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CRÍTICA

'Zootrópolis': La ciudad que nunca deja de sorprender

La nueva aventura de Disney recupera las historias de misterios estilo 'Scooby Doo' con un escenario absolutamente increíble: una ciudad llenísima de detalles y que es un personaje en sí mismo. Encantará a pequeños y mayores.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 9 de Febrero 2016 | 12:24
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Hacía tiempo que los niños no tenían a un Scooby-Doo, un personaje que les llevara a resolver misterios, a seguir las pistas y cazar al malo. Personalmente, son historias que me han apasionado desde pequeño, que despertaban mi interés y me invitaban a deducir y llegar a la solución antes que el sabueso entrometido y sus colegas. 'Zootrópolis' recupera ese tipo de historias y lo hace, además, presentándonos uno de los escenarios más apasionantes que nos ha dado el cine de animación en los últimos años.

Zootrópolis

Ese escenario es una ciudad poblada completamente por mamíferos, en una especie de realidad paralela en la que el hombre no existe y ellos han evolucionado al punto en el que estamos nosotros ahora, con nuestras casas y urbanizaciones, nuestros coches, trabajos, smartphones y celebrities. Pero mamíferos hay de muchos tipos, por eso la ciudad se divide en distritos: uno helado para los que necesitan mucho frío, uno árido, uno que imita a una selva, y una mini ciudad para ratones, hámsters y demás familia, por poner cuatro ejemplos. Lejos del centro de la ciudad se ha criado Judy Hopps, una coneja que no quiere ser agricultora como sus padres, sino que su sueño es ser policía. Un trabajo destinado normalmente a animales de mayor envergadura, pero ella está empeñada a cumplir su sueño. Cuando desaparece una nutria, ve la posibilidad de probar su valía, pero se verá obligada a trabajar con un zorro bastante mangante si quiere cumplir su objetivo y probar al jefe de la policía que puede hacer lo mismo que un tigre o un elefante.

Cuando descubrimos que Rich Moore y Clark Spencer, director y productor de '¡Rompe Ralph!', están involucrados en 'Zootrópolis', lo entendemos perfectamente. Tenemos detrás de esta película a unos expertos en el diseño de mundos y escenarios. El grandísimo homenaje que realizaron a los videojuegos en su anterior película era maravilloso, trasladando todo el potencial de los pixeles a su historia y a los escenarios. En esta ocasión, han creado una ciudad en la que no falta detalle, que es un personaje más de la película y que es una gozada ir descubriendo poco a poco. Nada está dejado al azar, ni las diferentes salidas del monorail que conecta las distintas zonas (tubitos para los hámsters, canales de agua para los hipopótamos), ni las calles con pequeños túneles para que los seres más minúsculos puedan caminar sin miedo, o la muralla que es una gigantesca máquina de aire frío o caliente, según estemos en la parte gélida o desértica de la ciudad. Es un gustazo caminar por las calles de la urbe, tan sumamente trabajada que deja con ganas de mucho más. Un trabajo impecable en este sentido.

Zootrópolis

Lo mismo ocurre con todos los personajes de la historia. Cada animal cuenta con su sitio en este lugar, el equipo ha sabido sacar el parecido de nuestra realidad cotidiana con los diferentes mamíferos. Descacharrante es que los yuppies sean los hámsters o que los funcionarios sean llenísimos perezosos. Realmente uno no echa de menos pájaros, reptiles o peces, y con lo trabajados que están los personajes, se entiende que tuvieran que cortar por algún lado. Lo dicho, los mamíferos son tan distintos entre sí que dan para mucho juego y variedad, pero todos comparten una característica muy importante para esta historia: hay depredadores y presas.

Puro instinto

Pero todos viven en armonía porque han evolucionado. ¿Y dónde quedaron los instintos? Ahí entra otra de las grandes características de 'Zootrópolis': lejos de ignorarlo, meten esta "evolución" en la trama y la tratan como otro de los grandes misterios de la película. ¿Cómo un zorro puede trabajar con un conejo y no querer comérselo? La película trata esta situación con una intención mayor, su moraleja Disney. Que en este caso es que no podemos dejar que los otros y lo que esperan de nosotros definan quiénes somos. Judy sabe lo que quiere, por mucho que no parezca la más indicada para el puesto, y luchará por ello aunque tenga a todo Zootrópolis en su contra. También descubrirá que Nick es mucho más que un zorro mezquino, que sería el estereotipo que le tocaría a él. El camino para romper el status quo se labra a través de ese misterio de la desaparición de ciertos animales, un caso policíaco súper entretenido y que nos mantendrá siguiendo la pista y buscando al culpable como en las mejores series de detectives. Disney se aleja de cuentos y nos ofrece una aventura muy divertida, en la que los niños se lo pasarán bomba pero, ojo, los padres todavía más.

Como siempre, la casa de Mickey Mouse no solo piensa en los niños cuando hace las películas, pero se nota que el equipo se lo ha pasado bomba inventando este universo. No solo convirtiendo a Shakira en una gacela estrella del pop/apasionada de las labores humanitarias, sino volcando todo lo que vivimos en una ciudad día tras día en este mundo animal y plagándolo de guiños y Easter Eggs que harán las delicias de los no tan niños. Desde referencias cinematográficas muy claras a colar una serie muy poco para niños entre las sorpresas de la película, los adultos han encontrado una película que les encantará, incluso a los que suelen ser bastante escépticos con la animación y con Disney. El guión de 'Zootrópolis' es bastante más entretenido y trabajado que el de muchas películas actuales. Pero padres, no se asusten, los niños también se lo pasarán en grande con esta aventura, fácil de seguir y de disfrutar para ellos.

Zootrópolis

Pocas veces me ocurre que, al finalizar una película, llegue a pensar que estaría más que dispuesto a ver una secuela de la misma. Siempre me da miedo que se rompa la magia por intentar invocarla una segunda vez. Con 'Zootrópolis' salí pensando que podrían tener delante una franquicia perfecta, con un escenario absolutamente sólido y lleno de posibilidades, y la capacidad de crear la historia que quieran. No necesariamente centrándose de nuevo en Judy y Nick, que son igualmente dos personajes muy carismáticos y a los que se coge cariño rápido. Pero podemos pasar a otros animales con otras historias.¿Por qué no una comedia romántica, o un musical sobre alguien que quiere triunfar y convertirse en la nueva Gazelle? Las posibilidades son casi infinitas. Y el trabajo de animación (el estudio de cada animal, cada forma de andar, el pelaje...) debió de ser tan complejo que deberían aprovechar todo su potencial.

'Zootrópolis' es una película fantástica. Cuenta con un guión inteligente, entretenido, complejo, con moraleja, lleno de guiños para pequeños y mayores, y que sabe recuperar con gran soltura esa tradición policíaca infantil que hacía mucho que no veíamos. Pero, sobre todo, nos trae un escenario espectacular, diseñado con mucha gracia y profundidad, que nos cautivará desde el minuto uno. Si pudiera ir, tendría clarísimo cuál sería mi próximo destino vacacional. Me conformo con volver en algún momento en otra película.

Nota: 8

Lo mejor: La propia ciudad, estamos ante un escenario de posibilidades ilimitadas

Lo peor: No resulta tan emotiva como las anteriores películas de la marca

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