Yo, hasta el momento en que ví Jackie en Aragó Cinema, no sabía NADA sobre la mujer del famoso John F. Kennedy, esta película narra los aconteciemientos antes y después del asesinato de JFK en Texas. Es una película que narra un drama histórico desde el punto de vista de una de las más ignoradas protagonistas.
Evitando la forma estándar de un biopic en cada escena, esta película brillantemente construida, observa a una Jackie agotada y en conflicto mientras trata de desentrañar su propia perspectiva, su propio legado, y quizá lo más difícil de todo, su propia pena de una tragedia compartida por millones de personas.
Es una visión singular de un director intransigente sobre lo que le pasa a la mujer más famosa de la historia norteamericana. 'Jackie' no es una batalla por el Oscar, es una gran película.
Apoyada por la interpretación dolorosa de Natalie Portman, 'Jackie' es, a pesar de algunos giros inesperados al final, la mejor versión de la historia que se podía conseguir.
Extraordinaria en su penetrante intimidad y lacerante en su tristeza, Jackie es un retrato notablemente crudo de la icónica primera dama norteamericana, tambaleándose a raíz de la tragedia, al mismo tiempo armándose de valor necesario para hacer que la muerte de su marido signifique algo, y garantizar su propia supervivencia en algo más que estar elegantemente vestida.
Jackie es el resultado de dos sensibilidades distintas, el Goliat de una película prestigiosa de Hollywood y el David de la inteligencia idiosincrásica de Pablo Larraín, que se tiran entre sí.
La variada invención visual de Larraín y su dominio para la estructura compleja sirven para recordar cómo un director imaginativo puede desviarse de colores tradicionales (fórmula tradicional de un biopic).