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CRÍTICA

'300: El origen de un imperio': Olas de sangre espesa en cámara lenta

La continuación de la cinta de Zack Snyder rinde homenaje a la original, trasladando la batalla contra los persas a la mar. Desde el 7 de marzo en cines.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 7 de Marzo 2014 | 10:10

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En 2006, un director aún poco conocido llamado Zack Snyder decidió aventurarse a adaptar el comic de Frank Miller '300', y el resultado es por todos conocidos: una auténtica joya visual que logró crear escuela debido a su estilo fiel al comic, a sus cámaras lentas, sus colores contrastados y un reparto que volviendo a verla ahora, resulto ser de éxito premonitorio. Ahora en 2014, nos llega su secuela '300: El origen de un imperio', y si bien no está dirigida por Snyder, sino por Noam Murro, la verdad es que se ha respetado al milímetro todo lo expuesto por su primera entrega, y pese a que su puesta en escena y estética ya no resulte igual de rompedora como hace unos años, sí que consigue volver a repetir los aciertos de la primera entrega, aunque eso sí, salvando algunas diferencias.

'300: El origen de un imperio': Olas de sangre espesa en cámara lenta

La sinopsis de la cinta nos propone seguir los intentos del general griego Temístocles de unificar toda Grecia dirigiendo el cambio que modificará el curso de la guerra. Enfrenta a Temístocles contra las invasoras fuerzas persas capitaneadas por Xerxes (mortal devenido en dios), y Artemisia, la vengativa comandante de la armada persa. Pese a ser un secuela de la cinta de 2006, la verdad es que esta nueva película seguirá una historia que ocurre a la par que los hechos narrados por Snyder hace ya ocho años, lo cual le dará un valor añadido a la producción, ya que por momentos oiremos algunos rumores de lo que está ocurriendo con esos 300 espartanos liderados por Leónidas, lo cual será todo un detalle para el amante de la primera entrega, que verá en esta nueva producción una historia que jugará las bazas de enseñar desde un prisma distinto la misma batalla contra los persas.

El papel protagonista del filme ha recaído en Sullivan Stapleton, un actor que pese a no ser especialmente conocido, ofrece una interpretación correcta y con más carisma de lo que han vendido los tráilers del filme, aunque eso sí, no llega a ser ese magnético Gerard Butler que tan bien supo ser un espartano. Aún con ello, logra ofrecer a cámara un personaje bastante atractivo en cuanto deja entrever que no es solo músculos y tiene mente de estratega, y pese a que su figura ha sido pulida para la ocasión, tampoco nos encontramos con una masa de músculos sin expresión, de la que no nos importaría mucho que le diera una flecha por egocéntrico. En el caso de Stapleton, el intérprete consigue crear un personaje bastante cercano, que si bien no cuenta con una especial carisma o poderío en pantalla, sí que logra ser lo suficientemente interesante como para que nos importe lo que le ocurre a lo largo de la historia, aunque algún chascarrillo le hubiera venido de fábula.

Eva Green es la gran sorpresa del metraje, y sin lugar a dudas, es una malvada más que decente no solo para combatir a Grecia, sino para merendarse ella sola a todo espartano que se precie. La actriz consigue que en pocos planos ya queramos saber más de la historia de su personaje, que ha sido a su vez el más trabajado en cuanto a trasfondo e historia en todo el filme, y la verdad es que tal peso es llevado de maravilla por la actriz, que consigue comerse la pantalla con su mirada penetrante y sus múltiples arrebatos y juegos de doble moral. Es también plausible toda la tensión acumulada que logra trasmitir la actriz, ya que sin tampoco tener un papel que exigiera un especial drama, sí que se atreve a mostrar múltiples facetas de su personaje, y definitivamente, todo lo que le va ocurriendo y pensando es bastante más interesante que alguna que otra trama secundaria que expone el filme, y verla en pantalla resulta ser bastante satisfactorio y entretenido, y gusta y mucho ver a mujeres en papeles de villana que hacen sombra a cualquier hombre que se cruza en pantalla, un verdadero gustazo.

