Dirty God

Jade (Vicky Knight) es una madre trabajadores, londinense, muy joven, soltera y bella, que utiliza su atractivo en su beneficio pero que, en la flor de la vida ve cómo su mundo da un completo vuelco por un ataque de ácido que sufre y le deja graves heridas en el rostro. Las quemaduras desaparecerán pero las cicatrices quedarán para siempre. Su cara es reconstruida en el hospital pero su belleza quedará escondida detrás de esas cicatrices. Mientras va perdiendo sus relaciones, y se adentra en una vorágine autodestructiva, Jade deberá actuar para poder retomar su vida. Esta es una película sobre una mujer con una resistencia admirable. Es plenamente consciente de las decisiones que toma, buenas o malas, para después enfrentarse a las consecuencias venideras. No será una víctima pasiva.