Por primera vez en su historia, del 25 al 28 de septiembre se realizó la primera San Diego Comic-Con Internacional en la costa del sur de España, con Málaga acogiendo un mega-evento que prometía ser un éxito de público y que se repetirá en 2026 y 2027, dos ediciones que esperemos tengan una mejor organización que esta, que continúa con la larga lista de problemas.
El último lío que ha sucedido en la Comic-Con lo ha protagonizado 'Toy Story'. En la celebración del 30 aniversario de la película de Pixar, se anunció un evento especial que resultó ser la proyección del filme original. Sin embargo, debido a problemas técnicos, la pantalla del cine se apagó, dejando a los asistentes con unos pequeños televisores donde acabar de ver las aventuras de Woody y Buzz.
He visto esto en TikTok de la Comic Con de Málaga y me he quedado flipando.
— Gabriel Cebrián (@Gaceru) September 28, 2025
Anunciaron una celebración del 30 aniversario de Toy Story que resultó ser la primera peli, por lo que se fueron la mitad.
Pero es que encima pasó ESTO.
Luego hay papanatas presumiendo del gran éxito. pic.twitter.com/FJQZsH7DRs
El vídeo ha sido la gota que ha colmado el vaso para retornar a las duras críticas que ya venía arrastrando. En él podemos ver cómo las personas que atendían la proyección, incluso con niños, abandonan el lugar ante las pésimas soluciones que se ofrecían, proyectando la cinta en pequeños televisores apenas servibles para los de las primeras filas.

Esto se suma a un decepcionante inicio de la Comic-Con fuera de su lugar de origen, ya el primer día el debate sobre los precios abusivos y las colas interminables abrían un malestar que solo ha ido creciendo con el paso del fin de semana. Una foto con Ashley Eckstein ('Star Wars: Las Guerras Clon'), Pedro Alonso ('La casa de papel') o Dafne Keen ('Logan') costaba la suma de 90,75€ y un autógrafo se paga a 66,55€.
Sumado a que no está permitida la entrada de comida proveniente de fuera del recinto, los precios desorbitados como perritos calientes a 15 euros o menús de hamburguesa por 17,5€, por ejemplo, iniciaban el enfado de la gente. Además, el primer día se prohibía la entrada del agua, cambiando la normativa para el resto de la San Diego Comic-con por las quejas y permitiendo la entrada de botellas de aluminio rellenables.

La Comic-Con, una maratón
El merchandising, los eventos exclusivos y largas colas comenzaron a hacer que los pasillos del recinto malagueño se convirtiesen en carreras matutinas, con gente galopando para conseguir algunos objetos limitados que dejaban curiosas imágenes. Por si fuese poco, se cerraron las puertas por superar el aforo, dejando a gente con entrada fuera del recinto.
Ojalá la @comicconmalaga retransmita en directo mañana sábado y el domingo la apertura de puertas en directo hasta el stand de Funko, que locura! pic.twitter.com/7vW1U3gCBv
— Jesus (@JesusMalaga) September 26, 2025
Las colas kilométricas, los fallos con las acreditaciones que no eran leídas por el sistema y un aforo sobredimensionado han ido generando muchas tensiones. Lo peor: quedan dos ediciones más en Málaga y veremos cómo evoluciona el descontento de los fans y asistentes y si pueden solucionar todos los fallos de organización.