Cuando una corriente de aire innovador aperturista se topa con un férreo rechazo por parte de un sistema que es todo lo contrario a la percepción vitalista

La película es francamente brillante, no tanto por los entresijos de al puesta en escena o el ahondamiento en la profundidad de la psicología de los personajes (majestuoso Robin Williams), que es, en la mayoría de las ocasiones, con lo que más se quedan los críticos a la hora de valorar una película, sino por las nobles ideas que transmite. La palabra nobles es poco. No puede existir un modo de apreciar y entender la vida mejor que la que sugiere este filme, lejos de un sistema ideado por sosos carcamales, cuya máxima aspiración parece ser condenar a a toda la humanidad en una perpetua existencia mediocre e insulsa, algo que yo particularmente elevo al nivel de 'crimen contra la humanidad'. El sistema adoptado condena a todo el personal a una existencia ya predeterminada no dejando ni la oportunidad de elegir y poniendo complicaciones a los disientes, a los que no quieren obedecer ciegamente. Porque es lo que precisamente lo que más falta: el fomento al desarrollo a esas cualidades humanistas y existenciales, la vida en su estado puro. ¿O acaso en el interior de vuestro petrificado corazón no sentís que es lo más 'conveniente', perdóneseme por el tecnicismo empleado en una cuestión tan espiritual, natural y existencialista? Se enseña a memorizar chorradas, lejos de impulsar el desarrollo del brillante y talentoso ser de cada uno, distanciándose la enseñanza de lo que es lo más vital, aprender a ser un grupo sin fisuras, a la más auténtica y plena realización social para todos y en todos los aspectos. Claro, porque no y ya está.

La mayoría sin embargo parece haber apreciado lo que este filme pretende transmitir, ha logrado conciliar a personas de diversas condiciones, creencias y convicciones. Esa gran mayoría se ha sentido en su gran parte identificada.

Como dijo Eugène Ionesco, las ideologías nos separan y las angustias y los sueños nos unen, pero a veces el modo de pensar de los demás y la ideología es lo que impide la realización de los sueños, no permitiendo hacerlos realidad.