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EVOLUCIÓN

Zombi: De la serie B al blockbuster familiar en 8 películas (Parte II)

En esta segunda parte de nuestro reportaje sobre la evolución de los muertos vivientes en el cine asistimos a la expansión de la necrosis en los multicines.

Por Adrián Peña 4 de Agosto 2013 | 10:12

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Después de dar comienzo a este análisis de la evolución del zombi a lo largo de la historia del cine, con un repaso a 8 películas emblemáticas que han ayudado a reformular el concepto que tenemos hoy en día del muerto viviente. Hablamos de las décadas de los 30' y 40' con las leyendas haitianas y vuduistas, para seguir con la revolución de George A. Romero y su influencia posterior en los años 70'. A continuación, os ofrecemos la segunda parte del artículo que analiza la década de los 80', 90' y la actualidad.

'El regreso de los muertos vivientes' (1985)

El regreso de los muertos vivientes

Entre 'E.T., el extraterrestre' (1982), los Indiana Jones, 'Los Goonies' (1985) y los 'Regresos al futuro', se estrenó en 1985 una película de producción independiente con ese tono ochentero de películas juveniles y gamberras como 'Jóvenes ocultos' (1987), 'Porky's' (1982) o los 'Gremlins' (1984), que supuso una referencia para filmes posteriores como 'Dance of the Dead: El baile de los muertos' (2008), 'Bienvenidos a Zombieland' (2009) o la soberbia 'Zombies party' (2004).

No fue la primera que combinó la comedia con zombis (sin ir más lejos, el mismo año lo había hecho 'Hard Rock Zombies' o 'Niños, no jueguen con cosas muertas' en el 1972), pero sí que es la que todo aficionado al subgénero lleva en el corazón. Dan O'Bannon (sí, el guionista de 'Alien' y 'Desafío total') desde la nostalgia y el cariño por el subgénero, en un juguetón diálogo metalingüístico con la película de Romero, 'La noche de los muertos vivientes', consiguió crear la mezcla perfecta entre diversión, humor y terror.

O'Bannon reconoce la influencia de Romero hasta el punto de que el detonante argumental es una cita directa a la película de 1968. El origen de la pandemia zombi es una sustancia química que servía para conservar los cadáveres reales en los que supuestamente se había basado Romero para hacer su película. Los protagonistas lo dejan escapar por error y, a partir de ahí, empieza la odisea zombi y la fiesta para el fan del subgénero porque, O'Bannon, no para de tergiversar a lo largo de la cinta, con mucha sorna y mala leche, los códigos creados por Romero.

De esta manera, los zombis de 'El regreso de los muertos vivientes', están hambrientos de, como ellos no paran de repetir con mucha gracia, "cereeeeeeebros"; es la primera vez que corren y tienen la misma fuerza que un humano; vemos zombis en un muy avanzado proceso de descomposición (mitad esqueleto, mitad carne muerta); no mueren si se les machaca el cerebro; hablan mostrando cierto nivel de raciocinio en una escena memorable en la que un zombi pide por radio que vengan más paramédicos para zampárselos; y, por primera vez, ¡mantienen una conversación con un ser humano reflexionando sobre su condición! Sencillamente genial. Lo malo es que ese nuevo acercamiento simplemente se quedó en la broma y no llegó a calar lo suficiente como para marcar un antes y un después en el comportamiento del zombi, por mucho que, Romero (siempre Romero...), realizara un acercamiento similar ese mismo año en 'El día de los muertos' (1985) con el entrañable zombi Bub, capaz de ser educado, razonar casi como un ser humano y llorar la muerte de su "maestro/creador".

'Braindead (Tu madre se ha comido a mi perro)' (1992)

Braindead (Tu madre se ha comido a mi perro)

Mientras tanto, en Australia, Peter Jackson, antes de hacerse famoso por su trilogía de 'El Señor de los Anillos', directamente influenciado por el terrorífico zombi de Romero y el gore desmesurado del 'Posesión infernal' (1981) de Sam Raimi, filmó 'Braindead (Tu madre se ha comido a mi perro)', una de las películas que aparece siempre en el Top 5 de los mejores splatsticks (la mezcla del «splatter» y la comedia «slapstick») y, seguramente, la película con más gore de la historia del cine.

