La séptima temporada de 'Juego de Tronos' estuvo rodeada de la misma polémica de casi siempre, con una legión de fanáticos vibrando cada semana como si estuvieran ante una season finale constante y detractores acusándola de ser una interminable sucesión de lo mismo de siempre. Es decir, violencia gratuita, muchas tramas que no van a ninguna parte, personajes sobrevalorados y desaprovechados y, el tópico más terrible de los tópicos, ser una serie en la que 'no pasa nada'.

Y lo que está claro es que, como de costumbre, los primeros terminaron ganando esta batalla. Audiencias millonarias, revolución mediática, redes sociales incendiadas y un buen puñado de momentos televisivos absolutamente inalcanzables para el resto de competidores. Se trata, sencillamente, de un mundo televisivo explotando semana a semana de pura épica. La pantalla pequeña nunca había vivido un fenómeno de las dimensiones de 'Juego de Tronos' porque, sencillamente, nunca había existido una serie como 'Juego de Tronos'. Para lo malo y para lo bueno.
A lo largo de este especial, regresamos precisamente a ese conjunto de instantes que marcaron para siempre a una séptima temporada que sirvió, especialmente, para dejarnos al mismo borde del infarto con unos compases finales de auténtico infarto. Diez momentos que demostraron, una vez más, que los talones de 'Juego de Tronos' continúan alzados sobre el infinito. Y lo que queda.
style='width: 100%; max-width: 720px; height: 445px;' class='videoEC' allowfullscreen="true" webkitallowfullscreen="true" mozallowfullscreen="true">