Si no sabes, ¿para qué te metes?

En mi imaginario, Eli Roth es un referente contemporáneo del cine de terror, supongo que debido a que escribió y dirigió las dos entregas de 'Hostel'. Sin ser maravillas del género, ambas sobrepasaron mis expectativas: una historia arquetípica (pero que siempre tendrá tirón: jóvenes americanos alegres y desubicados por Europa), mucha sangre, muertes recurrentes, el toque justo de humor, etc. En definitiva, ambas cumplían la promesa y no se andaban con chiquitas.

Pero ahora resulta que el cineasta norteamericano ya es mucho más conocido, trabaja con actores famosos y, al parecer, debe contenerse. O eso, o no sabe hacer una película decente si no tira de vísceras. Supuestamente, 'Knock Knock' es un thriller psicológico; así han vendido el film y eso es lo que se mostraba en el tráiler. Sin embargo, la única sensación que provocan los tres protagonistas es vergüenza ajena.

Básicamente, 'Knock Knock' es una excusa para que las dos bellas actrices, Ana de Armas y Lorenza Izzo, luzcan su cuerpo y su sonrisa. Deberían incomodar al espectador, y lo consiguen, pero no en la dirección deseada. No sé si el problema es su interpretación de chiquillas perturbadas, la de Keanu Reeves como padre de familia en apuros o el conjunto de las tres. Lo que sí sé es que Reeves, que suele gustarme, me resulta ridículo, casi en cada una de las frases que brotan de su ñoña boca (y que conste: la vi en versión original).

Se aprecia un intento por buscar la risa del espectador, herramienta recurrente en el género. Pero los guiños no solo no hacen gracia, sino que sacan por completo de la atmósfera de tensión pretendida. A patadas. Con todo, no estamos ante un thriller, ni ante una comedia de terror, sino frente a un ejercicio fallido y bochornoso. Y, para rematar, la deshonra: 'Knock Knock' es un remake del film 'Las sádicas', de 1977.