El ascenso del diablo

El director asiático Perry Reginald Teo llega con una historia de terror protagonizada por Robert Kazinsky en el papel de Joel, el padre, y Caden Dragomer como Mason, su hijo.

La historia se desarrolla en Estados Unidos donde un joven padre soltero, Joel, vive una serie de de eventos sobrenaturales en su casa y, por ello, sospecha que su hijo esta poseído por algo parecido a un demonio.

Toda esta realidad se complicará cuando el espectador sea consciente de que Joel padece un trastorno mental: esquizofrenia. En este momento la realidad y la imaginación se cruzarán en el camino y cada vez será más difícil adivinar si lo que ve el protagonista es verdadero o está alucinando, ya que la cinta se enseña desde su punto de vista.

Cuando Mason comienza a mostrar los primeros indicios de esquizofrenia (es una enfermedad hereditaria), Joel entra en un bucle de depresión y ansiedad que le harán pensar que lo que realmente le ocurre a su hijo es que está siendo poseído por una presencia maligna.

En este momento aparece el tercer protagonista de la historia, el Padre Lambert, a quien Joel ayuda para intentar salvar a su hijo. Pero dicho cura también tiene un pasado, y su historia incluye previos exorcismos fallidos que le perseguirán durante todo el proceso.