La imaginación que desplegó Jackson a la hora de representar las escenas de violencia son tal, que uno debe ver la película para podérselo creer. El tono con el que usa el gore es tan "grandguignolesco", tan bizarro y pasado de rosca que no ha habido, hasta el momento, película de zombis que la supere. También hay que decir que, el nivel de gore es directamente proporcional al nivel de ironía y humor que tiene la cinta.

El acercamiento de Jackson al subgénero zombi únicamente comparte con lo visto anteriormente al año 1992, el mensaje subliminal que también tenían las de Romero (en el caso de Braindead es una sátira de la burguesía neozelandesa de los 50') y que aparecen muertos vivientes, porque tanto el aspecto de la mayoría de ellos, como su comportamiento, son más cercanos al monstruo, que al zombi.

El filme de Jackson no tuvo mayor influencia en el subgénero durante los años posteriores que la simple anécdota de poderse considerar la película más salvaje y con más mala baba con zombis.

'El amanecer de los muertos' (2004)

El amanecer de los muertos

El primer gran éxito de Hollywood con una película sobre zombis fue de la mano de Zack Snyder y su remake de 'Zombie, el amanecer de los muertos vivientes' de Romero, 'El amanecer de los muertos'. La película recaudó más de 100 millones de dólares en todo el mundo recibiendo, además, la aprobación de gran parte de la crítica.

Lo cierto es que no fue la primera vez que Hollywood probó suerte con los muertos vivientes. En 1988 ya realizó un tímido acercamiento al subgénero con la película 'La serpiente y el arco iris' de Wes Craven. Digo tímido porque, el filme de Craven, fue un (estupendo) regreso a los orígenes, al Haití de los rituales vuduistas con posible explicación científica y al terror sugerido con una encomiable imaginería visual, pero se acercaba más a las convenciones de otros géneros como los del cine de terror o los del thriller de los 80' que a los del subgénero.

La película pasó sin pena ni gloria, por lo tanto, dejaron pasar unos años hasta volver a acercarse al subgénero desde la comedia muy ligera ('¡Qué muerto de novio!', 1993) y la comedia juvenil gamberra ('El diablo metió la mano', 1999), aunque tampoco tuvieron mucha suerte en esta ocasión al convertirse en dos fiascos estrepitosos de taquilla... Así que, esperaron a que la cosa se calmara un poco y, aprovechando el éxito comercial de películas de terror como las dos primeras partes de 'Resident Evil', 'La señal (The Ring)' (2002), 'Blade II' (2002), '28 días después' (2002) y los taquillazos de New Line Cinema, 'La matanza de Texas' (2003), 'Freddy contra Jason' (2003) y las dos primeras partes de 'Destino final', quisieron volver a intentarlo por tercera vez, aunque, en esta ocasión, decidieron apostar sobre seguro y realizaron el remake del clásico de Romero.

Snyder varió unas cuantas cosas del filme original que, aunque ya estaban vistas anteriormente en el subgénero, nunca antes se habían mostrado con el tono enfermizo y con tanta contundencia como lo hizo Snyder. El origen de la pandemia y los zombis del remake estaban claramente influenciados por la infección de '28 días después', pues lo que revivía a los muertos era un virus en la sangre y éstos corrían, estaban más furiosos y tenían mucho más vigor que los del filme original pero, como ya hemos visto anteriormente, esto ya ocurría en el 'Regreso de los muertos vivientes', aunque, claro, aquella se lo tomaba todo a broma.

Pese a estos cambios, tanto Snyder como Tom Savini en 1990 con su remake de 'La noche de los muertos vivientes', mantuvieron el espíritu de los filmes originales que renovaban al conservar esa subterránea crítica a la sociedad y, sobre todo, ese tono desesperanzador y apocalíptico característico de Romero materializado en la imposibilidad de huir de una plaga que es mundial.