'300: El origen de un imperio': Olas de sangre espesa en cámara lenta

La realización del filme ha corrido a cargo de Noam Murro, un director que no cuenta con una carrera muy destacable, pero que en esta ocasión ha demostrado que no teme a nada con una dirección bastante acertada en muchos puntos, y que logra mantener el ritmo que necesita una película de acción de esta envergadura. También se agradece que las mayores partes de historia sean contadas de manera bastante clara y sin especiales complicaciones, haciendo que esos descansos entre pelea y pelea contengan lo suficiente para seguir siendo interesantes a su medida, y pese a que no nos encontramos ante una obra de Shakespeare, sí que es bastante reseñable la manera de hilar los acontecimientos de la '300' original con esta nueva entrega, lo cual consigue ser un producto bastante redondo, y que encaja perfectamente como continuación de la misma, al ser una heredera visual y espiritual que con tanto se respeto ha sido llevada.

La violencia también tendrá su cabida en el metraje, y pese a que la sangre parezca por momentos como si tuviera la densidad de la crema pastelera, sí que consigue tener un valor más visual que simplemente gore, y en cuanto a las muestras de desmembramientos y cabezas cortadas, todo ello será más visual (y por momentos gratuito) que en la primera entrega. La destrucción y las batallas serán la piedra angular de la producción, la cual pondrá en escena unas grandes luchas entre barcos que hacía tiempo que no se veían en la gran pantalla. Es este medio, el mar, el que le da un verdadero valor a esta nueva producción, ya que se desvincula de la primera parte al ofrecernos un campo de batalla totalmente distinto al que ya hemos visto, y con ello consigue también sorprender más al espectador, ya que la estrategia, las olas, las flechas y los abordajes tienen otro juego que no habíamos visto antes en este tipo de filme, y se agradece la innovación.

Eso sí, tampoco logra ser muy imaginativa en esta materia, y parece por momentos que el medio del mar no tiene mucho tirón en cuanto a la puesta en escena, lo cual provoca que la espectacularidad no llegue a elevarse mucho más de lo expuesto en las primeras batallas, ya que aquí no estamos hablando de acorazados, cañones o fusiles, y son las armas cuerpo a cuerpo las verdaderas protagonistas. En cuanto a la acción, ésta esta bastante bien coreografiada, y sumando a ello que veremos escenas bastante violentas en si, podemos decir que las luchas son bastante entretenidas, y aunque algo previsibles, sí que consiguen que el ritmo no decaiga y sigamos dispuestos a ver hasta donde pueden soportar los pobres atenienses ante una flota tan numerosa como la persa.

'300: El origen de un imperio': Olas de sangre espesa en cámara lenta

El poder de la imagen

En cuanto al modo de realización del filme, se nota un claro abuso de las imágenes a cámara lenta, y al no estar repartidas de una manera muy sutil a lo largo del metraje, por muchos momentos veremos varias tomas rodadas de este modo y colocadas de forma muy consecutiva, lo que en vez de darnos más peso a la espectacularidad, lo que consigue es ralentizarla y bajar el ritmo. Eso sí, recuerdo esta parte mucho más al principio del filme, y ahora no logro saber si es porque en el comienzo se abusaba de ello o que simplemente ha salpicado todo el filme pero mi ojo ya se ha hecho a la idea de que la sangre cuando brota debe ser en cámara lenta, y si gotea una gota de sudor, también.

Todo lo que lleva a la producción de una secuela, y sobre todo de un título tan característico como fue '300', puede hacer que se vea esta nueva producción con malos ojos desde un principio, pero una vez entramos en su historia, descubrimos que es una digna secuela que ha sabido llevar los valores y propuestas de la primera entrega de manera muy fiel, lo cual será del agrado de quien disfrutara de las andanzas de los espartanos, ya que en '300: El origen de un imperio' todo ha sido un homenaje a la primera entrega, regada eso sí con una historia algo más profunda, y que pese a no tener la carisma de la original, sí que nos ofrece un poco más de biografía de sus personajes, y con ello, ganan en profundidad y sirve de perfecta acompañante para rememorar lo ocurrido en el filme del 2006.

Hay que saber también que no nos encontramos con la película de acción por excelencia, y que en algunos de los tramos se volverá algo pueril y simplona, sobre todo también por no contar con un protagonista que diera pie a añadir alguna broma especialmente graciosa, o algo en su comportamiento que resultara algo más ligero ante tanta lucha y desmembramiento, siendo este uno de los puntos flacos de la cinta, que básicamente, basará su guión en una serie de batallas hasta ver quién aguanta más, pero con el atractivo de la época, la estética y la oportunidad de volver a disfrazarse en estos Carnavales como se hizo en 2006-07, que hay que ahorrar y sabemos que será un disfraz eficaz.