad que a menudo parece haberlos olvidado.
'Los Futbolísimos 2: El misterio del tesoro pirata' ya está en cines.