'Guerra Mundial Z' (2013)

Guerra Mundial Z

El estreno de la última película de Marc Forster ha supuesto un paso de gigante para el subgénero. No por el hecho de que Hollywood se interesara por los zombis porque, como ya hemos visto antes, eso ya había ocurrido antes, sino por ser la primera película de muertos vivientes de gran presupuesto pensada para verla con toda la familia en el cine y con una superestrella de Hollywood como protagonista único y principal. 

¿Cómo hemos llegado hasta este punto? Hay varios factores a tener en cuenta, pero el principal se podría resumir en el éxito del género fantástico con ligeros toques de terror entre el gran público (y más importante aún, entre el más joven) con películas como 'Soy el número cuatro' (2011), la saga 'Underworld', 'El corazón de la bestia' (2011), 'Abraham Lincoln: Cazador de vampiros' (2012), 'Caperucita roja' (2011) y, sobre todo, la saga de 'Crepúsculo' y 'Soy leyenda' (2007), con la que 'Guerra Mundial Z' comparte esa voluntad de adaptar el subgénero (en aquella ocasión, el de los vampiros), al mainstream.

Por si ello fuera poco, lo que acabó de prender la mecha fue (y es) la fama que ha cosechado la serie televisiva 'The Walking Dead'. La producción de Frank Darabont y Greg Nicotero consiguió colar a los zombis en el comedor de las familias cada semana, y no unos zombis cualquiera, sino los que Romero popularizó en 1968. De hecho, la serie parece como si 'La noche de los muertos vivientes' la hubieran troceado en capítulos y le hubieran añadido los zombis del remake de Savini y la temática de 'El día de los muertos', vamos, toda una sorpresa que fuera capaz de convertirse en todo un fenómeno social sin renunciar al gore y la violencia explícita. Bravo por ellos.

Lástima que los productores de 'Guerra mundial Z' no hayan apostado por seguir el camino seguido por Darabont y Nicotero y hayan evitado mostrar escenas de violencia explícita, hasta el punto de que, a duras penas podemos apreciar la fisonomía de un zombi hasta que no llegamos a las últimas secuencias de la cinta. ¿Una película de zombis en pleno siglo XXI sin gore y apenas violencia? Algunos se echarían las manos a la cabeza, pero es lo que ha resultado. El filme de Forster tiene más que ver con el espectáculo de la antes mencionada 'Soy leyenda' o 'La guerra de los mundos' (2005) de Spielberg que con el terror de cualquiera del subgénero hecha en los últimos 40 años, salvo por el hecho de que se nos presenta un panorama post-apocalíptico con una pandemia a nivel global. El origen de la "zombificación" parece ser un virus que se transmite únicamente con una mordedura, lo que la asemeja al remake de Snyder, y los zombis, que por primera vez los vemos recreados con cantidades ingentes de CGI, son un refrito entre los de aquel filme y los infectados de '28 días después' (2002) y '[REC]' (2007), es decir, son mucho más agresivos y pueden correr como nunca antes lo habíamos visto en ningún filme (incluso a una velocidad sobrehumana), con lo cual, sus ataques en solitario son peligrosos, pero, en manada, son letales (ver las montañas que forman para superar el muro de Jerusalén).  

Y así es como, a grandes rasgos, el subgénero de zombis ha pasado de ser un tipo de cine dirigido a un grupo minoritario y muy concreto, a ser un producto de consumo diario por el gran público en sus casas y, ahora, en el cine con su correspondiente cubo de palomitas y refresco XL. Independientemente de la calidad de 'Guerra mundial Z', el filme lleva ya recaudados más de 450 millones de dólares alrededor del mundo (doblando la cifra que costó), motivo suficiente para estar de enhorabuena y celebrar que una cinta con esta temática haya funcionado tan bien en taquilla. Quizás esto sea un paso adelante para poner a prueba al subgénero y comprobar si éste es capaz de seguir evolucionando con la reformulación de los códigos preestablecidos por Romero o, quién sabe, volviendo a los orígenes vuduistas con la maestría que demostró Wes Craven en su fantástica 'La serpiente y el arco iris'.

Sea como fuere, tal y como están las cosas, lo siguiente que falta por ver es una comedia romántica teen entre un zombi y una adolescente. "Oh Wait..."

Memorias de un zombie adolescente