Por cada gran estreno de streaming en el que las plataformas vuelcan todos sus esfuerzos promocionales, hay un buen puñado de títulos que pasan desapercibidos entre los lanzamientos de la semana y se las tienen que arreglar ellos solitos para encontrar a su audiencia. De vez en cuando, uno de ellos logra entrar en el radar de los seriéfilos y, gracias al boca a a boca y sin la ayuda de la publicidad, llegan a lo más alto.
Eso es justamente lo que le está pasando a la nueva serie de Prime Video, una alocada comedia universitaria que lleva por nombre 'Impostura' ('Overcompensating' en inglés) y que pocos días después de su estreno se ha catapultado al número 1 de lo más visto en la plataforma de Amazon en Estados Unidos, colándose también en el Top 10 en España.
¿Qué tiene 'Impostura' que está gustando tanto? La serie es una comedia autobiográfica basada en la vida de su creador y protagonista, Benito Skinner, cómico estadounidense famoso en redes sociales que da el salto a las series con una propuesta divertidísima y sin filtros producida por Jonah Hill y el prestigioso estudio A24, a su vez amadrinada por una de las cantantes de moda, Charli xcx.
Skinner cuenta que, desoyendo los consejos de sus amigos, le propuso producir el proyecto en una fiesta hace seis años y ella le dijo "mándame el guion". El resto, como dicen, es historia. Así, la autora de 'brat' está muy presente en la serie, donde no solo participa como productora, sino que sus canciones forman el principal grueso de la banda sonora, su voz se integra con el score, su cara empapela los dormitorios y hasta hace un tronchante cameo autoparódico como ella misma que hará las delicias de sus fans.
'Impostura' es la historia de Benny, un joven gay de Idaho que lleva toda la vida fingiendo ser quien no es para contentar a sus padres y ajustarse a la imagen de lo que debe ser un hombre. Así, Benny trata de ocultar su sexualidad (incluso a sí mismo) emulando torpemente el comportamiento de sus compañeros heterosexuales y cumpliendo todos los estereotipos populares en el instituto: jugador de fútbol, rey del baile de fin de curso, encargado de dar el discurso de graduación...
Su llegada a la universidad le da la oportunidad de empezar de nuevo, para lo que iniciará un viaje de autodescubrimiento lleno de errores, experimentos y momentos incómodos que le llevarán a explorar quién es realmente. Al principio, Benny continúa cultivando su fachada de jock, sucumbiendo a la presión social como novato, y se busca en otra recién llegada, Carmen (Wally Baram), una novia potencial para que nadie sospeche de su verdadera orientación. Ella, también desesperada por encajar, abraza la oportunidad. Pero claro, sigue habiendo un problema: Benny es gay.
A partir de esta premisa se crean mil y una situaciones, a cada cual más hilarante, en las que Benny y Carmen tendrán que hacer lo posible por integrarse en la alocada vida universitaria y seguir el ritmo de sus compañeros. Las cosas se complican cuando Benny conoce a otro estudiante, Miles (Rish Shah), en clase de Historia del Cine, y se cuela por él, dando lugar a un juego de tensión sexual no resuelta de lo más emocionante; mientras Carmen, al ver que lo suyo con Benny no prospera, se lía con el mayor cretino del campus, Peter (Adam DiMarco), que a su vez es el novio de la hermana de Benny, Grace (Mary Beth Barone). Completa el grupo central Hailee (Holmes), un impredecible y absurdo torbellino de caos y energía, y la gran revelación cómica de la serie.
Sexo, mentiras y sociedades secretas
'Impostura' recopila todos los lugares comunes del subgénero de la comedia adolescente ambientada en la etapa universitaria, recuperando el espíritu de los 2000 con grandes dosis de sexo, drogas e incorrección política. La serie se situaría en un punto medio entre 'La vida sexual de las universitarias' y 'Bottoms', película con la que comparte su tono más satírico, sin llegar a ser tan, tan salvaje. Por otro lado, también puede recordar a 'American Pie' por humor y su abundancia de situaciones sexuales incómodas, aunque la comedia de Skinner es de sensibilidad mucho más actual y tiene un enfoque marcadamente queer que la diferencia.
