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FESTIVAL DE VENECIA

Arranca la 71 Mostra de Venecia: Iñárritu vuela alto con su 'Birdman'

Esta mañana la audaz y arrolladora 'Birdman', la última película del mexicano Alejandro González Iñárritu ha inaugurado la 71 Mostra de Venecia con muy buenas críticas.

Por Adrián Peña 27 de Agosto 2014 | 19:00

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Esta mañana se ha inaugurado con ciertos sentimientos encontrados la 71 edición de la Mostra de Venecia, el festival de cine más antiguo del mundo. Sentimientos encontrados porque a pesar de haber esperanza y cierta expectación por los últimos trabajos de grandes nombres del cine de autor reciente como Fatih Akin, David Gordon Green o Joshua Oppenheimer y ya veteranos como Joe Dante y Peter Bogdanovich, voces expertas aseguran que otros festivales como Toronto o Nueva York le están comiendo el terreno a la Mostra y le están arrebatando esa marca de calidad que tenía antaño. Sin ir más lejos, este año le han quitado a David Fincher ('Perdida') y Paul Thomas Anderson ('Inherent Vice') que estarán ambas en el festival de Nueva York.

El equipo de 'Birdman' en la 71 Mostra de Venecia

Quizás sea esa sensación la que otorgue un mayor significado al hecho de que una película como 'Birdman' inaugure el festival. ¿Por qué? Porque la última película del mexicano Alejandro González Iñárritu es un relato sobre el intento de redención y recuperación de la gloria pasada por parte de un actor que ha caído en el olvido después de haber alcanzado la fama interpretando a un célebre superhéroe llamado Birdman. Si a ello le sumamos que el filme, al tratarse de de la primera comedia en una filmografía llena de dramas intensos, se puede leer en clave de giro radical a su sello personal en respuesta a cierto sector de la crítica y público que siempre lo ha tachado de demasiado melodramático y trascendente, 'Birdman' resulta la elección más idónea para inaugurar esta 71 Mostra de Venecia.

Una película arrolladora

El resucitado Michael Keaton da vida a ese actor frustrado obsesionado con volver a ser portada de todos los periódicos del país. "Confundes el amor con la admiración" le espeta su mujer en el filme, una línea de guión que encajaría a la perfección con la descripción del personaje que encarna Keaton. Un intérprete que intenta adaptar una obra de teatro en Broadway con una fuerte carga emocional para él que actuará como exorcismo personal de todos los fantasmas de su pasado (¿o quizás los de Iñárritu?). Un tono psicoanalítico que nos podría remitir a David Lynch si no fuera porque el cineasta mexicano lo viste todo de una sátira poblada de personajes que vociferan y sueltan numerables bromas metacinematográficas y cargada de numerosos dardos llenos de humor negro que apuntan al mundo artístico y lo que le rodea. No se salva nadie, todos los estamentos reciben su trocito de pastel envenenado (ojo con el que se llevan los críticos y los blokbusters).

Entrando en detalle en el aspecto artístico del filme, se puede afirmar perfectamente que estamos ante la mejor película del cineasta mexicano desde su magnífico debut 'Amores perros'. Todo un torrente de emociones que, como si de una montaña rusa se tratase, invita al espectador a montarse en ella para luego no dejarlo ir hasta su parada final. Y cuando digo no dejarlo ir, lo digo literalmente. Si el filme dura 120 minutos, 100 de ellos están rodados en un solo plano secuencia trucado digitalmente. Una virguería visual que va acompañada de una narrativa arrolladora e incesante que te arremete con tal ímpetu que es capaz de pasar por encima de sus imperfecciones (que las tiene) y reducirlas a añicos sin que apenas te dé tiempo a asimilarlas. Una osada dirección que hace de 'Birdman' una película insólita en la carrera de su director y en el Hollywood actual. Esto empieza bien.