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CRÍTICA

'El botón de nácar': El legado del mar

Documental dirigido por el chileno Patricio Guzmán. Premio al Mejor Guión en el Festival de Berlín y presentado en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 19 de Febrero 2016 | 16:22
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Cierto es que Patricio Guzmán siempre ha aprovecho en sus documentales recordar la barbarie que sufrió el pueblo chileno durante la dictadura de Pinochet. Sin embargo, el realizador ha tenido la habilidad de crear maravillosas obras documentales en base a la memoria histórica de su país. Tras la estupenda 'Nostalgia de la luz', llega 'El botón de nácar', con la que el realizador ganó el guapo el premio al Mejor Guión de la 65ª edición de la Berlinale; que estuvo en la sección Horizontes Latino del Festival de San Sebastián y que está nominado al mejor documental en los 41º premios César.

El botón de nácar

El agua de los mares y los océanos es la encargada de guardar la historia de la humanidad a través del tiempo. Aquella que ha estado presente como testigo silenciosa de los sucesos más importantes de la historia. Chile tiene la costa más larga del mundo, pero también tiene a una sociedad que da la espalda a este océano. Da la espalda porque esa agua tiene en sus profundidades la memoria del país, de aquél que tuvo una de las dictaduras más represivas de mundo. A través de la belleza de los volcanes de la Patagonia, de sus áridos desiertos, de ese archipiélago que es el más largo del mundo, de los antiguos indígenas, de los primeros colonos, de aquellos prisioneros políticos que desaparecieron. Un testigo mudo que ha encontrado su voz.

Guzmán ha sabido crear la magnificencia y solemnidad necesaria no sólo para recordar a aquellos que la sociedad quiere olvidar, sino para mostrar una belleza visual de los maravillas naturales que tiene Chile, unas maravillas que fueron testigos de la evolución histórica del país sudamericano. El realizador atina al combinar documental con mensaje político.

El botón de nácar

La naturaleza y la historia

De hecho, puede considerarse una respuesta a esa otra belleza que creó en 2010 llamada 'Nostalgia de la luz'. Esta vez deja la aridez del desierto de Atacama para sumergirse en las profundidades del Océano Pacífico y en cuestiones poéticas y filosóficas acerca también del cosmos, de la naturaleza, de la propia vida en sí. Esos misteriosos botones de color nácar sumergidos en el mar son también testigos. Con lo cual, Guzmán crea un brillante documental en el que combina magníficamente su labor informativa, con una función divulgativa que acerca no sólo al público la represión de Pinochet, sino también el exterminio de los indígenas durante la época colonial. Evidentemente, Guzmán no enjuicia, se limita a mostrar el peso de la negación o la culpa.

Sin embargo, ofrece una solución a través del recuerdo, de no olvidarlo, de la redención. 'El botón de nácar' es una maravilla visual con un mensaje muy concreto a través de la metáfora de la memoria del agua, del legado natural. Quizás su voz en off le resta algo de magnificencia pero eso no quita que se está ante una estupenda experiencia visual.

Nota: 7/10

Lo mejor: Sus imágenes, que rozan la perfección.

Lo peor: La voz en off resta magnificencia al relato.

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