Con una primera temporada de 8 episodios de aproximadamente media hora de duración, 'Impostura' proporciona un rato tan divertido en formato breve, que es recomendable intentar no darse el atracón y dosificarla para extender el disfrute. Claro que es difícil, porque la serie engancha que da gusto, y no solo porque te puede hacer llorar de la risa, sino porque además, bajo la comedia desatada, el cringe y el despiporre, hay una historia con la que cualquiera que haya pasado por esa etapa (especialmente siendo queer) se podrá sentir identificado. Como sátira, 'Impostura' es estupenda, pero también funciona de maravilla como relato coming of age sobre encontrarte a ti mismo (y a tus amigos) mientras finges ser otro.
Para ello, Skinner y sus guionistas hacen algo muy bien: construir a los personajes a base de capas que se van levantando poco a poco para dejarnos ver cómo son realmente y cómo sus miedos, pasados e inseguridades los condicionan. En el primer episodio, todos pueden ser identificados con un arquetipo de este tipo de historias (el jock, la perdedora, la mean girl, el bully, la loca), pero conforme la serie avanza y los vamos conociendo mejor, nos damos cuenta que todos son mucho más de lo que aparentan. Eso hace que los momentos emotivos golpeen especialmente fuerte, por el contraste con el tono del resto de la serie. Y también refuerza las relaciones que la vertebran, construyendo en Benny y Carmen una preciosa amistad, en Peter y Grace una pareja complicada que da para reflexionar sobre la masculinidad tóxica o las dinámicas de poder y con Benny y Miles uno de los ships de la temporada.
Por último, hay que destacar sus cameos. Además de Charli xcx, la serie cuenta con la participación del dúo formado por Bowen Yang y Matt Rogers, protagonistas de una de las escenas más desatadas de la temporada; y la mismísima Megan Fox como ella misma cobrando vida desde un póster en la habitación de Benny para darle consejo y convertirse en su aliada en la conquista de Miles y la exploración de su sexualidad. Un puntazo.
¿Qué te pide a cambio?
'Impostura' es una serie muy recomendable para quienes tengan debilidad por las comedias irreverentes que se pasan un poco de la raya. Vamos, que no es para espectadores sensibles y hasta los que se precien de no escandalizarse con nada, se llevarán la mano a la boca con algunos chistes y gags. Pero su humor sin cortapisas no está siendo lo más polémico de la serie, sino un aspecto que no ha convencido a todo el mundo: la edad de sus protagonistas.
Si uno se da un paseo por el hashtag de la serie en Twitter o por los comentarios del tráiler en YouTube descubrirá a muchos usuarios quejándose de que actores de veintitantos largos, e incluso ya en la treintena, interpreten a chavales de 18-20 años. Sin ir más lejos, Skinner tiene actualmente 31 años mientras que su personaje acaba de dejar el instituto y su hermana en la serie (un poco mayor que él), Mary Beth Barone, tiene 34.
En realidad, no es nada que no hayamos visto mil veces en el cine y la televisión. De actores de 20 y 30 interpretando a adolescentes se pueden citar mil ejemplos, de 'Grease' a 'Riverdale', pasando por 'Euphoria'. Por eso, la serie nos pide firmar un pacto que ya hemos firmado otras veces: ignorarlo y dejarnos llevar. Su tono dosmilero y su coqueteo con la parodia permiten que esta disonancia de edades no sea tan grave (esto no es 'Querido Evan Hansen'). Además, hay que tener en cuenta que utilizar a actores de 18 (o que los aparenten realmente) podría ser mucho más problemático y cuestionable teniendo en cuenta la naturaleza tan adulta y sexual de la serie.
Dicho esto, si somos capaces de hacer la vista gorda con este detalle, 'Impostura' es una serie 100% disfrutable, una comedia desternillante, adictiva y sorprendentemente honesta y emocionante que nos presenta una nueva voz queer de la comedia. La crítica coincide, con un 93% de valoraciones positivas en Rotten Tomatoes. Ahora solo falta que Prime Video la renueve. Y que se den prisa, que aunque seamos permisivos con el tema de la edad, algunos están al límite y se les acaba el plazo de matrícula.
